Especies en la mira: es posible que cada tentáculo de un pulpo tenga mente propia
Un pulpo de anillos azules. Foto: pen_ash/Pixabay.com

 Por Paul Brown/The Guardian

El pulpo común (Octopus vulgaris) es una de las criaturas más fascinantes del planeta, y ahora, debido a la crisis climática, se ha establecido en los mares del Reino Unido. Tiene tres corazones y ocho extremidades con 200 ventosas que pueden palpar, saborear y oler sus alrededores. La opinión científica está dividida al respecto de su cerebro: no saben si tiene uno o nueve. La mayoría de las neuronas de los mamíferos están en el cerebro, pero dos tercios de las neuronas de los pulpos están en sus cuerpos y tentáculos, lo que permite que cada extremidad realice tareas complicadas, como abrir frascos para obtener alimento, y parece que funcionan independientemente del cerebro.

Después de varios experimentos con laberintos subacuáticos y otros artilugios, los científicos concluyeron que los pulpos pueden resolver problemas con un tentáculo, y después comunicar su experiencia con el resto, por medio del cerebro central.

Estas criaturas sólo viven dos años, pero pueden cambiar de color para camuflagearse con el paisaje, mientras nadan por el fondo del mar en busca de crustaceos o cualquier otra cosa que puedan atrapar. Cuando se encuentran con depredadores como tiburones o bacalaos, liberan tinta y utilizan un chorro de agua para huir y esconderse. Durante las tormentas invernales, los pulpos llegan a encallar en las playas o en áreas de marea baja. Los rescatistas reportan que han hecho contacto visual, tal vez un intento de comunicación, antes de volver al mar.

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