Rellenar aceitunas y piano en el quirófano: el cirujano que explora nuevas rutas
Roberto Trignani remueve un tumor doble de la columna de un niño de 10 años mientras el biólogo molecular Emiliano Toso toca el piano Foto: Fondazione Salesi/Reuters

Tocar el violín, ver caricaturas y hacer crucigramas son algunas de las actividades que realizan los pacientes de Roberto Trignani durante las cirugías de cerebro.

Trignani, director de neurocirugía del hospital Riuniti en Ancona, Italia, ya era conocido por sus técnicas para cirugía en pacientes despiertos que ha aplicado cerca de 70 veces en los últimos años. Pero en junio de este año probó algo más cuando una mujer de 60 años preparaba aceitunas rellenas mientras el doctor le retiraba un tumor del lóbulo temporal izquierdo.

No fue nada fácil, rellenar las aceitunas. Las aceitunas Ascoli, una especialidad de la región de Las Marcas, requieren de un complejo proceso de preparación en el cual primero se deshuesan las aceitunas verdes y después se rellenan con carne curada, después se cubren con pan molido y se fríen. La paciente, que solía ser chef, preparó 90 en menos de una hora.

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Mientras tanto, Trignani operaba. Las cirugías con el paciente despierto evitan que el cirujano dañe tejido sano mientras trata zonas del cerebro que son responsables del lenguaje, de la vista y del movimiento. En el caso de la paciente que preparó las aceitunas, Trignani y su equipo pudieron retirar el tumor de una zona del cerebro que controla el lenguaje y el lado derecho del cuerpo

“Estudiamos la vida de la paciente, sus rutinas y sus actividades favoritas para ver si había algo que nos pudiera servir para el tratamiento terapéutico”, explicó Trignani a The Guardian. “En este caso, la mujer era una buena cocinera y, más que nada, había trabajado en un área famosa por las aceitunas Ascoli. Sabíamos que para preparar estas aceitunas necesitas habilidades manuales importantes así es que pensamos que si la poníamos a preparar las aceitunas podríamos monitorear las partes del cerebro en las que teníamos que trabajar”.

La cirugía se realizó de acuerdo al plan, y la mujer, que dejó el hospital a los pocos días, se está recuperando bien.

Las ideas poco ortodoxas de Trignani no se limitan a la cirugía consciente. Le llegó una onda cerebral este verano cuando asistió a un concierto de Emiliano Toso, un músico y biólogo molecular que asegura que toca el piano en una frecuencia que tranquiliza. “Mientras escuchaba su música, yo pensaba: ¿qué pasaría si llevara el piano de cola de Emiliano Toso a la sala de operaciones?” dijo Trignani.

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Toso aceptó tocar, y en noviembre un piano llegó a la sala de operaciones para una cirugía de cuatro horas para remover un tumor en la espina dorsal de un niño de 10 años. Aunque el paciente se encontraba bajo anestesia general, Trignani asegura que el encefalograma, que registra la actividad eléctrica del cerebro, sugería que el niño percibía la música. Cuando se interrumpieron las notas musicales, los patrones del cerebro cambiaron, dijo.

Otra de las cirugías de vanguardia de Trignani se realizó en una mujer que no veía con un ojo y que tenía un tumor en la zona del cerebro que controlaba la visión del otro ojo. La cirugía se realizó el 13 de diciembre del año pasado, el día de Santa Lucía, o festival de la luz en Italia, mientras Trignani operaba la mujer realizaba pruebas para la vista en la pantalla de una computadora.

“Si hubiéramos dañado la zona cercana al ojo sano, se habría quedado ciega”, dice Trignani. “Decidimos hacer la cirugía con ella despierta, sólo se han realizado cinco o seis de estas en todo el mundo. Hace unos días me escribió, poco antes del 13 de diciembre, para decirme que Santa Lucía la había protegido y que todavía ve bien con ese ojo”.

Trignani dice que la parte más satisfactoria de su trabajo en pacientes despiertos es la conexión humana durante las cirugías, y la respuesta del paciente después. “Cuando ves que un paciente va bien y te lo agradece, entonces tienes la parte más hermosa”, dice. “Los que se convierten en doctores quieren que los pacientes estén bien. Esta misión te hace sentir las ganas de erradicar el sufrimiento humano”.

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