Reino Unido vende armas a casi 80% de países que enfrentan restricciones, dice un reporte

Los ministros y funcionarios británicos aprobaron la venta de armas a casi cuatro quintos de países sujetos a embargos de armas, sanciones de armas y otras restricciones en los últimos cinco años, de acuerdo a un análisis. 

El Reino Unido exportó equipo militar a 58 países de los 73 incluidos en una lista como sujetos a restricciones por el Departamento de Comercio Internacional (DIT), incluyendo rifles de francotirador a Pakistán, rifles de asalto a Kenia y equipo naval a China. 

Las exportaciones son legales pero los investigadores del grupo que compiló el reporte, Action on Armed Violence, dicen que representa “una falla sistémica de considerar los registros de derechos humanos antes de exportar armas para ellos”. 

Los países bajo sanciones van desde unos pocos en donde todas las ventas de armas están prohibidas hasta un grupo más largo bajo controles de tránsito, donde se requiere una licencia especial por razones políticas, de seguridad, o de derechos humanos. 

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Cinco países enlistados por el departamento de comercio como mercados clave de exportación para los fabricantes de armas británicos son Bahréin, Bangladesh, Colombia, Egipto y Arabia Saudita, también están en la lista más reciente de la Oficina de Exteriores de los 30 “países con prioridad por los derechos humanos”, aunque no todos están sujetos a sanciones. 

El autor del reporte, Murray Jones, de Action on Armed Violence, dijo que su investigación, que revisó los registros de exportaciones del Reino Unido de enero 2015 a junio 2020, “demuestra la debilidad de compromiso del Reino Unido con los derechos humanos del mundo”. 

Se otorgaron licencias para exportar partes de aeronaves, escudos para motines y cientos de rifles de cacería a Pakistán, incluyendo 630 en 2016 y 20 más en 2019, a pesar de la advertencia de la Oficina de Exteriores en noviembre por “el aumento de la presión en espacios civiles y la libertad de la expresión” en el país, incluyendo amenazas a las minorías. 

La venta de 3,000 rifles de asalto a Kenia por 12,970 millones de dólares se autorizó en 2017, aunque Amnistía Internacional acusó a las fuerzas de seguridad de ese país de llevar a cabo “desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales y tortura con impunidad, asesinando a al menos 122 personas”. 

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Se otorgó una licencia de exportaciones que cubre 398,000 dólares en miras para armas para la policía de Nigeria a principios de 2020, un año en el que las fuerzas de seguridad mataron a docenas de personas durante protestas en contra de la corrupción policial en relación con el Escuadrón Especial Antirrobo. 

Gran Bretaña autorizó millones en ventas de armas a China, sobretodo equipo de radares militares para la creciente marina del país, que ahora es la más grande del mundo. Se otorgaron licencias con valor de 22.23 millones de dólares para componentes de radares en 2015 y otros 5.7 millones de dólares en 2018, según los registros oficiales. 

A la superpotencia asiática se le acusa de involucrarse en la supresión de los musulmanes Uighur en el oeste del país, y el Reino Unido percibe cada vez más a su marina como una amenaza estratégica entre el temor de que los buques de guerra chinos puedan navegar alrededor del norte de Rusia y entrar al Atlántico. 

Los detalles de las exportaciones aprobadas de armas se extrajeron de registros públicos que publicó el departamento de comercio, pero los investigadores dijeron que tienen poca justificación, lo que hace difícil saber cuál es su verdadero propósito. 

“Si cualquiera de estas exportaciones está justificada, las licencias son tan opacas que un examinador independiente no podrá saber qué pasa. El gobierno no debería tener el beneficio de la duda solo porque no son transparentes”, dijo Jones. 

Un vocero del gobierno dijo: “El gobierno toma sus responsabilidades de exportaciones en serio y evalúa que todas las licencias de exportación concuerden con los criterios estrictos de licenciamiento. No expediremos ninguna licencia de exportación que sea inconsistente con estos criterios”. 

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El vocero añadió que el Reino Unido “tiene una historia de defender los derechos humanos alrededor del mundo y regularmente señala a los gobiernos que no los respetan”.