Encontraron veneno para ratas en 80% de las águilas en EU

Hay veneno para ratas en alrededor del 80% de las águilas estadounidenses, de acuerdo con un nuevo estudio de la Universidad de Georgia (UGA).

Al examinar los cadáveres de águilas doradas y calvas encontrados entre 2014 y 2018, los científicos lograron determinar que la mayoría de ellas habían estado expuestas al veneno. En total fueron 96 de las 116 águilas calvas estudiadas, y 13 de 17 águilas doradas.

El veneno descubierto es un raticida anticoagulante, que se vende en Estados Unidos como d-Con o Havoc. Los investigadores creen que el consumo de ratas, que son una de las principales fuentes de alimentos de las águilas, es el responsable de la ingesta accidental del veneno para ratas.

De acuerdo con el Wildlife Health Lab de la Universidad de Cornell, los rodenticidas anticoagulantes interfieren con la activación de la vitamina K, que es crítica en la producción de coágulos sanguíneos en el hígado.

Si se ingiere en cantidades significativas, puede resultar en sangrado espontáneo interno o externo, y puede hacerse evidente con moretones espontáneos, con sangre al orinar o defecar, y de muchas otras maneras. En algunos casos, puede suceder la muerte por shock cardiovascular.

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Mark Ruder, profesor asistente en el College of Veterinary Medicine’s Southeastern Cooperative Wildlife Disease Study en UGA, le dijo a CNN que el veneno para ratas puede permanecer en los cuerpos de las águilas durante años.

“Aunque las rutas de exposición exactas aún no son claras”, dijo Ruder CNN, “las águilas probablemente se exponen a través de sus actividades predatorias y carroñeras”.

Scott Edwards, director de estudios de posgrado y profesor de zoología en Harvard, dijo que el uso de veneno para matar roedores es innecesario, y le dijo a CNN que el amplio uso del veneno es responsable de “matar a nuestras especies de aves más majestuosas”.

“Los humanos tienen que entender que cuando estos compuestos llegan al ambiente, causan daños terribles a muchas especies, incluyendo a nuestro símbolo nacional, el águila calva”, dijo Edwards.

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La desaceleración de la casa excesiva y uso de insecticidas, que causaron una drástica reducción de la población de águilas en la década de 1960, ayudó a cuadriplicar sus números entre 2009 y 2019, hasta alcanzar los más de 300,000 ejemplares que actualmente viven en Estados Unidos. Gracias a ello, las aves salieron de la lista de especies en peligro.

La repoblación tuvo ayuda de las regulaciones federales de los Fish and Wildlife Services de EU, junto con las protecciones estatales y municipales con el Eagle Act, el Migratory Bird Treaty Act y el Lacey Act.

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