Los países más ricos acuerdan el fin del apoyo a la producción de carbón en el extranjero
Niños juegan en una playa cerca de una central eléctrica de carbón en Java. Foto: Kemal Jufri/Greenpeace

Las naciones más ricas del mundo han acordado poner fin a su apoyo financiero para el desarrollo del carbón en el extranjero, un paso importante hacia la eliminación del combustible fósil más sucio.

Después de casi dos días de discusiones en una reunión de los ministros de medio ambiente y energía del G7, organizada en línea por Reino Unido el jueves y viernes, todos reafirmaron su compromiso de limitar el calentamiento global a 15°C y se comprometieron a eliminar el carbón y descarbonizar completamente sus sectores de energía en la década de 2030.

Japón, una de las mayores fuentes de financiación para la energía del carbón en el mundo, junto con China, se resistió a aceptar el acuerdo hasta las etapas finales de la reunión virtual de dos días. El gobierno japonés expresó su preocupación de que, si detuviera el financiamiento, China intervendría y construiría centrales eléctricas de carbón en otros países que serían menos eficientes que los diseños japoneses.

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Los otros miembros del G7 (Reino Unido, Estados Unidos, Unión Europea, Francia, Italia, Alemania y Canadá) se unieron para pedir el fin de dicho financiamiento. Los países ricos que integran el G7, junto con otras economías importantes que no pertenecen al grupo, como China y Corea del Sur, han desempeñado un papel importante en el pasado en la financiación del desarrollo de combustibles fósiles en los países más pobres. Japón, China y Corea del Sur, en particular, se han ofrecido a ayudar a construir centrales eléctricas de carbón en países en desarrollo con problemas de liquidez.

Sin embargo, la Agencia Internacional de Energía (IEA) dijo a principios de esta semana que todos los nuevos desarrollos de combustibles fósiles deben terminar este año para darle al mundo una buena oportunidad de mantenerse dentro del límite de 1.5°C. Un aumento reciente en el uso de carbón, después de los bloqueos del año pasado en todo el mundo, es en gran parte responsable de lo que pronostica el organismo de control energético mundial como el segundo mayor aumento de emisiones registrado este año.

John Kerry, el enviado de Estados Unidos para el clima, dijo que su país está decidido a presentar políticas consistentes para mantener dentro de un aumento de temperatura de 1.5°C por encima de los niveles preindustriales, incluida la eliminación gradual del carbón. En cuanto al consejo de la IEA, dijo que EU eliminaría gradualmente la energía a carbón, lo que significa eliminar centrales eléctricas sin tecnología para capturar y almacenar dióxido de carbono.

Kerry dijo: “Recomendaré fuertemente al presidente que esta es una política que debemos seguir… Pero garantizo que seremos completamente consistentes con los 1.5°C. Ese 1.5°C determina las opciones que tenemos que hacer en los próximos 10 años. Cualquier decisión tiene que estar dentro de ese marco”.

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Detalló que la decisión del G7 de afirmar un límite de temperatura de 1.5°C, que según los científicos requerirá reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero en esta década, así como alcanzar emisiones netas en cero para 2050, marcó la primera vez que los países asumieron tal compromiso y fue un gran paso adelante. El acuerdo de París de 2015 requiere que los países mantengan los aumentos de temperatura “muy por debajo” de 2°C por encima de los niveles preindustriales, con un límite de 1.5°C como aspiración.

(Había) una mayor sensación de urgencia de la que he sentido en los países del G7 como unidad”, indicó.

Barbara Pompili, ministra de Medio Ambiente de Francia, declaró: “Estoy encantada de que se haya podido llegar a un acuerdo sobre un aspecto clave de nuestro comunicado del G7: el fin absoluto del nuevo apoyo gubernamental directo para la generación internacional de energía a base de carbón. Da una señal muy fuerte al mundo de que el carbón es una energía del pasado y no tiene lugar en nuestra combinación energética futura. Prepara el escenario para una transición radical hacia la energía limpia.

“Esa fue una decisión difícil para Japón en particular, y estoy muy contenta de que Japón haya podido dar este paso decisivo”.

Corea del Sur, otra fuente importante de financiación para la generación de energía a base de carbón en el extranjero, ya acordó poner fin a la práctica. Eso deja a China como la mayor fuente de ese tipo de financiación en los países en desarrollo.

China será ahora vigilada con atención antes de la COP26, la cumbre sobre el clima de la ONU que organizará Reino Unido en Glasgow en noviembre. El mayor emisor del mundo aún tiene que producir un plan nacional para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, llamado contribución determinada a nivel nacional (NDC), el cual es una parte esencial de cualquier acuerdo en Glasgow.

Amina Mohammed, subsecretaria general de la ONU, dijo en la reunión: “Se agota el tiempo para doblar la curva de emisiones y reducir las emisiones en un 45% a nivel mundial para 2030, tomando en cuenta los niveles de 2010. Esto significa que todos los principales emisores deben entregar sus NDC mejoradas este año con objetivos concretos y creíbles que podamos seguir hasta 2030. Es necesario inversiones importantes en los objetivos para 2030 pues determinarán el resultado de la credibilidad de los objetivos para 2050. Esto significa que no debe haber energía a carbón nueva a partir de ahora, eliminando el carbón en los países de la OCDE para 2030 y en el resto del mundo para 2040″.

Reino Unido, que ocupa la presidencia rotatoria del G7 este año, además de albergar la COP26, también ha pedido a todos los países que eliminen el carbón para la generación de energía. Sin embargo, sus esfuerzos se han visto ensombrecidos por una disputa sobre una posible nueva mina de carbón en Cumbria, ahora objeto de una investigación pública.

El comunicado del G7 contiene una cláusula, presentada a instancias del gobierno japonés, según entiende The Guardian, que permitiría la financiación del carbón en “circunstancias limitadas a discreción de cada país”. Se entiende que esto solo se utilizará en circunstancias excepcionales.

El borrador del texto dice: “Nos comprometemos a promover el aumento del flujo internacional de capital público y privado hacia inversiones alineadas con el Acuerdo de París y lejos de la generación de energía con alto contenido de carbono para apoyar la transición de energía limpia en los países en desarrollo. En este contexto, eliminaremos gradualmente el nuevo apoyo gubernamental directo para la energía internacional de combustibles fósiles intensivos en carbono, excepto en circunstancias limitadas a discreción de cada país, de una manera que sea consistente con un camino ambicioso y claramente definido hacia la neutralidad climática para mantener 1.5°C al alcance, en consonancia con los objetivos a largo plazo del Acuerdo de París y la mejor ciencia que tengamos disponible.

“De acuerdo con este enfoque general, y reconociendo que la inversión global en la generación constante de carbón es incompatible con mantener 1.5°C al alcance, hacemos hincapié en que las inversiones internacionales en carbón deben detenerse ahora y debemos comprometernos al fin absoluto del apoyo directo de los gobiernos para la generación de energía térmica internacional con carbón para fines de 2021. Esto debe incluir la financiación de exportaciones, inversiones y apoyo financiero y de promoción comercial a través del (mecanismo) de Asistencia Oficial para el Desarrollo”.

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