Un brazo robótico de la Estación Espacial Internacional fue golpeado por basura espacial
La ISS el mes pasado. La basura espacial se clasifica como cualquier tipo de maquinaria o escombros que dejan los humanos en el espacio, y puede incluir cualquier cosa, desde manchas de pintura hasta los restos del cohete más grande de China. Foto: AP

La repentina aparición de un pequeño agujero en un brazo robótico a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS, por su sigla en inglés) ha llamado la atención sobre el peligro que representa la basura espacial.

Los directores de la misión descubrieron el pinchazo durante una inspección del exterior de la nave espacial el 12 de mayo. La agencia espacial canadiense (CSA), que opera el brazo, lo describió como un “golpe fortuito” que no afectó las operaciones ni puso en peligro a los siete astronautas en órbita a bordo de la estación.

No se sabe qué tipo de objeto golpeó la ISS o cuándo sucedió. Pero los analistas dicen que el incidente es un recordatorio de la cantidad creciente de basura que rodea la Tierra y el riesgo que supone un aumento de los lanzamientos y satélites en órbita.

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“Hay un montón de cosas viajando a más de 28 mil kilómetros por hora y obviamente pueden causar mucho daño”, comentó a The Guardian John Crassidis, profesor distinguido de ingeniería mecánica y aeroespacial en la Universidad de Buffalo.

“Este no hizo ningún daño real, atravesó un poco de aislamiento y ni siquiera sabemos si golpeó parte del brazo. Pero es algo bastante aterrador. Lo que más nos preocupa son los astronautas, están muy expuestos y algún día será una cuestión de cuándo, no de si“.

“El objeto que golpeó la estación espacial habría sido demasiado pequeño para ser rastreado”, señaló Crassidis. Las piezas más grandes de escombro sí se pueden monitorear. La NASA dice que actualmente hay más de 27,000 piezas más grandes que un teléfono móvil promedio en la órbita terrestre inferior.

La basura espacial se clasifica como cualquier tipo de maquinaria o escombros dejados por los humanos en el espacio, y puede incluir cualquier cosa, desde manchas de pintura hasta los restos del cohete más grande de China, que se estrelló contra el Océano Índico el mes pasado.

Según la NASA, “los desechos orbitales de tamaño milimétrico representan el mayor riesgo de finalización de la misión para la mayoría de las naves espaciales robóticas que operan en órbita terrestre baja”. La agencia señala que varias ventanas de su flota de transbordadores espaciales ahora retirada tuvieron que ser reemplazadas después de colisiones con hojuelas de pintura.

La ISS, y la mayoría de los satélites en órbita, tienen protección contra impactos de hipervelocidad, como la tecnología de escudo Whipple, que se presentó en la década de 1940. Pero los escudos solo son realmente efectivos contra objetos más pequeños.

En 2009, una nave espacial rusa desactivada chocó y destruyó un satélite comercial estadounidense, agregando 2,300 piezas de escombros grandes y rastreables y muchos escombros más pequeños al inventario de basura espacial, comentó la NASA.

“Se estima que hay alrededor de 990,000 objetos entre 1 cm y 10 cm, y de 1 mm a 1 cm podría haber más de 120 millones”, aseguró Crassidis.

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El año pasado, la NASA, en asociación con el contratista privado SpaceX, reanudó los vuelos espaciales tripulados desde suelo estadounidense después de una década. La compañía de Elon Musk se ha embarcado en un intenso programa de lanzamientos para poner en órbita miles de satélites de internet de banda ancha Starlink.

Dado que Rusia, India, China y la Agencia Espacial Europea poseen sus propios programas ambiciosos, el potencial para que más piezas de cohetes, carcasas de naves espaciales y otros objetos entren en órbita como desechos espaciales nunca ha sido tan alto.

“Suena fácil: ‘no pongan más basura espacial allí’, pero no todos se apegan a ello”, declaró Crassidis, y señaló que el acuerdo global más reciente sobre la mitigación de los desechos espaciales provino de las Naciones Unidas en 2010.

“Obviamente, cuantas más cosas pones allí, mayor se vuelve el problema.

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