Las relaciones entre la UE y Reino Unido se deterioran; las conversaciones sobre Irlanda del Norte terminaron sin acuerdos
El presidente Joe Biden y Jill Biden llegan en el Air Force One a RAF Mildenhall en Suffolk, antes de la cumbre del G7 en Cornwall. Foto: Joe Giddens / PA

Las conversaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido sobre Irlanda del Norte parecen estar al borde del colapso, ya que Londres indicó que todavía considera una acción unilateral para mantener el flujo de suministros sin obstáculos desde Gran Bretaña a la región.

El vicepresidente de la Comisión Europea, Maroš Šefčovič, dijo que la paciencia “se agota” y describió la relación con Reino Unido como “en una encrucijada”.

En medio de los temores de que la escalada de la crisis en Irlanda del Norte se convierta en una guerra comercial, David Frost, el ministro del Brexit, declaró, tras una reunión de dos horas con Šefčovič en Londres, que no había “avances” en los controles del Brexit, pero tampoco “colapsos”.

Acordaron seguir la búsqueda de una solución antes del 30 de junio, cuando entrará en vigor la prohibición de las carnes refrigeradas, incluidas las salchichas y la carne molida.

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A última hora del miércoles, Boris Johnson, primer ministro de Gran Bretaña, insistió en que no había una crisis. “Me siento muy, muy optimista sobre esto. Creo que eso es muy factible”, dijo, refiriéndose a un tema que se escuchó sobre las tensas negociaciones fronterizas irlandesas hace dos años: prevenir una frontera en la isla de Irlanda mientras se protege el comercio dentro del Reino Unido después del Brexit.

Pero entre bastidores, fuentes del Reino Unido fueron más cáusticas al respecto. “Todas las opciones siguen sobre la mesa”, aseguró una fuente de alto nivel cercana a las conversaciones cuando se le preguntó sobre la posibilidad de una acción unilateral para extender un período de gracia para los controles de carnes refrigeradas que finaliza el 30 de junio.

Sobre la perspectiva de represalias y una guerra comercial, la fuente dijo: “Sentimos que hemos escuchado esto antes. Nadie quiere entrar en una guerra comercial ni nada parecido, obviamente (…)

“Lamentablemente, nos hemos acostumbrado a vivir en un ambiente en el que nos amenazan, y no solo en este contexto. La Unión Europea parece a menudo recurrir a amenazas en una etapa relativamente temprana del proceso”.

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En una larga conferencia de prensa en Londres, Šefčovič expresó repetidamente su frustración por las promesas incumplidas del Reino Unido de implementar el protocolo en Irlanda del Norte.

“Si el Reino Unido toma más medidas unilaterales en las próximas semanas, no tendremos reparos en reaccionar con rapidez, firmeza y resolución”.

Cuando se le preguntó qué forma podrían tomar esas acciones, confesó que podría incluir acciones legales, arbitraje u otras medidas de represalia, incluido el aplicar aranceles específicos, lo que ha provocado que se hable de una “guerra de salchichas” entre el Reino Unido y la Unión Europea en el lado británico del Canal.

Pero Šefčovič afirmó: “No queremos que esto suceda… No es demasiado tarde. Corrijamos el camino“.

Dijo que el Reino Unido había tenido amplias oportunidades hasta enero para expresar su preocupación de que los controles del Brexit acordados no funcionarían, pero insistió en que se implementarían.

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Šefčovič dijo que le había preguntado a Michael Gove en su primera reunión en marzo del año pasado si el Reino Unido estaba listo para los controles, ya que la Unión Europea nunca había subcontratado controles fronterizos a un tercer país.

En diciembre se le aseguró una y otra vez que todo procedería según lo negociado, declaró.

“Si vas a enviar salchichas, queso o productos cárnicos a Irlanda del Norte, la solución fácil es ponerle la etiqueta: ‘sólo para Irlanda del Norte’, y… acordamos un certificado sanitario de exportación simplificado. ¿Crees que ha pasado alguna de estas cosas? No, nada, no se hizo nada”, confirmó.

Describió la reunión con Lord Frost como “muy difícil”, revelando que la relación tuvo un comienzo difícil cuando el ministro del Reino Unido anunció una decisión unilateral de apagar parte del protocolo.

Fue sólo “varias horas antes de nuestra primera llamada telefónica” y “no era la mejor manera de iniciar una nueva relación“, dijo Šefčovič.

Ahora hay temores de que el Reino Unido, que primero amenazó con tomar cartas en el asunto con una iniciativa de ley del mercado interno, pueda tomar una acción unilateral por tercera vez el 30 de junio.

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El problema es que el protocolo se está implementando de una manera que causa trastornos en Irlanda del Norte y hoy tuvimos algunas discusiones muy francas y honestas sobre esa situación”, aseveró Frost.

Šefčovič dijo que el Reino Unido puede no haber entendido en qué se estaba metiendo. “Puede ser que nuestros socios británicos no pudieran estimar completamente las consecuencias totales del Brexit que han elegido; lo que significa salir del mercado único, la unión aduanera, lo complejo que sería para las empresas”, dijo.

Por su parte, el Reino Unido dijo en un comunicado que no se habían logrado avances sustanciales en la perspectiva de un acuerdo veterinario, sobre el cual la Unión Europea cree que el 80% de los controles agroalimentarios pudieran desaparecer y que podrían funcionar como una medida temporal.

Los ministros se han opuesto a la propuesta, alegando que ello significa que Londres volvería a observar las leyes de la Unión Europea, sólo seis meses después de que Boris Johnson siguiera adelante con un Brexit duro, cortando los vínculos del país con las reglas comerciales del bloque.

Otras áreas en las que no se lograron avances sustanciales, según el Reino Unido, incluyeron la libertad de movimiento de las mascotas sin pasaporte, el estatus de comerciante de confianza para los proveedores agroalimentarios y las tarifas sobre el acero y los servicios de mensajería.

Se avanzó en la entrada de perros guía en Irlanda del Norte desde Gran Bretaña y en la reiterada solicitud de acceso de la UE a los sistemas informáticos aduaneros del Reino Unido. La Unión Europea había prometido más propuestas sobre el suministro de medicamentos y los movimientos de ganado, dijo Downing Street.

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