Los líderes del G7 en Reino Unido: ¿cuáles son sus agendas?
Líderes del G7: en el sentido de las agujas del reloj desde la parte superior derecha: Mario Draghi, Emmanuel Macron, Yoshihide Suga, BorisJohnson, Joe Biden, Angela Merkel y Justin Trudeau Composición: AP; Rex; Getty

Los líderes del grupo de los siete países líderes industrializados se reunirán en Cornwall este fin de semana para llegar a un acuerdo para comunicar cómo replantear el mundo después del Covid pero también para presentar sus propias agendas y tratar de establecer nuevas relaciones personales después de una pausa de 18 meses.

1.Joe Biden restableció el orden, la calma y la dirección de las alianzas internacionales de Estados Unidos, pero ahora tiene que demostrar lo que hará con esa buena voluntad.

Las dos tareas que se autoimpuso Biden serán las de convencer a Europa de que él no es un retroceso temporal y establecer un plan para evitar que el siglo XXI sea el siglo chino. El principal objetivo es demostrar que la democracia es mejor.

Presentó un plan de tres partes para acabar con el apartheid en la vacunación que incluye la distribución de 80 millones de vacunas sobrantes, aumentar la producción doméstica de vacunas y diversificar la producción de vacunas en todo el mundo. También respalda, a pesar de la oposición de la Unión Europea y del presidente del Banco Mundial, David Malpass, la renuncia obligatoria de la propiedad intelectual de los derechos de las vacunas en la OMS. La Unión Europea considera que una batalla legal por las patentes no tiene sentido.

Por si te lo perdiste: Reforma fiscal del G7: ¿Qué se ha acordado y a cuáles empresas afectará?

Biden quiere que el G7 desarrolle una alternativa occidental al cinturón chino y una oferta de camino, parte de un plan para poder competir con China. Como muestra del tono de la política de Estados Unidos, el senado aprobó de manera abrumadora una ley para gastar un cuarto de billón de dólares durante cinco años en caminos y obras para derrotar a China en la carrera de avances tecnológicos.

2. Con Trump fuera, probablemente cualquier presidente de este G7 podría revitalizar este cuerpo moribundo, y la labor recayó en Boris Johnson, primer ministro de Reino Unido.

Si él retira sus objetivos de la cumbre, dirá que eso demuestra que Reino Unido mantiene su papel como un hábil solucionador de problemas. Pero mucho depende del balance. Un plan para vacunar al mundo para finales de año, nuevas finanzas del carbón, dinero extra para la educación de las niñas, un impuesto corporativo mínimo y una alianza democrática más clara  en contra de la autocracia. Pero las palabras y los hechos necesitan embonar. Hasta ahora no se han distribuido vacunas que sobren, Reino Unido redujo su presupuesto de ayuda, un canciller busca una exención de servicios financieros del impuesto corporativo y un secretario del exterior se va de visita a Arabia Saudita una semana antes de la reunión del G7.

3. Emmanuel Macron, mercurial, intelectual e incansable, se enfrenta a la amenaza de la extrema derecha el próximo año en las elecciones presidenciales y una derrota transformaría a Europa y a la política democrática. Con un mejor lugar en las encuestas que antes, realiza un tour en Francia para reconectar con los ciudadanos franceses después del confinamiento del Covid. No es fan de Johnson y le gusta discutir con Reino Unido sobre los derechos de los pescadores franceses, o de los migrantes de la Unión Europea. Tratará de ponerse a la cabeza de cualquier plan que impulse el flujo de vacunas a África. Francia ya prometió enviar al exterior sus remanentes. Presiona a Reino Unido para que le pida a la líder de la oposición de Bielorrusia, Sviatlana Tsikhanouskaya, que hable en la cumbre.

Te sugerimos: Donald Trump responde al veto de Facebook insinuando su regreso a la Casa Blanca

4. El primer ministro japonés, Yoshihide Suga, se está poniendo los zapatos del activista internacional Shino Abe, quien renunció en septiembre. Secretario del gabinete de Abe durante siete años, Suga no va a modificar los pilares de la política exterior japonesa, incluyendo un indopacífico abierto y libre. Sus intereses parecen ser más domésticos que globales. Buscará el apoyo internacional para su poco popular decisión de seguir adelante con los Juegos Olímpicos. También buscará promesas para contrarrestar una ley china que le permita a sus barcos de la guardia costera disparar a los barcos extranjeros que se encuentren en aguas que Beijing considera territorio propio.

Japón va a la retaguardia de la reducción de emisiones de carbón. En octubre, Japón prometió recortar sus emisiones de carbón a cero para 2050 pero aún depende del carbón para casi una tercera parte de su electricidad, lo que lo convierte en el quinto emisor del dióxido de carbono del mundo. El país incrementó el uso de carbón después del desastre nuclear de Fukushima, y se instaló un total de  48 GW de capacidad de carbón .

5. La canciller alemana, Angela Merkel, abandonará el escenario en otoño después de haber participado en 15 cumbres del G7. Le tocó despedir la amenaza al orden liberal que suponía Donald Trump y de esta manera preservar el concepto de occidente. Le encantaría un acuerdo con Estados Unidos sobre el gasoducto Nord Stream 2 que ella apoya, y que Estados Unidos dice que dañaría a Ucrania y fortalecería a Rusia. Con el retiro de la  amenaza de sanciones de Estados Unidos a Alemania por el ducto, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que Alemania regresó a la mesa para buscar la forma de proteger a Ucrania. El ministerio del exterior de Alemania respalda los planes de Estados Unidos de comparación entre Estados Unidos y la Unión Europea par el suministro de minerales estratégicos y materia prima. En general, se sentiría incómoda con la retórica de Estados Unidos sobre los regímenes autoritarios.

Merker adoptó la visión comercialmente conveniente de que el comercio y el contacto pueden traer cambios políticos. Los casos de Covid ya están a la baja en Alemania y a ella le gustaría que Biden retirara las restricciones de viaje.

No te pierdas: La reina Isabel II “encantada” con el nacimiento de su bisnieta

6. Con la salida de Merkel, Justin Trudeau, el primer ministro canadiense, se encontrará pronto en la extraña posición de ser el veterano del G7.  Mantendrá una reunión bilateral con Biden en el G7, en donde discutirá el tema de Meng Wanzhou, la ejecutiva senior de Huawei, que está llevando a cabo una batalla legal en contra de la extradición desde Canadá a Estados Unidos por cargos de fraude. Ella argumenta que se trata de un arresto político realizado por la administración Trump, pero China tiene en prisión a dos canadienses como medida retaliatoria. Si Estados Unidos se retirara de este caso difícilmente irrefutable, los canadienses seguramente serían liberados.

La oposición lo acusa de ser suave frente a los abusos de los chinos a los derechos humanos. Su administración que es minoría está muy endeudada y empezó con lentitud la campaña de vacunación, pero la designación de Chrystia Freeland como ministra de finanzas le da impulso mundial.

7. Mario Draghi, conocido como el salvador del euro por su promesa de 2014 de “todo lo que sea necesario”, es el primer ministro italiano desde febrero apenas. Es el encargado de salvar a Italia del Covid. No es nuevo en la cumbre porque encabezó el Banco Central Europeo de 2006 a 2011. Se dice que incluso fuera del cargo, era el “único italiano que podía hablar con cualquier persona del mundo”. Su tarea doméstica es encontrar crecimiento y mantener su coalición de seis partidos a flote hasta las elecciones programadas para 2022.  Pero Italia es en la actualidad la cabeza del G20 cuya cumbre se realiza en Roma en octubre y cualquier cosa que se acuerde con el G7 tendrá que llevarla a este foro más amplio.

Síguenos en

Google News
Flipboard