Time Decorated, una videoserie de cómo Basquiat se inspiró en el jazz, el hip hop y el no wave
Jean-Michel Basquiat, Horn Players, 1983. Fotografía: The Broad Art Foundation. © The Estate of Jean-Michel Basquiat. Artestar, New York/Douglas M Parker Studio, Los Ángeles

Antes de que Jean-Michel Basquiat se convirtiera en una de las estrellas líderes del arte de la década de los 80, era un chico de Brooklyn con éxito en las escenas de la música y el arte en el centro de Nueva York a finales de los 70. 

“Todo el mundo coexistía, músicos y artistas”, dijo Ed Patuto, productor de Time Decorated: The Musical Influences of Jean-Michel Basquiat, una serie de tres videos cortos que exploran la relación del artista con el bebop, el no wave, y el hip-hop. “Podías ir a una galería, ver un concierto y llegar al (legendario club de East Village) Pyramid. La gente se movía entre plataformas y géneros”. 

Time Decorated da un viaje a través de las influencias y aventuras musicales de Basquiat desde el hip-hop hasta el jazz, y de regreso. Los tres videos son dirigidos por el rapero, músico y productor, Terrace Martin, el director de Afro-Punk James Spooner, y el Dr Todd Boyd, profesor en la School of Cinematic Arts de USC. 

“Es difícil ver una pintura de Basquiat y no asimilar sus influencias musicales”, dice Patuto, quien también es director de interacción con la audiencia en el museo Broad de Los Ángeles. 

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La serie fue producida en medio de la pandemia como una forma para que el museo, que tiene una de las colecciones públicas del trabajo de Basquiat más grandes de Estados Unidos, interactuara con las audiencias en línea. Los fundadores del Broad, el empresario y filántropo Eli Broad, quien falleció en mayo, y su esposa, la coleccionista de arte y filántropa Edythe, comenzaron su colección de Basquiat en la década de los 80, comprando sus obras tempranas hasta por 5,000 dólares, mucho menos que la subasta récord del artista de 110 millones de dólares, establecida en 2017. 

Para el quinto aniversario del Broad, en otoño del año pasado, el museo planeó exhibir las 13 pinturas juntas por primera ocasión, pero los cierres por la pandemia, que duraron más de un año para los museos de Los Ángeles, se pusieron en el camino. Las pinturas colgaron en una galería vacía durante meses, esperando la señal de las autoridades estatales y locales para permitir el regreso de los visitantes. El Broad abrió de nuevo el mes pasado. 

Del jazz al no wave y al hip-hop

Entre las décadas de los 70 y 8’, Basquiat frecuentaba recintos de Nueva York como el Mudd Club, donde se mezclaba el punk, el no wave, la música avant garde experimental, y el hip-hop para crear nuevas obras híbridas. El no wave es difícil de definir, pues es un género abrasivo y confrontativo, cuyos músicos tenían poco en común a parte de su rechazo por el status quo. El no wave era “intencionalmente inaccesible para el consumo mainstream”, explica Spooner en la segunda película. 

Basquiat formó su propia banda de no wave, llamada Gray, que tomó su nombre del libro Gray’s Anatomy, pues se lo regalaron mientras se recuperaba de un accidente sufrido en su infancia, y que se mantuvo como influencia durante el resto de su vida. Spooner encontró un vínculo directo entre la volatilidad de la música y los lienzos turbulentos de Basquiat, llenos de pinceladas gesticulantes, figuras angustiadas, y palabras tachadas. “El arte de Basquiat se ve del modo en que suena el no wave: es una expresión cruda y primitiva”, dice. 

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Basquiat también tenía raíces en la creciente escena del hip-hop neoyorquino, desde sus grafitis tempranos con Al Diaz, bajo el nombre SAMO (Same Old Shit, o bien, La Misma Mierda de Siempre), hasta el diseño de la portada y producción de Beat Bop, un sencillo de 1983 por Rammellzee y K-ROb. (En 1981, apareció como DJ en Rapture de Blondie, el primer video musical con un rap en aparecer en MTV). 

En la tercera película, el Dr. Todd Boyd compara el uso de texto de Basquiat con la forma en que un Dj pincha discos, utilizando material previamente grabado para hacer nuevos sonidos. “Cuando veo los textos tachados de Basquiat, con las palabras rayadas, para mí, siempre ha implicado algo similar a pinchar”, explicó, “particularmente lo que significa esto en términos del hip-hop temprano, este concepto del remix es muy fuerte cuando observas qué tan frecuentemente Basquiat utilizaba este recurso”. 

Si el hip-hop y el no wave son los estilos musicales que crecieron junto a Basquiat, el jazz y el bebop fueron sus pilares históricos. Parado frente al cuadro de 1983 de Basquiat, Horn Players, que muestra a las leyendas del bebop Charlie Parker y Dizzy Gillespie, Terrace Martin describe las afinidades entre Basquiat y los íconos del jazz. “Uno de sus objetivos (de Parker) al introducir la nueva oleada de músicos bebop era poner un alto al asunto de ‘tienes que entretenerme, eres un jazzista negro’ ”, dice Martin. “Basquiat estaba consciente de las formas racistas en que lo encasillaron, entonces encontró muchos paralelos entre cómo lo trataban por ser artista y cómo trataban a sus héroes del jazz”. 

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Frente al panorama de un mundo del arte ampliamente blanco, Basquiat observó a otros creadores negros que forjaron sus propios caminos en circunstancias similares. El Dr. Boyd vincula la imagen recurrente de la corona en las pinturas de Basquiat, vista en With Strings Two (1983) en la colección del Broad, con los artistas de jazz y hip-hop que se dieron a sí mismos alias de la realeza. Desde Count Basie y Duke Ellington, hasta King of ROck de Run-DMC, los artistas negros suelen darse a sí mismos títulos honorarios que les ha negado la cultura blanca predominante. (A pesar del éxito comercial de Basquiat, señala Martin, muchos críticos lo minimizaron, incluyendo a Hilton Kramer quien, en 1997, describió a Basquiat como un “estafador sin talento, con inteligencia para las calles pero invenciblemente ignorante, que se aprovechó de su juventud, su aspecto, su color de piel y su abundante sex appeal” para ganar fama). 

En la tercera película, el Dr. Boyd vincula el aparente estilo caótico y confrontador de las pinturas de Basquiat con la producción intrincada y compleja de productores de hip-hop como Bomb Squad quienes crearon el sonido característico de Public Enemy. “La música no necesariamente se dirige a la audiencia. Se espera que la audiencia, si es que alguien va a comprender, se mueva hacia la música”. 

De forma similar, señala que “no puedes ver pasivamente el trabajo de Basquiat, te exige que interactúes activamente con el material”.

Puedes ver los videos a través del canal oficial del museo Board, en YouTube. Da clic aquí.

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