‘Violencia epidémica’: Brasil, en shock por la brutal violación multitudinaria de un hombre gay

Un acto de violencia “brutal”, en donde un hombre gay de 22 años fue víctima de una violación multitudinaria y además torturado, desató una fuerte reacción en Brasil y puede tomarse como evidencia de un creciente número de crímenes de odio en el país, según activistas de los derechos humanos.

No se ha dado a conocer la identidad del hombre que fue atacado la semana pasada en Florianópolis por tres hombres armados que usaron objetos punzo cortantes durante el ataque y lo obligaron a escribir con cuchillos en las piernas insultos homofóbicos, señalaron los activistas.

Sus atacantes lo dejaron en la calle en donde lo encontraron y lo llevaron a un hospital. En estos momentos se recupera en su casa. Verdi Furlanetto, jefe de la policía, confirmó a The Guardian, que su gente está investigando pero que por el momento no ha habido arrestos.

“Este es un crimen espantosos pero muy común en Brasil, y la violencia, no solo en contra de las personas lesbianas, gay, bisexuales y transgénero, sino también en contra de las mujeres, personas de raza negra y migrantes está empeorando”, aseguró Lirous Ávila, presidenta de la Asociación de Defensa de los Derechos Humanos, una organización que ayuda a las víctimas de la violencia en Florianópolis.

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Ávila está dando apoyo a los familiares de la víctima, y agregó que la noticia del ataque, que se realizó durante el mes del orgullo, provocó una enorme reacción nacional. Dijo que la opinión se encuentra dividida y que algunas personas están impactadas por el caso y otras justifican éste diciendo que el hombre era gay. “Resulta absurdo justificar la violencia brutal y barbárica”, señaló.

Brasil tiene uno de los mayores índices de violencia y de discriminación en contra de personas LGBT+ del mundo. Cristian González Cabrera, investigador de Human RIghts Watch, dice que la suprema corte prohibió la violencia y la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género de las personas en 2019, “el gobierno tiene que tomar medidas urgentes adicionales para detener esta epidemia de violencia en contra de las personas LGBT+”.

“La violencia en contra de las personas LGBT+ en Brasil ha crecido mucho en últimas fechas”, declaró Margareth Hernandes, una abogada con base en Florianópolis y presidente de la comisión de la ley de género. “Brasil es el campeón mundial de asesinatos LGBT. Somos un país muy conservador en donde todavía hay muchos prejuicios. El discurso del odio termina propagando la violencia”.

En 2020, 237 personas LGBT+ murieron en situaciones de violencia. Hay 224 asesinatos y 13 suicidios, según el Grupo Gay da Bahía, la organización más antigua de derechos LGBT+ en América Latina. La oficina del ombudsman nacional de derechos humanos reportó a Human Rights Watch que, entre enero y junio de 2020, recibió 1,134 quejas de violencia, discriminación y otros abusos en contra de las personas LGBT+. La información de la línea de ayuda del gobierno para reportar abusos reveló que entre 2011 y 2017 se reportaron 12,477 quejas de violencia entre personas LGBT+ en Brasil.

Hernandes, junto con Ávila, atribuyen este aumento en la violencia a la actitud de los líderes brasileños. El presidente Jair Bolsonaro tiene una larga historia de fobia LGBT+ y de comentarios misóginos, incluyendo cuando dijo que estaba “orgulloso de su homofobia”.

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“Tenemos un presidente que fomenta esta violencia”, comentó Ávila. “Parece que la población siente que tiene derecho a cometer estos actos de violencia en contra de la población LGBT+. Bolsonaro influyó en ellos”.

Se han dado otros ataques homofóbicos en el país para los que se han usado objetos en las víctimas. El profesor Luiz Mott, un activista de los derechos de los gays y fundador del Grupo Gay de Bahía, citó el caso de Wesner Oliveira de 17 años que en 2019 murió después de que sus atacantes colocaron dentro de él una manguera de aire de compresión de un lavado de autos. Mott dijo que los atacantes a veces matan y después mutilan a las víctimas, incluyendo el corte los genitales.

Los perpetradores de crímenes de odio a veces se salvan sin que nadie les haga nada, agregó Mott. “Un problema serio de los crímenes homofóbicos y transfóbicos es la impunidad”, denunció. “La policía, por razones de homofobia y la incapacidad estructural, no investigan cada asesinato”. Esta impunidad da lugar a nuevos crímenes”.