Gobernador promete arrestar a los demócratas que huyeron de Texas para bloquear las restricciones al voto

El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, ha prometido arrestar a los legisladores demócratas que han huido del estado en un intento para detener una reforma a las leyes electorales que, dicen, daña el derecho al voto, especialmente para las comunidades de color.

Aviones privados que llevaban a más de 50 demócratas partieron de Austin para dirigirse a Washington DC el lunes, saliendo de la ciudad pocos días antes de que se esperaba que la Cámara de Representantes de Texas aprobara anticipadamente las nuevas restricciones de votación en una sesión legislativa especial.

El movimiento le negó el quórum a la legislatura dirigida por los republicanos, dejándola con muy poco legisladores presentes para dirigir el proyecto. Esto significa que no podría, al menos por ahora, votar en el proyecto.

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Aunque los demócratas no pueden detener la legislación republicana, frenar la legislatura podría darles alguna ventaja para negociar el proyecto. La huida también le muestra a los electores qué tan lejos están dispuestos a ir los demócratas para tratar de detener los esfuerzos republicanos por dificultar la votación.

En respuesta, Abbott le dijo a un canal de televisión de Austin que en caso de ser necesario simplemente seguiría convocando a sesiones especiales de la legislatura durante el siguiente año, y planteó la posibilidad de que los demócratas se enfrentaran a arrestos tras su regreso a casa.

“Tan pronto como regresen al estado de Texas, serán arrestados, estarán dentro del capitolio de Texas hasta que hayan hecho su trabajo”, dijo Abbott.

El éxodo a través del país fue la segunda vez que los legisladores demócratas han hecho una huelga en la revisión de la votación, una medida de fuerte oposición a las propuestas que, dicen, harán más difícil el voto de los jóvenes, la gente de color y las personas con discapacidades.

Pero al igual que el esfuerzo del mes pasado, no hay un camino claro para que los demócratas bloqueen permanentemente las medidas para la votación, o una lista de otras propuestas de contención respaldadas por el Partido Republicano para debatirlas.

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Los proyectos de ley de Texas prohibirían los lugares de votación las 24 horas del día, las urnas de votación utilizadas para depositar votos por correo y facultarán parcialmente a los observadores electorales partidistas.

Las medidas son parte de una campaña republicana en todo Estados Unidos para apresurar la promulgación de nuevas restricciones al voto en respuesta a las falsas declaraciones del expresidente Donald Trump de que las elecciones de 2020 fueron robadas. Más de una docena de estados han pasado leyes electorales más estrictas este año, pero solo en Texas los demócratas han dado este tipo de batalla.

Los demócratas de Texas, excluidos del poder en el Capitolio estatal durante décadas, huyeron del estado por última vez en 2003 para frustrar un plan de redistribución de distritos. Finalmente perdieron esa pelea.

Trump ganó fácilmente el estado de Texas en 2020 y ya es uno de los lugares más difíciles para votar en Estados Unidos. No tiene registro de votantes en línea y no permite que todos voten por correo. Texas también se encontraba entre los estados con participación más baja en 2020.

Pero los demócratas han estado en tendencia en los ciclos electorales recientes, impulsado en parte por los cambios demográficos, y muchos ven el esfuerzo republicano como una forma de contrarrestar ese cambio haciendo que sea más difícil votar por grupos que tradicionalmente votan por los demócratas.