Facebook no, Twitter sí: ¿qué tecnológicas permiten que publiquen los talibanes?
El vocero talibán Zabihullah Mujahid, a la izquierda, cuya cuenta de Twitter tiene actualmente más de 300 mil seguidores. Foto: Hoshang Hashimi/AFP/Getty Images

Mientras Kabul caía en manos de las fuerzas talibanes durante el fin de semana, las redes sociales se esforzaron por hacer frente a la renovada atención puesta sobre la organización y su presencia en sus plataformas.

En Estados Unidos, los republicanos expresaron su indignación por el hecho de que Twitter, que había suspendido permanentemente al expresidente Donald Trump de su plataforma en enero, pareciera satisfecho de permitir el acceso de miembros talibanes a la red social para promover su narrativa. WhatsApp enfrentó críticas por su papel al facilitar que los talibanes amenazaran, engatusaran y sobornaran a los líderes locales para que entregaran sus armas mientras avanzaban por el país. En Google, la aparente falta de una política sustancial de YouTube le permitió evitar gran parte de las críticas, hasta que se convirtió en la última red en no haber reprendido a la organización.

En el centro del problema se encontraba un incómodo aprieto para las redes sociales. Los talibanes no figuran en la lista de organizaciones terroristas extranjeras del Departamento de Estado de Estados Unidos, a la que se remiten la mayoría de las principales plataformas a la hora de decidir qué grupos deben prohibirse completamente, aunque sí se encuentran en la lista del Departamento del Tesoro de Estados Unidos de “terroristas globales especialmente designados”, que los sujetan a las sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros.

Cuando el grupo tomó el control del Estado afgano, también planteó complicadas interrogantes sobre quiénes son realmente los legítimos gobernantes del país, preguntas que las redes sociales debían resolver debido a la presencia de cuentas verificadas que representan al gobierno afgano.

Facebook, por su parte, ha prohibido a los talibanes durante años en su plataforma. La compañía dispone de una lista secreta de “organizaciones de odio designadas”, cuyo elogio puede derivar en el bloqueo de las cuentas de los usuarios del servicio, y afirma que el éxito militar de los talibanes no cambia las cosas.

Un vocero de Facebook expresó: “Los talibanes están sancionados como una organización terrorista bajo la ley estadounidense y están bloqueados en Facebook e Instagram bajo nuestras políticas de organizaciones peligrosas. Esto significa que eliminamos las cuentas gestionadas por los talibanes o creadas en su nombre y prohibimos que se les elogie, apoye o represente. También contamos con un equipo de expertos regionales que nos ayudan a identificar y alertar sobre problemas emergentes en la plataforma”.

Independientemente de quién ejerza el poder, tomaremos las medidas pertinentes contra las cuentas y los contenidos que no cumplan con nuestras normas”.

WhatsApp, una subsidiaria de Facebook, se encuentra en un problema más complicado. Debido al cifrado de extremo a extremo de la compañía, está limitada en sus esfuerzos de moderación: no puede leer el contenido de los mensajes o de los archivos adjuntos y solo puede tomar medidas contra las cuentas basándose en información como los nombres de usuario o las fotos de perfil.

No obstante, a algunas personas les resultó molesto ver que los talibanes compartían públicamente detalles de WhatsApp como parte de sus esfuerzos de gobierno. El domingo, los talibanes comenzaron a anunciar una “línea telefónica de denuncias” que los residentes de Kabul podían utilizar para denunciar la violencia o los saqueos. Esta fue una acción excesiva para Facebook, la cual bloqueó dicho número, pero solo después de dos días de quejas por parte de los observadores.

Un vocero de WhatsApp señaló: “Estamos obligados a cumplir las leyes de sanciones de Estados Unidos. Esto incluye bloquear cuentas que parezcan representarse a sí mismas como cuentas oficiales de los talibanes. Estamos buscando más información por parte de las autoridades estadounidenses pertinentes dada la evolución de la situación en Afganistán”.

La decisión de bloquear el número de los talibanes fue recibida con un apoyo mixto por parte de los conocedores de la región, quienes afirmaron que no serviría de mucho para evitar que la organización retuviera el poder, sino que podría añadir más confusión y desinformación a una situación de por sí caótica.

Muchas cuentas de los talibanes siguen activas y funcionando: hasta el miércoles, todavía se podía contactar al vocero de la organización en el sitio. Aunque el breve período de tiempo desde finales de junio, cuando se registró oficialmente como cuenta comercial, llegó a su fin el martes.

Twitter no cuenta con una política general contra el uso del sitio por parte de los talibanes, y la cuenta oficial del vocero del grupo, Zabihullah Mujahid, ha alcanzado más de 300 mil seguidores desde la caída de Kabul.

En un comunicado, Twitter declaró: “La situación en Afganistán está evolucionando rápidamente. También estamos observando que los habitantes del país están utilizando Twitter para pedir ayuda y asistencia. La principal prioridad de Twitter es mantener a la gente a salvo, y seguimos atentos. Estamos tomando medidas para salvaguardar las voces de aquellos que representan a grupos protegidos, como trabajadores humanitarios, periodistas, organizaciones de medios de comunicación, activistas de derechos humanos y otros”.

YouTube aplicó las políticas de sanciones de Estados Unidos para decidir quién podía o no podía disponer de una cuenta, dijo un vocero. “Todo el contenido de YouTube está sujeto a nuestras condiciones de servicio y a las normas de la comunidad. YouTube cumple con todas las sanciones aplicables y las leyes de cumplimiento comercial, incluidas las sanciones estadounidenses pertinentes. Por lo tanto, si encontramos una cuenta que se cree pertenece y es operada por los talibanes afganos, la cancelamos. Además, nuestras políticas prohíben los contenidos que incitan a la violencia”.

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