Evergrande: ¿colapsará y qué pasaría si lo hiciera?
Es posible que Beijing no considere a Evergrande demasiado grande como para quebrar, con el fin de infundir disciplina en el mercado inmobiliario chino. Foto: Alex Plavevski/EPA

Evergrande Real Estate, o Heng Da Group en chino, posee más de mil 300 proyectos de construcción en más de 280 ciudades de China.

La empresa fundada por el exejecutivo siderúrgico chino Xu Jiayin en el sur de China en 1996, actualmente es el segundo promotor inmobiliario de China por ventas. Sus actividades abarcan desde el desarrollo inmobiliario hasta la gestión de patrimonios. También es un nombre familiar para los aficionados del futbol chino, ya que es propietaria del equipo más importante del país: el Guangzhou FC.

Este floreciente negocio, que ha aprovechado muchos sectores de la creciente economía china, también ha convertido a Xu en uno de los miembros más ricos de la élite empresarial china: de acuerdo con la revista Forbes, Xu tiene una fortuna personal aproximada de 10 mil 600 millones de dólares.

¿Por qué Evergrande está en problemas?

En pocas palabras, por un endeudamiento creciente y una regulación cambiante.

Los problemas de Evergrande surgieron después de años de expansión desenfrenada en los cuales sus deudas crecieron a la par que su tamaño y sus activos. En la actualidad trabaja con una deuda de más de 300 mil millones de dólares.

Algunos analistas señalan que Evergrande ahora es el promotor inmobiliario más endeudado del mundo. El jueves, la empresa deberá pagar 84 millones de dólares en concepto de intereses de sus bonos en el extranjero, pero los prestamistas no se andan con rodeos.

El desarrollador también es una víctima del cambio de enfoque de Beijing en la gestión de la gigantesca economía china. Poco después de llegar al poder en 2013, el presidente Xi Jinping declaró que China necesitaba “cambiar el enfoque para mejorar la calidad y el rendimiento del crecimiento económico… para conseguir un crecimiento genuino del PIB en lugar de uno inflado”.

La reducción de la deuda se convirtió en una parte importante de la iniciativa de Xi para minimizar los riesgos sistémicos. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero Beijing lo ha intentado; por ejemplo, el año pasado introdujo las denominadas “tres líneas rojas” para determinados promotores, lo que limitó seriamente su capacidad de endeudamiento.

En teoría, las nuevas reglas obligarían a todo el sector inmobiliario a deshacerse del endeudamiento para mejorar la salud financiera. En un principio, algunos las consideraron como una intervención positiva, y la gestora de activos UBS manifestó a principios de este año: “Tenemos mucha confianza en el alcance de estas políticas“.

En realidad, parece que la situación se desarrolla de forma desigual. Antes de su reciente problema, Evergrande ofreció sus propiedades con descuentos para garantizar la liquidez suficiente para mantener el negocio a flote. Sin embargo, es momento de afrontar las consecuencias, pues los compradores perdieron la confianza en un mercado inmobiliario inflado y listo para una corrección de precios.

Evergrande también presionó a su personal para que le prestara dinero. Los préstamos se presentaron como planes de inversión de alto interés, pero aquellos que no participaban se arriesgaban a perder sus bonificaciones. Este mes, Evergrande dejó de pagarle a sus empleados. Ahora se reúnen en las calles frente a las oficinas de la empresa, exigiendo que se les devuelva el dinero.

Este año, el precio de las acciones de Evergrande se desplomó más de 80%. Las agencias de calificación crediticia también redujeron la calificación de sus bonos.

¿Cuál es el impacto para China y su economía?

Para el gobierno, el mayor temor es un posible efecto de propagación que afecte a la economía china en general. El deterioro de las relaciones geopolíticas con Occidente, el Covid-19, así como el refuerzo de la campaña ideológica para reafirmar la influencia del partido comunista gobernante en la economía ya han provocado el temor de una desaceleración sostenida en la segunda economía más grande del mundo.

Según se informa, Evergrande también le debe dinero a aproximadamente 171 bancos nacionales y a otras 121 empresas financieras. Por lo tanto, si la empresa quiebra por completo, tendrá consecuencias para el sistema bancario. Los analistas temen que se pueda desencadenar una crisis crediticia, lo cual constituiría una mala noticia para China y la economía mundial.

UBS calcula que existen 10 desarrolladores en posiciones potencialmente arriesgadas con ventas contractuales combinadas de 1.86 billones de yuanes, es decir, 2.7 veces el tamaño de Evergrande. En otras palabras, Evergrande es solo la punta del iceberg.

Beijing se enfrenta a un dilema. Si interviene para rescatar a Evergrande, ¿qué mensaje enviará a otros desarrolladores altamente endeudados? Si no ayuda, las consecuencias podrían extenderse a otros sectores de la economía.

¿Cuáles son las implicaciones internacionales?

La respuesta corta es: es difícil de saber. Nadie previó realmente las implicaciones de la quiebra de Lehman Brothers hace más de una década.

No todo el mundo lo cree: “un posible incumplimiento de Evergrande podría suponer un importante inconveniente para el sector inmobiliario“, señalaron los analistas de Barclays en una nota. “Pero creemos que está lejos de ser el momento Lehman de China“.

Jimmy Chang, director de inversiones de Rockefeller Global Family Office, considera que el efecto dominó podría extenderse más allá de China. Comentó a la CNBC: “Si China llegara a tener un problema económico grave a causa de Evergrande, el resto de la economía mundial se contagiaría”.

Los tenedores extranjeros de los bonos emitidos en dólares de Evergrande, que suman alrededor de 20 mil millones de dólares, no tendrían mucho que decir sobre lo que ocurriría y, por lo tanto, se enfrentarían a una liquidación, señalan los analistas. Probablemente, reclamarían su dinero en los tribunales internacionales.

El lunes, los mercados se asustaron ante la caída del 1.7% del S&P estadounidense después de que Evergrande cerró con un 10% de caída en Hong Kong, la más baja desde mayo de 2010. Pero el índice Hang Seng del territorio se recuperó el martes, cerrando con un alza del 0.5%, y el S&P también recuperó el terreno perdido.

¿Evergrande quebrará?

Se prevé la desaparición de la empresa. Sin embargo, si se maneja bien, el proceso podría inyectar impulso a la reforma de la economía china de Xi.

Creemos que es difícil que Evergrande pueda cumplir con sus obligaciones“, señaló Tao Wang, economista jefe para China de UBS. “La ejecución del proyecto será lo más importante desde el punto de vista de la estabilidad social. Por ello, los compradores y los proveedores de viviendas son los más importantes entre sus partes interesadas”.

“Consideramos que un escenario posible es la segregación de las empresas de proyectos del grupo para garantizar que el valor de los activos se materialice y el movimiento de efectivo se utilice únicamente para la construcción de proyectos, mientras prevemos que será necesaria una reestructuración de la deuda con un recorte”, añadió.

¿Cómo se percibe la situación en China?

En China existe la expectativa de que Evergrande no contará con el pleno respaldo del gobierno. El editor del Global Times, Hu Xijin, señaló la semana pasada que Evergrande no debería apostar por un rescate gubernamental bajo la premisa de que es “demasiado grande para quebrar“.

Pero muchos particulares chinos compraron propiedades al desarrollador fuera del plan. Podrían perder sus depósitos si la empresa quiebra.

Los aficionados al futbol también podrían sentirse decepcionados. Mientras se desarrolla la saga del Evergrande, el Guangzhou FC también busca la ayuda del gobierno. De acuerdo con Bloomberg, el gobierno de Guangdong pretende adquirir al menos un 10% de las acciones, y es posible que una empresa estatal intervenga para proporcionar mayor ayuda.

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