La-Lista de las claves para entender el caso de Evergrande
Foto: Peter Parks/ AFP

Evergrande, el gigante inmobiliario chino, se encuentra al borde del colapso. Después de alcanzar un crecimiento rápido durante el boom inmobiliario en los 90, ahora se enfrenta a un duro momento con una deuda que asciende a los 305,000 millones de dólares.

Las protestas no se han hecho esperar por parte de los inversionistas y los compradores que han depositado su patrimonio en un inmueble. Aunque se cree que el gobierno Chino saldrá al rescate, los efectos tras una posible quiebra podrían derivar en malestar social y en repercusiones en la economía nacional, donde la importancia del sector equivale a una cuarta parte del PIB, y probablemente en la internacional.

Te presentamos La-Lista de las claves para entender lo que está pasando en torno al caso de Evergrande.

¿Qué es Evergrande?

Evergrande es un grupo inmobiliario chino fundado en 1996 por Xu Jiayin, que se convirtió en el hombre más rico de China durante el boom inmobiliario del país en los 90. El grupo es una de las mayores empresas privadas de China y uno de los líderes internacionales en promoción inmobiliaria.

Durante la década de los 90 invirtió en masivas promociones con una expansión en 280 ciudades chinas y en 2009 recaudó 9,000 millones de dólares en su salida a la bolsa de Hong Kong donde actualmente cotiza. 

En 2010 Jiayin compró un club de fútbol en dificultades y lo renombró Guangzhou Evergrande, que desde entonces ha ganado ocho ligas y ha fichado estrellas como el brasileño Robinho o el colombiano Jackson Martínez.

Con sede en Hong Kong, la empresa afirma emplear a 200,000 personas y tener a su cargo de manera indirecta 3.8 millones de empleos en el país.

¿Cómo empezó todo?

En China la posesión de una propiedad se ha convertido en un importante indicador social que, a menudo, se considera un requisito para un hombre antes de casarse.

El año pasado Pekín impuso nuevas reglas para limitar los créditos y forzar a los promotores a reducir su deuda, algo que ha resentido la compañía, que basó su crecimiento rápido en endeudamiento.

Estas medidas para desapalancar el sector prohíben vender propiedades antes de que estén terminadas, una práctica en la que también se basaba el negocio de Evergrande que ahora tiene una deuda equivalente al PIB de Rumanía: 305,000 millones de dólares.

Ante esto, muchos compradores vieron modificaciones en el calendario para la entrega de los apartamentos, la aparición de nuevas condiciones financieras en los contratos y hubo que empezar a pagar los gastos comunes del condominio inclusive antes de que entregaran las llaves.

Protestas tras protestas

En agosto, cientos de compradores protestaron frente a las oficinas de Evergrande en Shenzhen para reclamar el reembolso de sus inversiones, según imágenes publicadas en Weibo, el equivalente chino a Twitter.

Las cuales se retomaron en la semana del 13 de septiembre, que acumularon tres días de protestas consecutivas donde estuvieron presentes alrededor de 60 y 70 personas entre inversores y propietarios que exigieron respuestas.

Los propietarios temen porque pagaron por adelantado la construcción de su vivienda y corren el riesgo de no tenerla. También los trabajadores han protestado reclamando por sus salarios en la ciudad de Ezhou, en Hubei, en el este del país.

En China las manifestaciones son ilegales por lo que es muy poco común que las autoridades las permitan, especialmente en varias ciudades al mismo tiempo. En las redes sociales, habitualmente bajo estricto control, circulaban imágenes de las protestas. 

Los expertos dicen que este enfoque permisivo podría marcar el deseo del gobierno chino de mostrar a la opinión pública que está de su lado mientras estudia los próximos pasos a seguir.

Los temores

Los problemas que tiene Evergrande radican en vender sus propiedades y activos y obtener liquidez, algo que no tiene. Por lo que los temores de colapso están latentes. 

De primera instancia por su importancia en el sector y para la economía que equivale a un cuarto del PIB del país, con lo que una caída de precios podría tener importantes consecuencias. 

Existen opiniones cruzadas sobre si el régimen chino dejará caer al gigante, que provocaría importantes repercusiones en la economía nacional y probablemente la internacional, el gobierno no se ha pronunciado ante una posible ayuda financiera, pese a que estabilizar el mercado inmobiliario es una prioridad del presidente chino Xi Jinping, con el eslogan de que “la vivienda es para vivir, no para especular”.

Los temblores que egenera de Evergrande coinciden con la campaña de las autoridades para limitar el poder de las gigantescas corporaciones privadas. Estos temores se extienden a que exista un contagio al endeudado sector inmobiliario de China, con afectaciones al sector bancario y los inversores.

¿Qué dice la empresa?

El pasado 13 de septiembre el gigante reconoció que sus obligaciones ascendían a los 305,000 millones de dólares y dijo que se enfrentaba a un creciente número de desafíos legales, “dificultades sin precedentes” y “riesgos de impago de préstamos”.

Pero negó rumores de que está a punto de quebrar. Mientras que fue degradado en su calificación por dos agencias crediticias, mientras el precio de sus acciones bajaba al nivel que tenía en 2009.

Ante las protestas suscitadas en los últimos días, Evergrande aparentemente quiere ofrecer saldar su deuda con promesas de supuestas propiedades, aparcamientos o unidades de almacenaje.

En un comunicado a la bolsa de Hong Kong, Evergrande explicó que había contratado asesores financieros para explorar “todas las soluciones viables” para solventar su falta de liquidez y advirtió que no podía garantizar el cumplimiento de sus obligaciones.

De acuerdo con Bloomberg News, algunos acreedores, entre ellos dos no bancarios, están pidiendo un retorno inmediato de sus créditos ante el riesgo de impago reconocido por la propia compañía. Estas dos empresas llevan dos meses enviando peticiones de pago, sin embargo, no se detalla el monto de los préstamos. 

¿Qué dicen los expertos?

Analistas de Capital Economics estiman que el grupo tiene 1.4 millones de propiedades pagadas por clientes y aún sin construir, que ya no puede terminar ni entregarlas a sus propietarios.

Asimismo, la restricción del crédito en el sector ha sido “innecesariamente agresiva” y puede afectar en la demanda industrial y el consumo, advirtieron a Bloomberg expertos del Bank of America.

Analistas del centro SinoInsider, con sede en Estados Unidos, indicaron que Pekín “no dejará que Evergrande vaya a la quiebra” porque minaría la estabilidad del régimen.

Mark Williams, economista en jefe en Asia de Capital Economics, dice que un rescate estatal es poco probable, “es el símbolo del apalancamiento excesivo de un sector donde los gobernantes quieren imponer más disciplina. El colapso de Evergrande sería el mayor desafío que el sistema financiero de China ha sufrido en años”. 

“Los mercados no parecen preocupados ante el potencial de un contagio financiero por ahora”, pero “esto cambiará en caso de una quiebra a gran escala” que probablemente obligaría al banco central a intervenir, indicó Williams, “el desenlace más probable sería una reestructuración en que otros promotores asuman los proyectos por terminar de Evergrande a cambio de quedarse parte de la cartera de propiedades”.

La firma considera que, si el grupo colapsa, el gobierno priorizará la ayuda a compradores para evitar que el golpe económico derive en malestar social.

“Una quiebra de Evergrande podría dañar la confianza de los consumidores si afecta a los depósitos pagados por los hogares para casas que todavía no han sido completadas, pero asumimos que el gobierno actuará para protegerlos”, dijo la agencia crediticia Fitch.

El analista Philip Tse, de BOCOM International Holdings, advirtió que “habrá más caídas” a no ser que los líderes manden una señal clara sobre Evergrande o suavicen sus restricciones hacia el sector inmobiliario.

Los analistas consideran que, pese a que los dirigentes buscan frenar la toma excesiva de riesgos, probablemente trabajarán para evitar que el problema se vuelva inmanejable. 

¿Qué fue lo que pasó hoy?

El martes 14 de septiembre las acciones del grupo cayeron cerca de 11% al cierre de la bolsa de Hong Kong y desde principios de año acumulan una depreciación de casi 80%.

Pero hoy Hong Kong registró pérdidas de un 3.3%, mientras que los títulos de la empresa china al borde de la quiebra cayeron 17%, con lo que alcanza una caída de casi 90% con respecto al comienzo del año.

A partir de esta semana la compañía debe pagar intereses por sus préstamos y bonos y los expertos temen que no podrá hacerlo. 

El resto de mercados asiáticos se resintió de la situación, con caídas en Sídney, Singapur, Wellington, Bombay, Manila, Bangkok o Yakarta.

Las medidas

Aunque Evergrande ha vendido participaciones en algunos de sus múltiples activos y ha ofrecido importantes descuentos para deshacerse de bienes inmuebles, en la primera mitad de año registró un 29% de caída de sus beneficios. También tiene dificultades para vender sus oficinas en Hong Kong, incluso con un precio a la baja.

Dentro de las medidas que ha tomado el grupo para escapar de la bancarrota se encuentran tasas de interés milagrosas a inversiones de alto riesgo. Así como ofrecer a sus acreedores los pagos adeudados en especie, como terrenos o plazas de estacionamiento. Ofertas por lo general rechazadas por los interesados. 

También ha propuesto en los últimos meses a sus empleados vender – pero también comprar para ellos mismos- inversiones muy atractivas pero de alto riesgo. Las tasas de interés ofrecen una ganancia de entre 7% y 9%, según los empleados y folletos consultados por la AFP. 

Mientras que muchos compradores han sido persuadidos para que otorguen poderes a los empleados de Evergrande, con tal de que puedan firmar documentos en su nombre.

Las repercusiones han sido tal que ha provocado que fortunas se esfumen, como la de Zhang Yuanlin, presidente de Sinic Holdings Group, un promotor de desarrollo inmobiliario, que este lunes perdió 1,000 millones de dólares, a causa de los temores ante un posible colapso del gigante del sector, pasando de un patrimonio neto desde 1,300 millones de dólares hasta 250.7 millones por la tarde.

Hasta ahora el grupo se ha negado a dar declaraciones.

Con información de AFP.

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