‘Es horrible ser una excepción médica’: la mujer que no puede olvidar
Rebecca Sharrock, de 31 años, no se dio cuenta de que existía algo inusual en su extraordinaria memoria hasta el 23 de enero de 2011, cuando sus padres le mostraron un reportaje televisivo sobre personas con una capacidad similar. Foto: David Kelly/The Guardian

Todas las mañanas desde enero de 2004, Rebecca Sharrock tacha la fecha en un calendario que tiene en su cuarto. Al igual que muchas personas, esta mujer de 31 años lo utiliza para no perder la fecha, distinguiendo el día actual de los días anteriores.

A diferencia de muchos, Sharrock puede recordar lo que ocurrió en días específicos de hace cinco, diez o quince años.

¿Qué día fue el 21 de julio de 2007? Un sábado, recuerda Sharrock cuando le pregunté. Entusiasta fan de Harry Potter, Sharrock recuerda que ese día su padrastro fue a la tienda a comprar un ejemplar del recién publicado Harry Potter y las Reliquias de la Muerte.

La sensación de una brisa cálida evoca experiencias positivas de la infancia, al igual que un taller de canto en el que participó Sharrock en la escuela cuando tenía 13 años. “Casualmente, ese día de finales de octubre de 2003, fue cuando el presidente de Estados Unidos visitó Australia por primera vez”, recuerda. (Después de nuestra plática, verifico esto: George Bush Jr. llegó a Australia en su primera visita presidencial el 22 de octubre de 2003).

Sharrock recuerda que su madre vio las noticias ese día. “Aunque no significó nada para mí, que él viniera aquí, ese recuerdo [del coro] me hace recordar todo ese día”, comenta.

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Rebecca Sharrock recuerda que su padrastro fue a comprarle un ejemplar de un libro de Harry Potter el 21 de julio de 2007. Foto: David Kelly/The Guardian

Sharrock, que vive en Brisbane, Australia, no se dio cuenta de que existía algo inusual en su memoria hasta que, el 23 de enero de 2011, sus padres le mostraron un reportaje televisivo sobre personas que tenían una extraordinaria capacidad para recordar acontecimientos de su propia vida.

El segmento contó con la participación del profesor Craig Stark, investigador de neurobiología y comportamiento en la Universidad de California, Irvine. El laboratorio de Stark estudia un síndrome llamado memoria autobiográfica muy superior (HSAM), también conocido como hipertimesia.

Sharrock es una de las 60 personas conocidas en el mundo que padecen este síndrome.
En sus estudios, Stark y sus colegas les pidieron a las personas que recordaran un día concreto de la semana anterior, y también de hace más tiempo, por ejemplo, un año o una década. Las personas con HSAM recuerdan significativamente mejor tanto los acontecimientos personales como los públicos, así como los días y las fechas exactas en que ocurrieron.

“No lo recuerdan todo”, señala Stark. Las personas con HSAM sí olvidan cosas, pero en comparación con las personas que tienen una memoria episódica ordinaria, “es muy, muy gradual”.

Su extraordinaria capacidad para recordar experiencias vividas es el resultado de un tipo de memoria conocido como memoria episódica. Sin embargo, las personas con HSAM no obtienen mejores resultados en las pruebas de memoria estándar de laboratorio, como los ejercicios de memorización.

En 2006 se reconoció por primera vez el HSAM como un síndrome, después de que la estadounidense Jill Price contactó al difunto Dr. James McGaugh, colaborador de Stark en el UCI.

“Cada vez que veo aparecer una fecha en la televisión (o en cualquier otro lugar, en realidad), automáticamente regreso a ese día y recuerdo dónde estaba, qué estaba haciendo, qué día era”, escribió Price. “La mayoría lo llama un don, pero yo lo llamo una carga. ¡¡¡Todos los días repaso mi vida entera en mi cabeza y me enloquece!!!”.

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Las personas que padecen HSAM también obtienen altas puntuaciones en las escalas de rasgos obsesivo-compulsivos, explica un experto. Foto: David Kelly/The Guardian

Muchas personas que padecen HSAM describen una tendencia similar a repasar los días y poner a prueba su recuerdo de los acontecimientos, comenta Stark. “Describen cosas como, cuando eran jóvenes, olvidar algo y sentirse realmente traumatizados por ello, y no quieren que eso vuelva a ocurrir”.

Algunos organizan sus días utilizando calendarios, porque son capaces de recordar la experiencia de tachar una fecha concreta. “Seguiré conservando un calendario en mi cuarto hasta mi último día de vida”, dice Sharrock. “Me asusta no saber la fecha exacta [de lo contrario]… Confundir los días, la posibilidad de que eso ocurra me asusta”.

Para una persona con una memoria promedio, tal vez el miedo de Sharrock se parezca a la sensación de desconcierto que se siente cuando un amigo recuerda una experiencia en común de la que uno no tiene ningún recuerdo.

“Una de las cosas que no sabemos en realidad sobre estas personas es hasta qué punto se trata de una cuestión biológica inherente que hace que su memoria… sea mejor en este ámbito”, comenta Stark.

Su laboratorio ha analizado los cerebros de las personas que padecen HSAM, pero no encontró grandes diferencias en estructuras importantes para la memoria, como el hipocampo y la amígdala.

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‘Si estoy recordando algo negativo, mis emociones de esa experiencia regresarán’, dice Sharrock. Foto: David Kelly/The Guardian

“Encontramos algunas características en cuanto a la morfología y a la conductividad funcional [del cerebro] que en realidad concuerdan más con el trastorno obsesivo-compulsivo que con cualquier otra cosa”, explica Stark, quien añade que las personas que padecen HSAM también obtienen una alta puntuación en las escalas de rasgos obsesivo-compulsivos.

Aunque padecer HSAM puede ser útil -la madre de Sharrock comprueba con ella si las compras todavía tienen garantía-, también tiene sus inconvenientes. “Necesito tener distracciones como ruido y luz a mi alrededor para poder dormir“, comenta Sharrock. “Si todo está en silencio, los recuerdos aparecen en mi mente y eso me mantiene despierta”.

Para Sharrock, que también padece trastorno obsesivo compulsivo, ansiedad y autismo, esto hace que sea difícil lidiar con los malos recuerdos. “Si estoy recordando algo negativo, mis emociones de esa experiencia regresarán“, dice. “A veces la gente me dice que no lo suelto a propósito y que simplemente me quedo con lo negativo de mi vida”.

“Es horrible ser una excepción médica porque muy pocas personas entienden por lo que estás pasando y simplemente no existen muchos tratamientos diseñados para ello”.

“Recordar de esta forma me parece algo completamente normal”.

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