Los talibanes liberan al periodista británico Andrew North detenido en Kabul
Andrew North es un experiodista de la BBC. Foto: Twitter

Los talibanes liberaron a un periodista británico y a varios otros reporteros que retuvieron durante varios días, en un incidente que aumentó la preocupación acerca de la presión sobre los medios de comunicación en Afganistán.

El grupo se encontraba en una misión para la Agencia de la ONU para los refugiados, informando sobre la crisis humanitaria de Afganistán.

La misma noche en que se les concedió su libertad, al menos una activista afgana –de un grupo detenido el mes pasado– también fue liberada. Los talibanes estuvieron sometidos a una fuerte presión internacional por las detenciones de mujeres y periodistas.

Otro británico, el excamarógrafo Peter Jouvenal fue detenido por las autoridades talibanes en Kabul a finales del año pasado y sigue bajo custodia. Su familia hizo pública su preocupación sobre su salud y seguridad tras permanecer más de dos meses en prisión sin cargos ni acceso a un abogado.

Aunque los talibanes han detenido y golpeado a periodistas afganos con regularidad desde que tomaron el poder en el verano, las detenciones de esta semana marcaron la primera vez que se tiene constancia de que retuvieron a reporteros extranjeros durante más de algunas horas.

Uno de los detenidos en esta semana es el experiodista de la BBC Andrew North, que posee una larga experiencia de trabajo en Afganistán, incluso para la página web Tortoise. Recientemente grabó un artículo de From Our Own Correspondent para la BBC como freelance, y recientemente también escribió para The Guardian.

Su esposa, Natalia Antelava, pidió ayuda para conseguir su libertad. “Andrew estaba en Kabul trabajando para el ACNUR intentando ayudar a la gente de Afganistán. Estamos sumamente preocupados por su seguridad y pedimos a cualquier persona influyente que ayude a conseguir su liberación”, dijo.

No se ha revelado el nombre del otro extranjero ni de los afganos detenidos junto con North.

A última hora del viernes, el vocero del gobierno talibán, Zabihullah Mujahid, indicó que las personas detenidas mientras trabajaban para la ONU fueron aprehendidas originalmente porque “no poseían ninguna credencial, permiso ni documentos necesarios”, pero que ya estaban libres.

La ONU confirmó posteriormente que el grupo estaba libre. “Agradecemos a todos los que expresaron su preocupación y ofrecieron su ayuda. Seguimos comprometidos con el pueblo de Afganistán”, dijo la Agencia para los Refugiados en un comunicado en Twitter.

Las detenciones suponen una escalada en las amenazas contra los medios de comunicación, después de que grupos de defensa de la libertad de prensa y de los derechos humanos ya hubieran alertado sobre un clima de “hostigamiento cada vez mayor”.

Debido a que los dos hombres trabajaban para la ONU, el incidente también podría poner en peligro las entregas de ayuda extranjera, vitales en un momento de hambruna generalizada. Si las organizaciones internacionales temen que su personal no puede trabajar con seguridad, es posible que tengan que reducir sus operaciones.

“La detención de periodistas extranjeros por parte de los talibanes es lo más reciente en la escalada de represión contra los medios de comunicación en un intento de controlar lo que se informa y quién lo hace”, señaló Patricia Gossman, directora asociada para Asia de Human Rights Watch. “Las autoridades talibanes ya tomaron medidas drásticas contra los medios de comunicación afganos que informaban sobre la represión talibán”.

Desde el pasado mes de agosto, la policía o los servicios de inteligencia talibanes han arrestado o detenido a al menos 50 periodistas afganos y otros profesionales de los medios de comunicación, informó esta semana la organización Reporteros sin Fronteras en un informe sobre el país. Muchos de ellos fueron objeto de violencia durante su detención.

El segundo británico que permanece detenido por los talibanes es Jouvenal, que está casado con una ciudadana afgana y se encontraba en Kabul por motivos de negocios y para resolver asuntos familiares, indicó un amigo. Se cree que otros extranjeros fueron detenidos alrededor de la misma hora, aunque se desconocen sus nombres y nacionalidades.

Jouvenal, que filmó con John Simpson, de la BBC, la caída de los talibanes en 2001. No ha trabajado como periodista durante muchos años, sino que ha gestionado negocios, como una popular casa de huéspedes en Kabul.

Actualmente se encuentra en la cárcel desde hace dos meses, sin que se le hayan imputado cargos, y sin libertad para contactar a su familia o abogados.

“Pedimos urgentemente a las autoridades afganas que liberen a Peter”, dijo David Loyn, un amigo que también trabajó en Kabul como periodista. “Sufre de hipertensión y necesita medicamentos. En el sistema penitenciario afgano existe una gran amenaza de infección por Covid-19”.

“La familia y los amigos de Peter creen que pudo ser detenido por error, ya que se encontraba en Afganistán para tratar temas de inversión en la industria minera afgana, así como para llevar a cabo negocios familiares. Antes de su detención trabajaba abiertamente y se reunía con frecuencia con altos funcionarios talibanes”.

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