La familia de Halyna Hutchins demanda a Alec Baldwin por el tiroteo en el set de filmación de <em>Rust</em>
Memorial para Halyna Hutchins en Albuquerque, Nuevo México, en octubre de 2021. Foto: Nadav Soroker/Albuquerque Journal/Zuma/Rex/Shutterstock

La familia de la fallecida directora de fotografía Halyna Hutchins presentó una demanda contra el actor Alec Baldwin y otros miembros de la película Rust, alegando que el comportamiento imprudente y el recorte de gastos condujeron al homicidio culposo de Hutchins en el set.

El 21 de octubre del año pasado, Hutchins, una veterana del cine de 42 años, murió por un disparo mientras se preparaba para una escena en el rancho Bonanza Creek, a las afueras de Santa Fe, Nuevo México, cuando se disparó accidentalmente una pistola que sostenía Baldwin, en un incidente que conmocionó a Hollywood y provocó un replanteamiento sobre la seguridad de la producción y el uso de armas en el set. Desde entonces, Baldwin comentó en una emotiva entrevista con ABC News que creyó que el arma era segura y que no apretó el gatillo.

“Alguien es responsable de lo que ocurrió, y no puedo decir quién es, pero no soy yo”, dijo Baldwin.

La bala del arma de Baldwin hirió a Hutchins en el torso y se incrustó en el hombro del director, Joel Souza. Hutchins fue trasladada por aire a un hospital de Albuquerque, donde murió. Le sobreviven su esposo, Matthew Hutchins, y su hijo de nueve años.

La demanda también nombra a siete productores como demandados –Ryan Smith, Allen Cheney, Nathan Klingher, Ryan Winterstern, Anjul Nigam, Matthew DelPiano y Emily Salveson–, así como a los miembros del equipo Sarah Zachry, Dave Halls, Hannah Gutierrez Reed, Gabrielle Pickle y Seth Kenney, entre otros.

“Estamos acostumbrados a que vengan personas ajenas a la ciudad a jugar a los vaqueros y que no saben usar las armas”, dijo Randi McGinn, abogada de la propiedad en Albuquerque. “No se le entrega un arma a una persona hasta que se le da entrenamiento de seguridad… Nadie debería morir nunca por un arma real en un set de rodaje de una película ficticia”.

La oficina del alguacil de Santa Fe investigó el incidente y concluyó que Gutiérrez Reed, la inexperta encargada de armas y asistente principal de utilería de la película, de 24 años de edad, cargó la Colt .45 con lo que ella creyó que eran balas falsas, y que después le entregó el arma a Halls, el primer asistente del director. Halls anunció “arma fría” antes de entregarle el arma a Baldwin.

Posteriormente, Gutiérrez demandó a Kenney, proveedor de munición en el set de rodaje, alegando que suministró una caja de munición real mal etiquetada. Otros tres miembros del equipo también presentaron una demanda: Mamie Mitchell, la encargada del guion; Serge Svetnoy, el técnico de iluminación; y Cherlyn Schaefer, la médica principal.

En respuesta a la demanda, los productores de la película, entre ellos Baldwin, sostienen que se debería desestimar el caso porque se trata de un accidente laboral y, por lo tanto, debería pasar por el sistema estatal de indemnización a los trabajadores.

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