Filtración de Credit Suisse: los tres partidos más grandes piden que la UE evalúe el riesgo de Suiza
La filtración de Credit Suisse provocó un inusual debate en Suiza sobre la conveniencia de las leyes de secreto bancario del país. Foto compuesta: Guardian Design

Los tres grupos mayoritarios del Parlamento Europeo exigen que la Unión Europea evalúe la conveniencia de clasificar a Suiza como país de alto riesgo en materia de lavado de dinero y delincuencia financiera, mientras la reacción respecto a la filtración del Credit Suisse sigue resonando en todo el mundo.

Menos de 48 horas después de que The Guardian y otros medios de comunicación publicaran una investigación sobre la filtración como parte del proyecto Suisse secrets, los grupos políticos que representan a la mayoría de los diputados del Parlamento Europeo apoyan la posible inclusión de Suiza en la lista negra.

Este lunes, el vocero de asuntos económicos y monetarios del Partido Popular Europeo (PPE), de centro derecha, exigió a la Comisión Europea que reconsidere la cuestión de si Suiza representa una amenaza para la integridad financiera del bloque.

El martes, los voceros de los Socialistas y Demócratas (S&D) y Renew Europe, el segundo y tercer grupo más grandes que representan a la izquierda y al centro-izquierda en el parlamento, respectivamente, expresaron su apoyo hacia dicha medida.

Esto podría suponer la inclusión de Suiza en una lista de la Unión Europea de países considerados como de alto riesgo para el lavado de dinero, como Irán, Siria y Corea del Norte.

“Estas últimas revelaciones muestran que demasiados de los principales bancos del mundo aún no han aprendido su lección. Los bancos están demasiado dispuestos a aceptar dinero sucio, siempre y cuando puedan quedarse con las comisiones”, dijo Jonás Fernández, eurodiputado del S&D y vocero de asuntos económicos y monetarios.

“El lavado de dinero prospera gracias al secretismo y a que los bancos pueden trabajar en la sombra sin consecuencias. Mientras luchamos contra las desigualdades sociales y pagamos nuestra recuperación de la pandemia, Suisse secrets nos recuerda las verdaderas injusticias a las que nos enfrentamos“.

Y continuó: “La Unión Europea nuevamente tiene que examinar las acreditaciones de Suiza en materia de lucha contra el lavado de dinero y asegurarse de que la lista de países de alto riesgo de la Unión Europea es apta para servir como instrumento de lucha contra el dinero sucio”.

El vocero de asuntos económicos de Renew Europe, Luis Garicano, comentó: “La investigación Suisse secrets sugiere serias deficiencias en el sistema bancario suizo, las cuales plantean graves preocupaciones éticas y regulatorias”.

“Esperamos que la Comisión Europea tome en consideración estos hallazgos cuando revise de nuevo su lista de terceros países de alto riesgo. El hecho de que los delincuentes y tiranos del mundo pueden lavar dinero con tanta facilidad en las puertas de la Unión Europea es inaceptable”.

Los tres grupos constituyen el 60% del Parlamento Europeo, lo que sugiere que la mayoría de los miembros actualmente están a favor de tomar medidas estrictas para hacer frente al comportamiento de Suiza como paraíso fiscal. Sin embargo, la medida también necesitaría el apoyo político de la Comisión Europea, así como de los diferentes Estados miembros de la Unión Europea.

No obstante, el debate sobre su inclusión en la lista negra causó alarma en Suiza. En respuesta al debate después de la filtración, la Asociación Suiza de Banqueros dijo que el sector financiero del país “no tiene ningún interés en el dinero de origen sospechoso. Le concede la máxima importancia al mantenimiento de su reputación e integridad”.

Credit Suisse indicó en su comunicado sobre la filtración que “rechaza enérgicamente las acusaciones e inferencias sobre las supuestas prácticas comerciales del banco”, añadiendo que los presuntos fallos en gran medida eran históricos y, en algunos casos, se remontaban a “una época en la que las leyes, las prácticas y las expectativas de las instituciones financieras eran muy diferentes a las actuales”.

No obstante, las reacciones en Washington y Ginebra también apuntan a un creciente enojo contra Suiza por la divulgación de Suisse secrets, que reveló cómo Credit Suisse proporcionó cuentas bancarias secretas a una serie de clientes de alto riesgo durante décadas.

Ron Wyden, presidente de la comisión de finanzas del Senado de Estados Unidos, expresó su “gran preocupación” por lo que describió como “la facilitación durante décadas de Credit Suisse del lavado de dinero y la evasión fiscal”.

“Estos delitos solo son posibles cuando los malos actores del sistema financiero miran hacia otro lado y anteponen las ganancias por encima del cumplimiento de la ley“, dijo Wyden en un comunicado. Actualmente, la comisión de finanzas está evaluando si Credit Suisse cumplió un acuerdo que alcanzó en 2014 con el Departamento de Justicia en el que se comprometió a dejar de permitir la evasión fiscal de ciudadanos estadounidenses.

El Gobierno suizo todavía no ha respondido a la sugerencia de que podría ser incluido en la lista negra de lavado de dinero de la Unión Europea, lo que exigiría aplicar una mayor diligencia debida en cualquier transacción o relación comercial con una persona o empresa en el país.

Sin embargo, la publicación de la filtración, enviada inicialmente por un informante anónimo al periódico alemán Süddeutsche Zeitung, suscitó un inusual debate en Suiza sobre la conveniencia de las leyes de secreto bancario del país.

Algunos expresaron su indignación por el hecho de que las leyes hubieran impedido que los periodistas suizos participaran en la investigación sobre la filtración, que contó con la participación de medios como The Guardian, Le Monde, New York Times y el Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP).

Los periodistas suizos exigieron una reforma urgente del artículo 47 de la ley sobre el secreto bancario, que en los últimos años fue ampliada de tal manera que podría criminalizar la denuncia de irregularidades y el periodismo de interés público.

Arthur Rutishauser, editor del periódico suizo Tamedia, que anteriormente participó en investigaciones internacionales como HSBC Files y los Panama y Paradise Papers, denunció con enojo la ampliación del artículo 47 en un comunicado en el que explicó los motivos por los que se impidió que su organización periodística formara parte de la investigación de Suisse secrets.

El artículo 47 existe desde principios del siglo XX. No obstante, en 2015 lo ampliaron para incluir a terceros ajenos a los bancos, tras varios casos de personas de la banca que entregaron datos de clientes a autoridades fiscales extranjeras, incluido un CD de datos del HSBC Private Bank Suisse al que posteriormente accedieron los periodistas.

El lunes, el secretario general de la Federación Europea de Periodistas, Ricardo Gutiérrez, acusó a Suiza de violar “principios fundamentales de la libertad de prensa”.

“Suiza sencillamente no respeta las normas jurídicas europeas en materia de libertad de expresión y libertad de prensa”, señaló. “Favorece el interés particular de los banqueros sobre el interés general. Confisca el necesario debate público”.

“La jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que autoriza la divulgación de información confidencial siempre y cuando sirva al interés público, no tiene aplicación en Suiza. Esta práctica es digna de los peores estados autoritarios. Es necesario acabar con ella”.

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