Los días calurosos provocan más emergencias de salud mental, revela estudio
Los científicos indican que la crisis climática está aumentando la frecuencia de las temperaturas extremas y que todo el mundo está en riesgo. Foto: Sakis Mitrolidis/AFP/Getty Images

Las altas temperaturas del verano aumentan el número de personas que sufren situaciones de emergencia en materia de salud mental, descubrió el estudio más completo realizado hasta la fecha.

El análisis de los historiales médicos de millones de ciudadanos estadounidenses reveló un aumento promedio del 8% en el índice de visitas de urgencias a los hospitales en los días en que la temperatura se situó en el 5% más alto de aquellos registrados durante la década en que se realizó el estudio.

Se observó dicho efecto en casi todas las afecciones de salud mental, entre ellas el estrés, los trastornos del estado de ánimo y la ansiedad, la esquizofrenia, las autolesiones y los trastornos por consumo de sustancias. La crisis climática está aumentando la frecuencia de las temperaturas extremas, y los investigadores señalaron que su trabajo podría ayudar a los servicios de salud mental a predecir y prepararse para épocas de mayor necesidad.

“La gente está familiarizada con los riesgos del calor extremo en términos de deshidratación, golpes de calor, etc.”, señaló el profesor Gregory Wellenius, de la facultad de salud pública de la Universidad de Boston en Estados Unidos y autor principal de la investigación. “Lo realmente novedoso es que este estudio establece a una escala inédita que los días de calor extremo también pueden afectar de forma importante a la salud mental de las personas. Y esto no solo ocurre en un sector de la población vulnerable. Esto ocurre en todos los grupos de edad que analizamos, tanto para hombres como para mujeres, y en todas las regiones del país. Todo el mundo está en riesgo”.

La base de datos médicos que se utilizó para el análisis no incluyó a las personas que no cuentan con seguro médico. “Prevemos que (el aumento del 8% del riesgo) es una subestimación del verdadero volumen de enfermedades asociadas al calor extremo, porque es menos probable que los individuos más vulnerables estén incluidos en esta base de datos y, francamente, es menos probable que reciban el mismo tratamiento para la salud mental”, dijo Wellenius.

Las visitas a los servicios de urgencias de los hospitales son las manifestaciones más graves de los trastornos mentales, indicó la profesora Amruta Nori-Sarma, también de la Universidad de Boston y primera autora del estudio: “Incluso pequeños aumentos en el número de visitas a urgencias representan una enorme carga para los individuos y para el sistema”.

El estudio reveló que el mayor aumento del índice de visitas a urgencias se registró en el norte de Estados Unidos, alcanzando el 12% en la región del noroeste. Esto podría parecer contradictorio, comentó Nori-Sarma, ya que las temperaturas en el sur de Estados Unidos son más cálidas: “Pero observamos lo contrario”.

La razón podría radicar en que las personas que viven en lugares más calurosos ya están mejor adaptadas, ya que tienen más acceso a acondicionadores de aire, por ejemplo. “Este hallazgo es importante desde el punto de vista de la futura vulnerabilidad, ya que podemos esperar que las poblaciones que no tienen esas capacidades de adaptación se vean más estresadas en épocas de calor extremo”, indicó.

De acuerdo con un informe de mayo de 2021, la crisis climática está causando enormes costos ocultos en la salud mental de las personas de todo el mundo, como las olas de calor que aumentan las tasas de suicidio, las inundaciones que dejan a las víctimas traumatizadas y la pérdida de seguridad alimentaria, de hogares y de sustentos que causan estrés y depresión.

La última investigación, publicada en la revista Jama Psychiatry, analizó datos anónimos de 3.5 millones de visitas de urgencias al hospital por trastornos de salud mental por parte de 2.2 millones de personas entre 2010 y 2019. El estudio se enfocó en los meses más cálidos, de mayo a septiembre, y abarcó 2 mil 775 condados, que representan el 98% de los ciudadanos estadounidenses. Los investigadores señalaron que desde 2014 se han producido siete de los años más calurosos registrados en Estados Unidos.

Los científicos descubrieron que el aumento del riesgo era ligeramente mayor en los hombres que en las mujeres, potencialmente debido a que los hombres son menos propensos a buscar ayuda temprana y, por tanto, pueden necesitar atención urgente con mayor frecuencia. Los únicos trastornos mentales importantes que no provocaron un aumento del número de visitas a urgencias en días calurosos fueron los trastornos de la personalidad y del comportamiento, que son relativamente poco frecuentes y, por tanto, la muestra fue más pequeña.

De acuerdo con los investigadores, el aumento de las visitas a urgencias fue similar para la mayoría de los trastornos, indicando que el calor agrava las afecciones existentes. Esto se podría deber al aumento de la irritación o el malestar diurno o a la interrupción del sueño durante las noches calurosas.

“Cada vez es más evidente que un clima cambiante amenaza nuestros cuerpos y nuestras mentes”, señaló la doctora Emma Lawrance, del Imperial College de Londres, Reino Unido, y que no participó en el estudio. “Aunque el efecto es relativamente pequeño, implica grandes consecuencias para la salud pública y los sistemas de salud, ya que el cambio climático aumenta el número de días de calor extremo; los niños que nacen en la actualidad experimentarán siete veces más olas de calor que sus abuelos”.

Y añadió: “No solo las personas con síntomas más graves de mala salud mental se ven afectadas por el calor, sino que muchos de nosotros presentamos más síntomas de ansiedad, depresión y un estado de ánimo más decaído cuando las temperaturas son más altas. Sin embargo, los efectos son desiguales, ya que las comunidades más pobres suelen quedar más expuestas al calor”.

“Necesitamos la mitigación del clima para ayudar a prevenir el agravamiento de estos impactos, y la adaptación al clima para proporcionar más cobertura arbórea y acceso a espacios verdes para evitar las ‘islas de calor’ urbanas”.

El estudio empleó un diseño de “casos cruzados”, en el que se realiza un seguimiento de los individuos durante un periodo de tiempo y, por tanto, pueden actuar como sus propios controles experimentales. Se calculó el mayor riesgo de una persona de acudir al servicio de urgencias en un día caluroso mediante la comparación de ese día con el mismo día de la semana anterior y posterior. Esto anula otros factores personales que podrían influir en los resultados, como la edad o la ocupación.

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