Se espera que la reina Isabel II no asista a la misa del domingo de Pascua
La noticia es consecutiva al anuncio de la semana pasada de que la monarca, de 95 años, no asistiría al servicio religioso del Jueves Santo.
La noticia es consecutiva al anuncio de la semana pasada de que la monarca, de 95 años, no asistiría al servicio religioso del Jueves Santo.
La reina Isabel II no asistirá al servicio religioso del Domingo de Pascua en Windsor después de haberse retirado de varios eventos en los últimos meses a causa de problemas de movilidad.
El Palacio de Buckingham informó que no se espera que la reina, que ha experimentado problemas de salud recientemente, asista al evento del domingo, aunque se desconoce el motivo.
La semana pasada, el Palacio de Buckingham anunció que la monarca, de 95 años, no asistiría al servicio del Jueves Santo en la Capilla de San Jorge en Windsor. Por primera vez fue representada por el príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles en lo que es considerado un acontecimiento importante en el calendario real.
El príncipe Carlos siguió la antigua tradición de repartir monedas en el Jueves Santo a aquellos que han prestado un servicio cristiano a personas mayores, han trabajado incansablemente durante la pandemia o han reconfortado a los necesitados, durante el servicio en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor.
Se sabe que la reina goza de buena salud, pero que tiene algunos problemas de movilidad. El mes pasado fue acompañada por su hijo, el duque de York, al servicio conmemorativo de su difunto esposo, el duque de Edimburgo, en su primer compromiso oficial importante en seis meses.
Cada vez ha ido delegando más apariciones públicas a otros miembros de la realeza. Además de la misa de Jueves Santo, el príncipe Carlos sustituyó a la reina en el servicio del Día de la Commonwealth en la Abadía de Westminster el mes pasado.
El jueves constituye la quinta ocasión en que la reina no asiste a la misa de Jueves Santo durante sus 70 años de reinado. El gran limosnero mayor, el reverendo Michael Gresford Jones, obispo de St. Albans, representó a la reina en 1954, y seis años después la reina madre sustituyó a su hija, que había dado a luz al príncipe Andrés dos meses antes.
En 1964, el nacimiento del conde de Wessex en marzo supuso que el papel de la reina fuera desempeñado por su tía, la princesa Mary, y en 1970, la reina madre repartió las monedas del Jueves Santo en nombre de la reina, que se encontraba de gira en Nueva Zelanda.
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