¿Qué dice el cofundador de Twitter Jack Dorsey sobre la adquisición de la plataforma por Elon Musk?
El cofundador de Twitter, Jack Dorsey, dijo que el acuerdo de Elon Musk para convertir la plataforma en una empresa privada era el 'primer paso correcto'. Foto: Prakash Singh/AFP/Getty Images

El cofundador de Twitter, Jack Dorsey, apoyó la controvertida adquisición de la plataforma de microblogging por parte de Elon Musk, valorada en 44 mil millones de dólares, y describió al multimillonario como “la única solución en la que confío”.

El hombre de 45 años, que cofundó la empresa en 2006 y la sacó a bolsa de Nueva York en 2013, señaló que la empresa ha “pertenecido” a Wall Street y que el acuerdo alcanzado el lunes con Musk para hacerla privada era el “primer paso correcto”.

Sin embargo, Dorsey, que dejó de ser director ejecutivo de Twitter en noviembre y que recibirá un pago de 978 millones de dólares por su participación del 2.4% cuando se complete el acuerdo a finales de este año, señaló que, en última instancia, “en principio no creo que nadie deba poseer o dirigir Twitter”.

“Quiere ser un bien público a nivel de protocolo, no una empresa”, dijo, en una serie de tuits. “Sin embargo, para resolver el problema de que sea una empresa, Elon es la única solución en la que confío. Confío en su misión de extender la luz de la conciencia”.

Parag Agrawal, que tomó el puesto de Dorsey como director ejecutivo, comentó al personal que sus puestos de trabajo solo serán seguros durante los seis meses que tardará en cerrarse el acuerdo.

Una vez que se cierre el acuerdo, no sabemos qué dirección tomará la plataforma“, indicó Agrawal, que aspira a un paquete salarial de 38.7 millones de dólares debido a una cláusula de “cambio de control” en su contrato.

Grupos de derechos humanos, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, expresaron su preocupación ante la posibilidad de que se permita la propagación del discurso de odio tras el cambio de propietario. Musk, que es la persona más rica del mundo, se ha descrito a sí mismo como un “absolutista de la libertad de expresión” y ha criticado las políticas de moderación de Twitter.

“Aunque Elon Musk es un miembro acreditado de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y uno de nuestros partidarios más significativos, existe un gran peligro al tener tanto poder en manos de un solo individuo”, dijo el director ejecutivo de la ACLU, Anthony Romero.

Dorsey tuiteó que el plan de Musk de crear una plataforma que sea “de máxima confianza y ampliamente inclusiva” era el “correcto”.

Donald Trump, que fue expulsado permanentemente de Twitter tras los disturbios en el Capitolio de Estados Unidos el pasado mes de enero, comentó que no regresaría a la plataforma aunque Musk se lo permitiera. Se dice que Musk es partidario de los “tiempos fuera” temporales para los usuarios que infringen las políticas de Twitter, en lugar de las prohibiciones.

Musk cerró el acuerdo de compra de Twitter valorado en 44 mil millones de dólares tras unas dramáticas semanas de especulaciones sobre el futuro de la plataforma, desencadenadas por la aparición de Musk como su mayor accionista individual el 4 de abril. Posteriormente, Musk declaró una oferta de adquisición el 14 de abril, ofreciendo comprar todas las acciones de Twitter por 54.20 dólares cada una.

Al principio, la junta directiva de Twitter parecía oponerse, promulgando una medida antiadquisición conocida como “píldora venenosa” que podría haber hecho que el intento de adquisición fuera prohibitivamente costoso. Sin embargo, su renuencia inicial a aceptar una transacción pareció desvanecerse después de que Musk confirmara un paquete de financiamiento para el acuerdo -incluyendo 21 mil millones de dólares de su propio dinero, junto con financiamiento de la deuda de Morgan Stanley y otras instituciones financieras- y de que los accionistas lo aceptaran.

El fundador de Amazon, Jeff Bezos, la segunda persona más rica del mundo, cuestionó si China podría presionar al nuevo propietario de Twitter para que reprima las críticas contra el país publicadas en la plataforma.

Bezos respondía con ello una publicación de un periodista del periódico New York Times que señalaba la importancia de China para Tesla, dirigida por Musk, incluido el hecho de que es el segundo mayor mercado del fabricante de automóviles eléctricos.

“Interesante pregunta”, tuiteó Bezos. “¿Acaso el gobierno chino acaba de ganar un poco de ventaja en la plaza pública?”. Musk calificó a Twitter como la “plaza pública digital” tras llegar a un acuerdo el lunes.
Posteriormente, Bezos aclaró su opinión señalando que era poco probable que la presión china desembocara en la censura. “Mi propia respuesta a esta pregunta es que probablemente no”, dijo. “El resultado más probable en este sentido es la complejidad en China para Tesla, en lugar de la censura en Twitter. Pero ya veremos. Musk es extremadamente bueno manejando este tipo de complejidad”.
Wang Wenbin, un vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China
, indicó que no había fundamento en las especulaciones de que Beijing podría intentar usar su influencia sobre el fabricante de automóviles eléctricos para influir en el contenido del sitio de redes sociales.

Ross Gerber, un inversionista en Tesla descrito como cercano a Musk, tuiteó que Musk es “más poderoso que los países ahora”, agregando a Twitter y sus cientos de millones de usuarios a una cartera que también incluye a la empresa aeroespacial Space X.

Musk se comprometió a limpiar los bots de Twitter presentes en la plataforma, los cuales han sido utilizados para intentar manipular grandes eventos como las elecciones políticas.

No obstante, Vivian Schiller, exdirectora de asociaciones de noticias y periodismo de Twitter, teme que Musk no se dé cuenta de los retos que supone la moderación de contenido.

“Creo que tal vez simplemente no se dé cuenta de que el tipo de decisiones que se tendrán que tomar, y que en última instancia dependerán de él, son increíblemente complicadas”, comentó en el programa Today de Radio 4 de la cadena BBC. “Es fácil decir ‘creo en la libertad de expresión’, pero ¿qué se hace cuando se habla de incitación a la violencia, discurso de odio u otras formas de contenido realmente problemático?.

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