Turquía dice que no aprobará la incorporación de Suecia y Finlandia a la OTAN

Turquía anunció que no aprobará la adhesión de Suecia y Finlandia como miembros de la OTAN, horas después de que Estocolmo se sumara a Helsinki en un histórico cambio de política de seguridad nórdica al confirmar formalmente su intención de solicitar su ingreso a la alianza.

Recep Tayyip Erdoğan señaló que las delegaciones diplomáticas de ambos países, que revocaron décadas de neutralidad militar a raíz de la invasión de Rusia contra Ucrania, ni siquiera deberían molestarse en viajar a Ankara para debatir el asunto.

“No les diremos que sí a aquellos (países) que imponen sanciones a Turquía para que se incorporen a la organización de seguridad OTAN”, indicó Erdoğan. “Dicen que vendrán a Turquía el lunes. ¿Vendrán a persuadirnos? Discúlpennos, pero no deberían molestarse”.

Los comentarios del presidente turco surgieron en un momento en el que la primera ministra sueca, Magdalena Andersson, señaló que “una amplia mayoría” del parlamento respaldaba la adhesión a la OTAN como “lo mejor para la seguridad de Suecia”, provocando con ello una advertencia por parte de Moscú.

Suecia estaba “dejando atrás una época y entrando a una nueva”, explicó. El gobierno finlandés confirmó su intención de unirse a la OTAN el domingo, poco antes de que el partido gobernante al que pertenece Andersson, los socialdemócratas, abandonara 73 años de oposición a la idea.

Andersson indicó que el embajador sueco ante la OTAN entregaría formalmente la solicitud de Estocolmo a la sede de la alianza en Bruselas “en los próximos días” y que la solicitud para convertirse en miembro sería presentada simultáneamente junto con la de Finlandia.

Ankara planteó por primera vez sus objeciones a la adhesión de Finlandia y Suecia el viernes, citando su historial de albergar a miembros de grupos militantes kurdos y la suspensión de la venta de armas de Suecia a Turquía desde 2019 por la operación militar de Ankara en Siria.

El Ministerio de Justicia indicó el lunes que en los últimos cinco años los dos países no han respondido favorablemente a las solicitudes de extradición de 33 personas que, según dice Turquía, están vinculadas a grupos que considera terroristas, concretamente el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) y los seguidores de Fethullah Gülen. La OTAN se convertiría en “un criadero” de terroristas en caso de que se unieran los dos países, comentó Erdoğan en una conferencia de prensa el lunes.

La secretaria de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, expresó en la noche del lunes su “firme apoyo” a la incorporación de Finlandia y Suecia a la OTAN, y añadió que ambos países deberían ser integrados a la alianza “tan pronto como sea posible”, para “fortalecer la seguridad colectiva de Europa”.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha comentado en repetidas ocasiones que los dos países nórdicos serían “recibidos con los brazos abiertos”, aunque el proceso requiere la unanimidad de los 30 miembros actuales de la alianza. Las objeciones de Turquía, aunque tengan como objetivo obtener concesiones, podrían retrasar el proceso.

El ministro de Defensa de Suecia, Peter Hultqvist, señaló el lunes que Estocolmo estaba trabajando arduamente para superar las objeciones de Ankara, mientras que el Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que los ministros de Relaciones Exteriores de Suecia y Finlandia, Ann Linde y Pekka Haavisto, viajarían “pronto” a Turquía para entablar conversaciones.

“Confío en que seremos capaces de abordar las preocupaciones que Turquía ha expresado de tal forma que no retrase la adhesión”, dijo Stoltenberg el domingo.

Andersson comentó a los periodistas, tras el debate parlamentario de tres horas del lunes, que Suecia se encontraría “en una posición vulnerable” mientras se tramitaba la solicitud, no obstante, los ministros no percibían ninguna amenaza militar directa por parte de Rusia en la actualidad.

Estocolmo recibió garantías de seguridad por parte de socios clave, incluidos Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania y Francia, indicó, y el lunes Dinamarca, Noruega e Islandia también prometieron su apoyo, manifestando que “ayudarían a Finlandia y Suecia con todos los medios necesarios” en caso de que fueran atacados antes de obtener la membresía de la OTAN.

Sin embargo, el gobierno advirtió sobre la posible “desinformación e intentos de asustarnos y dividirnos”, dijo Andersson, añadiendo que en caso de que su solicitud fuera aprobada, Suecia no desearía tener bases militares permanentes de la OTAN ni armas nucleares en su territorio.

El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, señaló que los países “no deberían hacerse ilusiones de que nos limitaremos a tolerarlo”, calificando la medida como “otro grave error con consecuencias de largo alcance” y advirtiendo que el “nivel general de tensión militar aumentará”.
Sin embargo, posteriormente el presidente ruso, Vladimir Putin, pareció retractarse en cierta medida, y dijo que Moscú no consideraba la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN como una amenaza directa en sí misma. “Rusia no tiene ningún problema con estos Estados, ninguno”, señaló Putin.

“Y en este sentido, no existe ninguna amenaza inmediata para Rusia derivada de la ampliación de la OTAN para incluir a estos países”, indicó. No obstante, advirtió que el despliegue de infraestructuras militares en sus territorios “sin duda provocaría nuestra respuesta”.

Rusia les había desaconsejado a ambos países que se unieran a la OTAN, alegando que tal decisión la obligaría a “restablecer el equilibrio militar” a través del refuerzo de sus defensas en la región del Mar Báltico, incluso con el despliegue de armas nucleares.

Finlandia comparte una frontera terrestre de mil 300 km con Rusia, y con Suecia una frontera marítima. Ambos países han considerado durante décadas que el hecho de unirse a la alianza conformada por 30 miembros de la OTAN, liderada por Estados Unidos, representaría una provocación innecesaria para Moscú.

Sin embargo, la invasión de Ucrania ordenada por Putin el 24 de febrero ha provocado un profundo cambio de mentalidad, y el apoyo público para la adhesión a la OTAN en Finlandia se ha triplicado con creces, hasta alcanzar el 75%, y ha aumentado hasta entre el 50% y el 60% en Suecia.

El parlamento finlandés con sede en Helsinki también comenzó a debatir la cuestión el lunes. Aunque el 85% de los 200 parlamentarios finlandeses apoyan la adhesión, 150 solicitaron el uso de la palabra.

“Nuestro entorno de seguridad ha cambiado fundamentalmente”, manifestó la primera ministra, Sanna Marin, ante el parlamento al iniciar el debate. “El único país que amenaza la seguridad europea, y que ahora libra abiertamente una guerra de agresión, es Rusia”.