‘Tenemos que hacerlo’: el jurado de Cannes 2022 hace hincapié en el papel vital del cine en un mundo turbulento

La 75ª edición del Festival de Cine de Cannes comenzó en un contexto de crisis internacional, y el presidente del jurado, Vincent Lindon, presentó una apasionada defensa de la pertinencia del evento. Reconociendo el estruendo de la guerra en Ucrania y la persistencia de la pandemia, el actor francés comentó que, ante los “tiempos turbulentos” del mundo en general, el papel del festival resultaba más vital que nunca.

“¿Creen que el mundo cambiará si dejamos de organizar el festival de Cannes?”, preguntó. “No. Si lo hiciera, entonces estoy seguro de que dejaríamos de organizar el festival de Cannes. Pero pienso lo contrario. En este festival podemos ser un reflejo. Y creo que la cultura es la prueba o evidencia más crucial de cómo era el mundo cuando vivíamos en él. Así que es muy importante. Tenemos que hacerlo”.

El festival de cine de Cannes de este año ha sido promocionado como un renacimiento de todo tipo, después de su cancelación de último momento en 2020 y de una edición comprometida y ensombrecida por el Covid–19 el verano pasado, y presenta los nuevos trabajos de David Cronenberg y Baz Luhrmann, junto con el estreno de la superproducción de Tom Cruise Top Gun: Maverick. En una muestra de apoyo ante el conflicto en Ucrania, los organizadores prohibieron las delegaciones oficiales rusas y abrieron sus puertas a artistas individuales, muchos de ellos en desacuerdo con el régimen de Putin. El director ruso opositor Kirill Serebrennikov, recientemente liberado de su arresto domiciliario, tiene una película –Tchaikovsky’s Wife– que será proyectada en la competencia principal.

El invitado de honor sorpresa de la ceremonia de apertura, celebrada en la noche del martes, fue el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, que se dirigió al público a través de un enlace de video.
“Seguimos luchando”, dijo Zelenski. “No tenemos otra opción más que seguir luchando por nuestra libertad”. El presidente habló sobre Charlie Chaplin en El gran dictador, citó la película Apocalypse Now y estableció un paralelismo entre la guerra de ficción y los dictadores con la que ahora afronta Ucrania.

“Estoy seguro de que el dictador perderá”, continuó. “Nosotros ganaremos en esta guerra. Gloria a Ucrania”.

La presencia de Lindon, un veterano del cine francés de 62 años, encabezando el jurado aparentemente indica un mensaje de normalidad para un evento que se ha enfrentado a las críticas por su falta de directoras y su resistencia obstinada a programar películas producidas por plataformas de streaming. Sin embargo, el actor preside un ecléctico panel de nueve miembros que incluye a la actriz india Deepika Padukone, al cineasta iraní Asghar Farhadi y a la actriz y directora británica Rebecca Hall.

En la conferencia de prensa del jurado, los miembros sugirieron que la diversidad del panel reflejaba la industria en su conjunto. “Todos crecimos en países diferentes, en lugares remotos”, dijo la actriz sueca Noomi Rapace. “Pero creo que el cine es una especie de oxígeno remoto. Nos muestra cosas que normalmente no sabríamos o no entenderíamos y se dirige a esas personas incluso en las burbujas más bajas. Significa que los adolescentes que están en Rusia pueden ver cosas que no verían de otro modo. Las películas viajan y comunican, y en estos tiempos eso es más importante que nunca”.

Esta aspiración de recorrer el mundo parece quedar confirmada por la lista de películas de este año. Los candidatos al premio de la Palma de Oro abarcan desde la Banlieue de París hasta un circo en Polonia, desde las calles de El Cairo hasta la ciudad sagrada iraní de Mashhad. Además, la programación da cabida a Joyland, de Saim Sadiq, la primera película realizada en Pakistán que aparece en la selección oficial de Cannes.

El director noruego Joachim Trier argumentó que el alcance y la calidad del programa demostraban que la industria –si no el mundo– seguía en buen estado de salud. “Cannes representa el enfoque más sofisticado de la narración cinematográfica en la pantalla grande”, señaló. “Y el cine está atravesando un momento muy dinámico. Así que no hay que creer en la propaganda. La gente dice que está muriendo. No lo creo ni por un segundo”.

Lindon ganó el premio al mejor actor en el festival de Cannes de 2015 y coprotagonizó la explosiva Titane, de Julia Ducournau, que se llevó la Palma de Oro el año pasado. Nieto de un magistrado francés, reconoce que su papel como presidente del jurado efectivamente lo regresa al negocio familiar. No obstante, insiste en que el suyo será un jurado consensuado, abierto al debate y tolerante con las opiniones discordantes.

“En primer lugar, detesto cualquier roce o tumulto”, expresó. “Pero también concuerdo con (el escritor francés) Marcel Pagnol, que dijo algo como: ‘No quiero que nuestras opiniones sean percibidas como un juicio’. Además, es cultura, es arte, así que no hay vérité. Tienes permitido cambiar de opinión. Tienes permitido que no te guste algo, aunque sea fantástico. Cuando era joven, mi madre solía decirme: ‘No digas que las espinacas son malas. Di que no te gustan las espinacas’. Hay películas que no me gustan, pero aun así sé que son obras maestras”.

Después de aparecer brevemente para hablar con la prensa, Lindon se retirará ahora con su jurado de cara a la ceremonia de entrega de premios del 28 de mayo. Esto, explicó, era una tradición del festival de Cannes. “Las reglas son sencillas: guardar los secretos. No hables con tu esposo, esposa, novio o novia. Mantén tus pensamientos entre tú y las otras ocho personas. Y es un privilegio guardar un secreto en esta maldita era de redes sociales, cuando todos saben todo y sabemos que va a estar nublado entre las 11:23 y las 11:30 en Texas. Así que durante los próximos 12 días viviremos el secreto. Eso es lo que me entusiasma. Por eso me encanta este trabajo”.