Trump califica el ataque al Capitolio como un ‘engaño de insurrección’ ante el comienzo de las audiencias públicas
Donald Trump habló en un mitin en Wyoming el sábado apoyando a Harriet Hageman, que se enfrenta a la congresista Liz Cheney en las primarias republicanas de las elecciones de medio mandato. Foto: Chet Strange/Getty Images

Mientras el comité de la Cámara de Representantes que investiga el ataque contra el Capitolio de Estados Unidos por parte de partidarios extremistas de Donald Trump se prepara para dar inicio a las audiencias públicas la próxima semana, el expresidente calificó la insurrección del 6 de enero de 2021 como un engaño.

Trump habló en un mitin en el estado de Wyoming en la noche del sábado en apoyo a la candidata de las primarias republicanas en las elecciones de medio mandato contra la congresista Liz Cheney. Cheney forma parte del comité y ha sido denigrada por Trump desde que ella votó a favor de su histórico segundo juicio político a causa de la insurrección.

Dirigiéndose a una multitud con poco aforo en un mitin en la ciudad de Casper a favor de la candidata republicana Harriet Hageman, Trump arremetió contra Cheney, diciendo: “Como una de las principales defensoras del engaño de la insurrección, Liz Cheney ha promovido una narrativa partidista asquerosamente falsa, fabricada e histérica”.

Y añadió: “Miren la llamada palabra insurrección, el 6 de enero, qué cantidad de tonterías”.

Trump fue destituido por la Cámara de Representantes una semana después de que una turba violenta irrumpiera en el Capitolio de Estados Unidos para intentar en vano impedir que la sesión conjunta del Congreso certificara la victoria del demócrata Joe Biden sobre el republicano Trump en las elecciones presidenciales de 2020.

Trump fue acusado de incitar la mortal insurrección debido a que esa mañana llevó a cabo un mitin cerca de la Casa Blanca, durante el cual instó a la multitud a ir al Capitolio y “luchar como un demonio” para anular el resultado de las elecciones.

Después, mientras la violenta turba, muchos de ellos portando estandartes de Trump, irrumpía en el Capitolio y causaba estragos en pasillos, despachos y cámaras, atacando a policías ampliamente superados en número y provocando la huida de demócratas y republicanos para salvar sus vidas, Trump ignoró las peticiones de colegas y familiares para que pidiera públicamente a sus seguidores que se retiraran y solo horas después salió en televisión diciendo con tono apacible a la gente que “se fuera a casa”.

Trump fue absuelto en su juicio de destitución por el Senado estadounidense. Un informe bipartidista del Senado posteriormente vinculó siete muertes al ataque del Capitolio el 6 de enero.

Los legisladores pidieron la creación de un comité independiente, similar al que se creó tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, para investigar los sucesos acontecidos y que condujeron al 6 de enero y la implicación de la Casa Blanca de Trump.

Los republicanos del Senado anularon esa medida, por lo que la Cámara de Representantes formó el verano pasado un comité selecto para investigar la insurrección, presidido por el congresista demócrata de Misisipi Bennie Thompson, aunque también incluye a los republicanos Adam Kinzinger y Cheney, la hija del exvicepresidente Dick Cheney.

Desde ese momento, el comité ha reunido una gran cantidad de pruebas y tomado declaraciones de numerosos testigos a puerta cerrada, al tiempo que ha sido obstaculizado por muchos altos cargos republicanos, y acusa a Trump de intentar liderar una especie de golpe de Estado.

Se prevé que el comité lleve a cabo una serie de audiencias públicas a partir del 9 de junio y espera presentar un informe antes de las elecciones de medio mandato en noviembre. Por otro lado, el Departamento de Justicia también está investigando los hechos ocurridos en el Capitolio y sus alrededores, bajo la dirección del fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland.

En el mitin celebrado en Wyoming, Trump pareció lamentar el trato dado a las personas detenidas por participar en el ataque del Capitolio, mientras afirmaba falsamente que los activistas antifascistas y del movimiento Black Lives Matter contra el racismo “han matado a muchos”.

“Miren lo que le están haciendo a estas personas”, dijo.

Más de 800 personas han sido acusadas de delitos federales relacionados con los disturbios del 6 de enero, en lo que constituye la mayor investigación penal federal desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

Al menos 300 personas ya se han declarado culpables, en su mayoría de delitos menores, y casi 200 han sido condenadas. Aproximadamente otras 100 personas ya tienen fecha de juicio.

En los últimos casos judiciales, Matthew Mark Wood, de Carolina del Norte, se declaró culpable el pasado viernes de los cargos de irrupción en el Capitolio, incluido un delito de obstrucción de un procedimiento oficial, y será condenado en septiembre.

Entró al Capitolio trepando por una ventana rota y siguió a otros que habían superado a la policía a través de los pasillos hasta llegar a las oficinas de la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi.

Asimismo, el viernes pasado Matthew Joseph Buckler, de Maryland, se declaró culpable y será condenado en julio por “desfilar, manifestarse o formar piquetes de protesta en un edificio del Capitolio”, después de haber entrado también por una ventana forzada por la turba.

En el tribunal se dictaminó que el exmáximo dirigente del grupo violento de extrema derecha Proud Boys, Henry “Enrique” Tarrio, permanecerá encarcelado mientras espera su juicio por los cargos de haber conspirado con otros miembros del grupo extremista para participar en la insurrección.

Tarrio, residente del sur de Florida, fue acusado de varios cargos, entre ellos el de conspiración.

Síguenos en

Google News
Flipboard