Elon Musk y Twitter: cronología del acuerdo de 44 mmdd que amenaza con derrumbarse
Elon Musk, CEO de Tesla, aún podría retirarse de su acuerdo de 44 mil millones de dólares para la adquisición de Twitter. Foto: Dado Ruvić/Reuters

Elon Musk realizó el lunes su amenaza más factible hasta el momento de retirarse del acuerdo de 44 mil millones de dólares para adquirir Twitter, acusando a la empresa de cometer un “incumplimiento sustancial” al no revelar el número de bots que hay en la plataforma.

La carta fue publicada el lunes en la página web del organismo de control financiero estadounidense. Anteriormente había publicado en Twitter que el acuerdo “no puede avanzar” hasta que se hubiera resuelto el problema de las cuentas falsas y de spam.

Su decisión constituye el indicio más concreto de que podría estar renunciando a su acuerdo de adquisición de la plataforma de redes sociales y es la última de una larga y enrevesada saga entre el ejecutivo de Tesla y la plataforma de redes sociales.

Entonces, ¿cómo llegamos hasta este punto entre Elon Musk y Twitter?

El 4 de abril, en una declaración ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), Musk indicó que había comprado casi 3 mil millones de dólares en acciones de Twitter, lo cual lo convertía en el mayor accionista de la plataforma, con una participación del 9.2%. (Poco después, el grupo Vanguard lo superó, y ahora posee el 10.3% de la empresa, y sigue siendo el principal accionista).

El 5 de abril, Twitter anunció que Musk se incorporaría a la junta directiva, una medida que rápidamente fue revertida cuando él rechazó el nombramiento y se ofreció a comprar la empresa directamente y convertirla en una empresa privada. Su oferta era de 44 mil millones de dólares, es decir, 54.20 dólares por acción, un 38% más que el precio de cierre de Twitter el 1 de abril.

Ante la situación, la junta directiva de Twitter estaba dispuesta a aplicar una política de “píldora venenosa”, la cual permitiría que los accionistas actuales compraran acciones con un descuento considerable para reducir las participaciones de los nuevos inversionistas e impedir la venta. Sin embargo, las negociaciones entre Musk y la junta directiva parecieron cambiar la situación, y el 25 de abril se aprobó el acuerdo.

“La libertad de expresión es la base de una democracia funcional, y Twitter es la plaza pública digital donde se debaten asuntos fundamentales para el futuro de la humanidad“, dijo Musk en un comunicado publicado en Twitter tras la compra.

“Twitter tiene un tremendo potencial, y espero trabajar con la empresa y los usuarios para desbloquearlo”, añadió.

El acuerdo se llevó a cabo –y fue aprobado por unanimidad por la junta directiva de Twitter –, no obstante, una compra de 44 mil millones de dólares no es algo que ocurra de la noche a la mañana. La compra tiene que ser aprobada por los reguladores y los accionistas, y se esperaba que se cerrara a finales de 2022.

Mientras avanza la mecánica del acuerdo, los inversionistas y analistas contienen la respiración. Musk aún podría retirarse en cualquier momento, aunque se le cobraría una “comisión de rescisión” de mil millones de dólares por hacerlo. Musk, el hombre más rico del mundo, tiene un patrimonio estimado de 218 mil millones de dólares.

Algunos indicios indicaban que Musk seguía adelante con el acuerdo. El 25 de mayo, los documentos presentados revelaron que había conseguido fondos adicionales para la compra que le permitirían completarla asumiendo una deuda personal mínima. Dichos documentos revelaron que ha aumentado su financiamiento personal para la compra de 27 mil 300 millones de dólares a 33 mil 500 millones de dólares y ha asegurado 6 mil 250 millones de dólares adicionales en financiamiento de capital.

No obstante, la situación cambió pocas semanas después, cuando el lunes sus abogados enviaron una carta a Twitter en la que acusaban a la empresa de negarse a proporcionar información suficiente respecto al número de usuarios falsos existentes en el servicio, después de que Musk solicitara cifras adicionales el 9 de mayo. Señaló que la información proporcionada el 1 de junio era insuficiente.

“La última oferta de Twitter de simplemente proporcionar detalles adicionales en relación con las metodologías de comprobación de la propia empresa, ya sea a través de materiales escritos o explicaciones verbales, equivale a rechazar las solicitudes de datos del Sr. Musk”, indicaba la carta del despacho de abogados estadounidense Skadden, Arps, Slate, Meagher & Flom.

Estas solicitudes sientan las bases para que Musk se retracte sin tantas penalizaciones, explicó Anat Alon-Beck, profesora de derecho mercantil de la Universidad Case Western Reserve. Los acuerdos de fusión suelen contener ciertas “cláusulas” entre ambas partes entre el momento de la firma del acuerdo de fusión y el cierre del mismo.

Musk no tiene que cerrar el acuerdo a menos que Twitter “haya realizado o cumplido, en todos los aspectos materiales, con sus obligaciones requeridas en virtud de este Acuerdo”, indicó el acuerdo, según dijo Alon-Beck. Eso incluye la obligación de “proporcionar rápidamente a (Musk) toda la información referente al negocio, las propiedades y el personal de (Twitter) que pueda ser razonablemente solicitada por escrito”.

“Puede seguir solicitándole a Twitter más información sobre su problema con los bots”, señaló Alon-Beck. “Al final hará preguntas que no responderán, y entonces se podrá retirar”.

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