Los ensayos de la nueva vacuna anticovid aumentan las esperanzas de un refuerzo anual

Una versión actualizada de la vacuna anticovid de Moderna produce un aumento de ocho veces de los niveles de anticuerpos contra la variante ómicron, según los primeros resultados de los ensayos, lo cual aumenta las esperanzas de poder aplicar un refuerzo anual para proteger contra la enfermedad.

La vacuna es la primera fórmula “bivalente” que combina la protección contra ómicron y la cepa original del coronavirus, además de ser la principal candidata de la empresa para los próximos programas de refuerzo de otoño.

El Dr. Paul Burton, director médico de Moderna, señaló que la nueva vacuna elevó los niveles de anticuerpos hasta tal grado que podría bastar con la aplicación de un refuerzo anual, salvo que una variante sustancialmente diferente exija rediseñar de nuevo la vacuna.

“Los datos que mostramos hoy son verdaderamente importantes porque obtenemos una respuesta de anticuerpos realmente fuerte contra ómicron”, indicó. “Por primera vez, podríamos realmente considerar el potencial de un refuerzo de una sola vez al año, porque podemos lograr que las personas alcancen un nivel tan alto que tardarán más tiempo en disminuir”.

La nueva vacuna, denominada mRNA1273.214, combina 25 microgramos de la vacuna anticovid original de Moderna con 25 microgramos de la vacuna destinada específicamente a la variante ómicron. En el ensayo de fase 2/3, las inyecciones de 50 microgramos fueron administradas a 437 personas que ya habían recibido dos inyecciones primarias y un refuerzo de la vacuna original de Moderna a principios de la pandemia.

La empresa no ha publicado los datos completos del ensayo, sin embargo, de acuerdo con un comunicado de prensa, en las personas que recibieron una dosis de la nueva vacuna –la cuarta en total– los niveles de anticuerpos contra ómicron se multiplicaron por ocho en las primeras cuatro semanas.

Aproximadamente una cuarta parte de las personas que participaron en el ensayo se habían contagiado previamente de Covid-19, y en ellas los niveles de anticuerpos aumentaron incluso más. Burton explicó que los niveles de anticuerpos por encima de 400 unidades parecían ser suficientes para prevenir el contagio, y en el ensayo, los niveles aumentaron hasta 6 mil en las personas que no se habían contagiado anteriormente de Covid-19, y hasta 9 mil 500 en las que anteriormente resultaron positivas. “Ambos obtuvieron un aumento muy bueno, rápido y fuerte de los niveles de anticuerpos”, señaló Burton.

La primera variante ómicron, denominada BA.1, apareció a finales del año pasado y provocó graves brotes de Covid-19 en todo el mundo. Aunque fue menos grave en comparación con otras variantes anteriores, su alta capacidad de transmisión significó que aún podía aumentar el número de hospitalizaciones y muertes y ejercer una intensa presión sobre los sistemas de salud.

Desde que la primera ola de ómicron arrasó en el Reino Unido en diciembre y enero, han surgido subvariantes que son incluso más transmisibles. Tras un brote de la denominada BA.2 ómicron en primavera, otras dos variantes, conocidas como BA.4 y BA.5, comenzaron a ganar terreno.

La vacuna bivalente de Moderna ataca a la variante BA.1, no obstante, Burton comentó que, aunque se produzca una cierta reducción de la protección contra las variantes más recientes de ómicron, debería seguir ofreciendo una buena protección a largo plazo. “Confío en que resistirá a la familia actual”, dijo.

Moderna tiene previsto solicitar la aprobación de las autoridades reguladoras médicas en las próximas semanas, entre ellas la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido, con el fin de suministrar la vacuna para el programa de refuerzo de otoño.

“Hemos comenzado a producirla y, sin duda, tenemos previsto tenerla lista para el Reino Unido, Europa, Estados Unidos y países de todo el mundo, en gran cantidad”, señaló Burton.

Si el refuerzo proporciona protección durante todo el año contra el Covid-19, podría sentar las bases para hacer frente a la enfermedad de forma similar a la gripa, en cuyo caso se realiza un seguimiento continuo de las cepas para identificar las que se deben incluir en la vacuna estacional del año siguiente

“Para poder adelantarnos, tenemos que lograr un mundo como el de la gripa, en el que veamos la nueva cepa, la introduzcamos en la nueva vacuna, podamos hacerlo con bastante rapidez, y podamos adaptarnos mucho más rápido”, explicó Burton.