Se desatan incendios forestales en Arizona y California en una señal premonitoria de un verano intenso
El incendio Pipeline activo en las afueras de Flagstaff, Arizona, el domingo. Foto: Felicia Fonseca/AP

Las abrasadoras temperaturas y las desesperantes condiciones de sequía propiciaron la rápida propagación de varios incendios forestales explosivos que se desataron durante el fin de semana, obligando a realizar evacuaciones en los estados de California y Arizona

Estos incendios se encuentran entre las docenas de incendios que se han producido en el suroeste de Estados Unidos a principios del verano, entre ellos un intenso incendio en Nuevo México que se convirtió en el peor de la historia del estado. Las autoridades indican que se trata de una señal premonitoria de lo que se perfila como otro intenso año de incendios.

El denominado incendio Pipeline, que se encuentra activo al norte de Flagstaff, Arizona, se extendió hasta alcanzar aproximadamente 2 mil hectáreas después de originarse el domingo, avivado por ráfagas de viento a través de los pastos y matorrales secos. Las condiciones de viento y calor complicaron las labores de control, según indicaron las autoridades, las cuales añadieron que el incendio sigue activo en todos sus flancos.

“Los fuertes vientos, sumados al clima cálido, han sido el factor desafiante para los bomberos y los recursos aéreos, ya que se prevé que los vientos sean de 40 a 50 mph el día de hoy” indicaron las autoridades del condado de Coconino en una actualización el lunes.

La causa del incendio todavía se encuentra bajo investigación y no se han registrado estructuras destruidas, no obstante, un hombre de 57 años fue detenido, dijo la policía del Servicio Forestal.

Cerca de este lugar, se produjo un incendio distinto, denominado Haywire, que comenzó en la madrugada del lunes –probablemente debido a las brasas– y que en pocas horas había arrasado más de 650 hectáreas. Se espera que se combinen los dos incendios, los cuales se encuentran activos cerca del lugar donde recientemente se controló el incendio Tunnel en el condado de Coconino.

Los incendios han obligado a muchos residentes de la zona de Flagstaff a evacuar por segunda vez durante esta temporada.

“Aquí vamos otra vez”, comentó la residente Euelda King mientras esperaba junto con su familia en un estacionamiento, observando la nube de humo en el aire y los aviones volando por encima. La mujer explicó que apenas había tenido tiempo de volver a instalarse después de la última evacuación a principios de esta primavera. Su familia, compuesta por 11 personas, tiene previsto alojarse en el casino de la Nación Navajo, el cual ofrece asistencia a los miembros de la tribu que han sido evacuados.

“Los vientos son fuertes, y creo que tendrán que luchar un poco contra él”, añadió sobre la formación de grandes columnas de humo inquietantes en el horizonte. Las ráfagas de viento desplazaban el humo a través de Schultz Pass hacia Doney Park y las autoridades pidieron a todos los que se encontraban en la zona que salieran inmediatamente. “Con esta cosa avanzando tan rápido como lo está haciendo, podría acercarse mucho más, por supuesto espero que no lo haga“, comentó King.

Las autoridades indicaron que en la lucha contra el incendio participaban 13 camiones de bomberos, nueve brigadas, seis unidades de patrullaje de prevención, tres excavadoras y una pipa de agua. Está programada la llegada de un equipo de gestión de incidentes el lunes.

Mientras tanto, en California, las autoridades informaron que el lunes se emitieron órdenes de evacuación para los hogares remotos cercanos a un incendio forestal que se desató durante el fin de semana en las montañas situadas al noreste de Los Ángeles. El incendio Sheep, que se extendió a más de 400 hectáreas, estaba controlado en un 18% en la tarde del lunes, según informaron las autoridades, quienes también indicaron que 300 personas fueron evacuadas de la zona.

El incendio se produjo el sábado a poca distancia de Wrightwood, cerca del sendero Pacific Crest en las montañas San Gabriel, y avanzó rápidamente a través del terreno empinado cubierto de pinos y matorrales secos, dijeron las autoridades del departamento de bomberos del condado de San Bernardino.

“La humedad del combustible es baja al igual que año tras año”, señaló Alison Hesterly, oficial de información pública de Cal Fire San Bernardino, y añadió que los vientos irregulares desplazaron las llamas en diferentes direcciones. Además, los terrenos se encontraban en condiciones de incendiarse después de haber pasado décadas sin que se produjeran incendios.

“Una gran parte de la zona del incendio no se ha quemado en más de 20 años”, explicó Hesterly, añadiendo que algunas partes no habían experimentado incendios en más de 50 años. “Son muy susceptibles a las condiciones del fuego“.

El incendio aún no ha destruido viviendas, no obstante, alrededor de 50 estructuras se encuentran en su camino. “No hemos registrado incendios que pasen por las casas”, dijo Hesterly, “pero esas casas definitivamente están amenazadas”.

El incendio se produjo pocos días después de que funcionarios locales, estatales y federales se reunieran en Los Ángeles para compartir su preocupación respecto a los elevados riesgos y las condiciones extremas que se prevé que solo empeoren conforme se calienten las temperaturas y se agudice la sequía en los próximos meses.

Aproximadamente el 60% de California está clasificada como en situación de sequía extrema por el monitor de sequía de Estados Unidos y los niveles de humedad en la vegetación de todo el estado son extremadamente bajos. Las autoridades señalaron que las condiciones son un 40% más secas de lo que fueron en esta época del año en 2016, uno de los años más secos registrados en la región.

“Cada vez hace más calor, está más seco y es más rápido”, comentó Dustin Gardner, jefe del departamento de bomberos del condado de Ventura, señalando que en los últimos años se ha intensificado una tendencia alarmante. La crisis climática, que ha producido temperaturas más altas y ha acelerado las condiciones de sequía, ha prolongado la temporada de incendios y ha contribuido al comportamiento extremo de los mismos, lo cual dificulta la lucha contra las llamas.

Casi 1 millón de hectáreas se han incendiado este año en Estados Unidos, cifra que duplica con creces la del año pasado en esta época y supera en más de un 128% el promedio de los últimos 10 años, según los datos del Centro Nacional Interagencial de Bomberos (NIFC). Como preparación para un previsible aumento de las condiciones de los incendios, la agencia también ha incrementado su preparación al nivel 2, lo que significa que “varias áreas geográficas experimentan un riesgo de incendio entre alto y extremo”.

Se prevé que el suroeste, afectado por los incendios a principios de la temporada, tendrá una fuerte temporada de monzones que le ofrecerá un respiro después de la oleada de incendios de junio, no obstante, hasta que lleguen las lluvias, la región seguirá en situación de alto riesgo. California y el noroeste del Pacífico, sin embargo, se enfrentarán a un importante riesgo de incendios hasta el final del verano.

Associated Press contribuyó con información.

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