Elon Musk se reúne con los empleados de Twitter para dar un discurso sobre la ‘libertad de expresión’
Elon Musk se reunió con los empleados de Twitter el jueves, dando un discurso en línea que estuvo enfocado en la 'libertad de expresión'. Foto: Andrew Kelly/Reuters

Elon Musk se reunió directamente con los empleados de Twitter el jueves por primera vez desde que logró un acuerdo para adquirir la empresa en abril, centrándose en la “libertad de expresión” en un discurso en línea.

El multimillonario decidió comprar Twitter por 44 mil millones de dólares en abril, sin embargo, desde entonces se ha mostrado crítico con la empresa y ha amenazado con poner en pausa el acuerdo debido a su inquietud acerca de los bots, o cuentas falsas, que existen en la aplicación.

“La confianza hace la confianza. Suelo ser extremadamente literal en lo que digo… No es (necesario) leer entre líneas. Uno simplemente puede leer las líneas”, comentó Musk en la reunión, según un tuit de Nola Weinstein, directora global de experiencias de marca e interacción de Twitter. Weinstein posteriormente borró todos sus tuits relativos a la reunión y no respondió a la solicitud de comentarios de la agencia de noticias Associated Press.

Durante la reunión, Musk planteó objetivos ambiciosos para Twitter, comentando que esperaba que fuera utilizado por mil millones de personas a nivel mundial, según informó el periódico New York Times. Esa cifra es casi cuatro veces superior a su actual base de usuarios.

“Quiero que Twitter contribuya a una mejor y más duradera civilización en la que comprendamos mejor la naturaleza de la realidad”, señaló, según el Times, y añadió que esperaba que Twitter pudiera ayudarnos a “comprender mejor la naturaleza del universo, en la medida en que sea posible comprenderla”.

También ha criticado la política de trabajo remoto de Twitter, y en una ocasión pidió que la sede de la empresa fuera convertida en un “refugio para personas sin hogar” porque, según dijo él, en realidad eran muy pocos los empleados que trabajaban ahí. El comentario también supuso una burla poco disimulada a San Francisco, ciudad que cuenta con una gran población de personas sin hogar.

Musk no contribuyó mucho a apaciguar los temores de despidos en Twitter, rechazando responder de forma directa las preguntas sobre una posible reestructuración y señalando que “en este momento, los costos superan los ingresos, no es una muy buena situación”, según informó el Times.

El multimillonario empresario anteriormente creó un gran revuelo cuando comentó que quería “verificar a todos los humanos” presentes en el servicio. En la reunión, aclaró que eso no significa que desee que todos los usuarios de Twitter utilicen sus nombres reales, como en Facebook, ya que los seudónimos pueden permitir que las personas expresen sus opiniones políticas libremente, según indicó el New York Times.

El director ejecutivo de Twitter, Parag Agrawal, informó a su personal sobre la reunión con todos los empleados en un correo electrónico el lunes, señalando que le podrían enviar preguntas a Musk con antelación, según informó el periódico Wall Street Journal. Esta medida es poco frecuente cuando se trata de una compra que aún no se ha completado, explicó Harry Kraemer, exCEO de Baxter International y profesor de Kellogg School of Management de la Universidad Northwestern.

“En mi experiencia, es muy inusual y casi extraño que una persona que no ha comprado la empresa hable con los empleados actuales de la empresa que pretende comprar”, comentó, y añadió que el acuerdo “no era una garantía hasta que se concretara”.

En los últimos meses, Musk ha lanzado una avalancha de críticas contra la empresa, desde sus políticas de moderación y seguridad, que califica como una amenaza para la “libertad de expresión”, hasta sus cuentas de usuarios anónimos, las cuales le gustaría eliminar, así como su veto a Donald Trump, que se ha comprometido a revertir.

“Deberíamos permitir que las personas digan lo que quieran”, dijo en la reunión del jueves.

Estas acciones han hecho que muchos empleados se muestren recelosos ante la inminente adquisición por parte del iracundo multimillonario, por lo que algunos realizaron preguntas mordaces durante la reunión del jueves. “Cuando asuma la propiedad de esta empresa, ¿piensa seguir realizando declaraciones objetivamente incorrectas sobre los productos y las operaciones de Twitter, y desprestigiar públicamente a sus empleados?”, preguntó una persona, según indicó el New York Times.

Si la historia es una guía, es posible que Musk considere trasladar la empresa a Texas, como lo hizo con la sede de Tesla en diciembre. Musk, ferviente devoto de las criptomonedas, ha planteado la posibilidad de aceptar la criptomoneda dogecoin como pago de las cuentas premium. Musk también logró en una ocasión que Tesla comprara mil 500 millones de dólares en bitcoin y, durante un breve periodo, permitió que los clientes pagaran sus vehículos con criptomonedas.

Se desconoce si la reunión de esta semana significa que las dos partes se encuentran más cerca de resolver sus problemas. Las acciones de Twitter han estado cotizando muy por debajo de los 54.20 dólares por acción que Musk acordó pagar en medio de las dudas de Wall Street de que el acuerdo se consumara. Las acciones de Twitter subieron un 1% el jueves después de la reunión.

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