La tragedia de Texas evidencia el peligroso viaje de los migrantes para cruzar la frontera de EU
Un policía trabaja en el lugar donde 50 migrantes fueron encontrados muertos dentro de un tráiler en San Antonio, Texas, el lunes. Foto: Kaylee Greenlee Beal/Reuters

La muerte de 51 migrantes –que viajaban desde México, Guatemala y Honduras– en terribles condiciones en Texas pone en evidencia los inmensos riesgos que las personas están dispuestas a correr para cruzar la frontera de Estados Unidos en busca de una mejor vida económica o para escapar de la violencia que se vive en sus países de origen.

Laura Peña, directora jurídica del Proyecto de Derechos Civiles de Texas, representa a los solicitantes de asilo en la frontera. Como respuesta a la tragedia de San Antonio, comentó que tanto el gobernador de Texas, Greg Abbott, como el presidente Biden le han “fallado completamente a las personas que intentan buscar seguridad cruzando la frontera”.

“El cierre de las fronteras está obligando a las personas a tomar rutas más peligrosas. Esos son los hechos. Ha resultado en miles de muertes a través de la frontera… Y es un resultado directo de estos esfuerzos para reforzar la frontera y penalizar a las personas en lugar de invertir en los procesos, el simple proceso de las personas que están intentando buscar asilo y refugio en nuestros puertos de entrada en nuestras fronteras”.

Los procesos a los que se refiere Peña son los mismos que se emplearon para permitir que más de 3 mil refugiados ucranianos entraran a Estados Unidos a través de la frontera con México.

Añadió: “Hemos estado abogando por un proceso digno y humano en la frontera, donde las personas no se vean obligadas a arriesgar sus vidas. Hemos visto la capacidad del gobierno federal para lograrlo. Vimos que se utilizaron todos los recursos para nuestros hermanos y hermanas ucranianos, un proceso rápido y humano en la frontera. Pero cuando se trata de migrantes afroamericanos y latinos, se les quitan por completo esos mismos beneficios. No se les conceden de forma generalizada. Es el racismo subyacente, y el modo y el lugar en que tanto el gobierno federal como el estatal deciden militarizar”.

El martes, el presidente estadounidense, Biden, calificó las muertes como “horribles y desgarradoras”.
“Aunque todavía estamos conociendo todos los hechos sobre lo que ocurrió y el Departamento de Seguridad Nacional dirige la investigación, los informes iniciales indican que esta tragedia fue causada por contrabandistas o traficantes de personas que no tienen ningún respeto por las vidas que ponen en peligro y explotan para obtener ganancias”.

“La explotación de personas vulnerables para obtener ganancias es algo vergonzoso, al igual que la fanfarronería política en torno a la tragedia, y mi administración seguirá haciendo todo lo posible para impedir que los contrabandistas y traficantes de personas se aprovechen de las personas que intentan entrar a Estados Unidos entre los puertos de entrada”.

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Cincuenta presuntos migrantes fueron encontrados muertos y al menos una docena más fueron hospitalizados tras ser encontrados en el interior de una caja de un tráiler abandonado el lunes. Foto: Jordan Vonderhaar/Getty Images

El jefe de bomberos de San Antonio, Charles Hood, indicó que las personas halladas estaban “calientes al tacto” y que sufrían un golpe de calor y agotamiento por el calor.

El apogeo del verano en San Antonio, donde las temperaturas se mantienen constantemente en los 32 grados o más, no constituye un factor de disuasión para aquellos que buscan trabajo o huyen de la persecución. Tampoco la posibilidad de ser descubiertos por los agentes de la patrulla fronteriza. No obstante, el resultado del traicionero viaje es la espantosa imagen de montones de cadáveres.

El número de muertes de migrantes en 2021 fue de 650, la cifra más alta desde 2014. Esta cifra es un crudo recordatorio del costo humano de las políticas de inmigración de Estados Unidos, las cuales generalmente limitan el número de migrantes que pueden solicitar asilo.

El congresista Joaquín Castro, quien representa el distrito que abarca San Antonio, pidió que se ponga fin al Título 42, la política que invocó el gobierno de Trump en la época de la pandemia y que permite rechazar a los migrantes sin ofrecerles la posibilidad de solicitar protección humanitaria, aparentemente para evitar la propagación de enfermedades contagiosas como el Covid-19.

Castro argumentó que se trataba de una ayuda inmediata para la infraestructura de la inmigración estadounidense, que se ha visto desbordada.

Es inminente que se produzcan más cambios en la ley de inmigración de Estados Unidos. La Corte Suprema, de mayoría conservadora, también se pronunciará respecto a la política de Trump de “Quédate en México”, la cual obliga a los solicitantes de asilo procedentes de México a regresar a su país mientras esperan el resultado de sus casos de inmigración pendientes. Los defensores argumentan que esta política hace que los migrantes se enfrenten al regreso forzoso a las condiciones inseguras y vulnerables de las que estaban escapando.

Y para evitarlo, señalan los defensores, los migrantes están dispuestos a soportar condiciones extremadamente peligrosas y arriesgar todo con la esperanza de realizar el viaje a través de la frontera de Estados Unidos con México.

Biden intentó poner fin a esta política cuando asumió el cargo, pero no lo logró.

La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) indicó: “Si la Corte Suprema impide que el gobierno de Biden ponga fin al programa Quédate en México, consagrará un nuevo legado para Estados Unidos, un legado que consiste en darle la espalda a los compromisos internacionales y enviar a las personas directamente al peligro”.

Aunque el lúgubre descubrimiento del lunes se situó entre las tragedias más letales relacionadas con los migrantes, no es la primera de este tipo en San Antonio. En 2017, murieron 10 hombres que viajaban en un tráiler, tras haber estado sin agua, comida y aire acondicionado durante varias horas.

Un poco más al sur, en el condado de Brooks, Texas, 10 migrantes que viajaban en furgoneta murieron después de chocar contra un poste de servicios públicos el pasado mes de agosto.

En Houston, seis migrantes murieron en un vehículo todoterreno tras ser perseguidos por la policía bajo un clima lluvioso en 2019.

Los defensores han señalado durante mucho tiempo que estos episodios ejemplifican los riesgos que los migrantes están dispuestos a asumir para acceder a Estados Unidos y dejar atrás vidas inciertas en sus países de origen.

El senador de Texas Ted Cruz y el gobernador Greg Abbott no tardaron en culpar al presidente Biden de las últimas muertes acaecidas en San Antonio. Abbott comentó: “Estas muertes son responsabilidad de Biden. Son el resultado de sus letales políticas de fronteras abiertas. Muestran las consecuencias mortales de su negativa a hacer cumplir la ley”.

La condena contra el presidente surge después de que miembros del Partido Republicano de Texas criticaran a demócratas como el candidato a gobernador Beto O’Rourke por solicitar medidas más significativas de control de armas a raíz de la muerte por arma de fuego de 19 niños y dos de sus maestras en una escuela en Uvalde.

Tras la noticia de los fallecidos en San Antonio, O’Rourke hizo eco de los llamados a ampliar las vías de migración legal con el fin de disuadir a las redes de contrabando de personas responsables de organizar estos peligrosos viajes a través de la frontera.

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