El presidente de Sri Lanka confirma que renunciará en medio de las protestas

El presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, informó al primer ministro, Ranil Wickremesinghe, que renunciará, indicó la oficina de Wickremesinghe, lo que constituye la confirmación más formal hasta el momento de que pretende dimitir, probablemente esta semana.

El presidente Rajapaksa, quien se ha estado enfrentando a presiones para que renuncie desde hace varios meses, mientras el país atraviesa su peor crisis económica registrada, manifestó durante el fin de semana su intención de renunciar el 13 de julio, pero no se ha dirigido a la ciudadanía ni ha presentado su carta de dimisión.

“Rajapaksa informó de manera oficial al primer ministro Ranil Wickremesinghe que renunciará a su cargo, como se había anunciado anteriormente”, se lee en un comunicado emitido por la oficina del primer ministro.

Incluso cuando se realizó el anuncio, el paradero del presidente seguía siendo desconocido. No se le ha visto desde el viernes, cuando fue sacado de su casa y puesto bajo protección militar.

La tan esperada renuncia del presidente es consecuencia de las protestas masivas que se llevaron a cabo el sábado, durante las cuales cientos de miles de personas llegaron a Colombo e invadieron la casa y la oficina del presidente, así como la residencia del primer ministro, exigiendo que Rajapaksa renunciara de forma inmediata.

Rajapaksa ha sido el presidente desde noviembre de 2019 y, junto con otros cinco miembros de su familia que ocuparon altos cargos políticos, está acusado de corrupción, mal manejo económico y de llevar al país a la quiebra. Las reservas de monedas extranjeras de Sri Lanka se han agotado y el país se enfrenta a una crisis humanitaria, según indica la ONU, que no ha podido importar alimentos, combustible ni medicamentos.

El sábado, Wickremesinghe también aceptó renunciar a su cargo cuando se formara un gobierno compuesto por todos los partidos para asumir la gestión del país. El cinco veces exprimer ministro, que solo ha estado en el cargo desde mayo, se enfrentó a las críticas de que no había logrado mejorar la grave situación del país y que había contribuido a mantener la presidencia de Rajapaksa. El domicilio particular de Wickremesinghe fue incendiado por manifestantes en la noche del sábado.

Los manifestantes siguen ocupando las propiedades oficiales del presidente y del primer ministro, reclamándolas como propiedad pública y declarando que no se irán hasta que ambos hayan renunciado.
El domingo, los líderes de los principales partidos de la oposición de Sri Lanka se reunieron para intentar formar un nuevo gobierno de unidad y decidir a quiénes propondrán como nuevo primer ministro y presidente.

Se espera que el gobierno provisional dure únicamente entre seis y ocho meses, hasta que las circunstancias de Sri Lanka mejoren y resulte económicamente viable llevar a cabo unas elecciones parlamentarias.