Rusia intenta minimizar el cierre de la agencia de migración israelí
Cartel en la entrada de una sucursal rusa de la Agencia Judía para Israel, en Moscú. Foto: Evgenia Novozhenina/Reuters

El Kremlin insistió en que su decisión de cerrar la agencia que gestiona la migración judía a Israel no debería ser “politizada”, en medio de un creciente distanciamiento entre los dos países a raíz de las acciones de Moscú en Ucrania.

La semana pasada, el Ministerio de Justicia ruso solicitó la liquidación de la sucursal rusa de la Agencia Judía, una organización benéfica privada estrechamente asociada al gobierno israelí que promueve la migración a Israel.

El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, indicó el martes que la solicitud del ministerio surgió después de que la organización, que tiene varias oficinas en ciudades de todo el país, infringiera las leyes rusas.

“Hay problemas en el sentido del cumplimiento de la legislación rusa”, señaló Peskov. “No se debería politizar la situación ni proyectarla a la totalidad de las relaciones ruso-israelíes”.

Aunque Israel es uno de los pocos países occidentales que no ha impuesto sanciones contra Rusia y se ha abstenido de vender armas a Ucrania, los altos funcionarios israelíes se han mostrado más abiertos en su condena respecto a la guerra de Rusia.

En abril, el entonces ministro de Relaciones Exteriores, Yair Lapid, acusó a Moscú de cometer crímenes de guerra después de que surgieran informes sobre la matanza de civiles en las ciudades ucranianas de Bucha, Irpin y Hostomel.

El mes pasado, los familiares de Pinchas Goldschmidt, rabino moscovita desde hace muchos años, anunciaron que Goldschmidt se fue a Israel semanas después del inicio de la invasión de Ucrania, tras resistirse a las presiones del Kremlin para apoyar la guerra.

Las relaciones entre los dos países también se vieron perjudicadas en mayo, cuando el veterano ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, afirmó que Adolfo Hitler “tenía sangre judía” y que los “antisemitas más furibundos suelen ser judíos”. Israel calificó estos comentarios como “imperdonables”.

Lapid, que actualmente es primer ministro provisional de Israel, comentó el domingo que el cierre de la Agencia Judía sería “serio, con repercusiones en las relaciones (bilaterales)”.

En medio de la disputa diplomática, Israel anunció el martes sus planes para ampliar la ayuda humanitaria destinada a Ucrania, que por primera vez incluirá apoyo financiero para las organizaciones de asistencia civil presentes en el país asolado por la guerra, informó el periódico Times of Israel.

Mientras tanto, Maria Zakharova, vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, criticó la postura “completamente no constructiva y, aún más importante, predispuesta” de Israel respecto a Ucrania. “Ha sido absolutamente incomprensible y extraña para nosotros”, comentó a la televisión estatal rusa el martes.

Decenas de miles de rusos, muchos de ellos con un alto nivel de educación y cualificación, han salido del país desde que Vladimir Putin emprendió su invasión contra Ucrania hace más de cinco meses. Alrededor de 16 mil personas han llegado a Israel desde Rusia desde que comenzó la guerra, según indica la Agencia Judía.

La ministra de Inmigración de Israel, Pnina Tamano-Shata, explicó a la televisión local que actualmente 600 mil rusos eran elegibles para mudarse a Israel.

Los críticos del Kremlin han asociado la presión sobre la Agencia Judía a las crecientes medidas enérgicas ejercidas contra la sociedad civil desde el inicio de la campaña en Ucrania. Han cerrado decenas de organizaciones y entidades benéficas financiadas desde el extranjero.

Según el periódico Jerusalem Post, varias organizaciones judías que operaban en Rusia con financiamiento extranjero recibieron cartas de advertencia por parte del gobierno ruso la semana pasada.

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