Corea del Sur pide que se reforme la ley de acoso tras el asesinato de una mujer
Un hombre escribe una nota en la estación de Sindang en Seúl, Corea del Sur, donde una mujer fue apuñalada fatalmente, presuntamente por su acosador. Foto: Anthony Wallace/AFP/Getty Images

El asesinato de una mujer surcoreana que fue acosada por su presunto asesino durante años ha provocado la indignación y las demandas de introducir cambios en la ley para proteger mejor a las mujeres.

El asesinato de la mujer en un baño de la estación de metro en la que trabajaba a principios de este mes ha conmocionado a Corea del Sur, y ocurrió un día antes de que su presunto agresor, nombrado por la policía como Jeon Joo-hwan, de 31 años, fuera condenado por acosarla.

La víctima, de 28 años, que no ha sido identificada, fue apuñalada varias veces tras terminar su turno nocturno en la estación de Sindang, en el centro de Seúl.

Al parecer, los otros empleados de la estación, que acudieron al lugar de los hechos después de que la mujer activara una alarma en el baño, sometieron a Jeon. La mujer murió posteriormente en el hospital a causa de las heridas.

Los medios de comunicación surcoreanos afirmaron que Jeon comenzó a acosar a la mujer después de que empezaran a trabajar para el metro de Seúl en 2019. Al parecer, él le llamó cientos de veces para rogarle una cita y la amenazó con hacerle daño si se negaba.

Después de que la víctima denunciara a Jeon el pasado mes de octubre, fue despedido de su trabajo y detenido, pero liberado bajo fianza. Al igual que muchos otros sospechosos de acoso, no se le impuso una orden de restricción.

“Reconocemos la gravedad y la crueldad del crimen”, informó la agencia de noticias Yonhap al citar las palabras de un grupo de policías y expertos expresadas en un comunicado.

Jeon fue detenido por cargos de asesinato, y la sentencia relativa a su acusación de acoso se pospuso para el 29 de septiembre.

La muerte de la mujer ha desatado el enojo y las acusaciones de que las autoridades surcoreanas no están tomando con seriedad la violencia contra las mujeres.

La ministra de Igualdad de Género y Familia del país, Kim Hyun-sook, fue duramente criticada tras afirmar que no creía que el asesinato de la mujer constituyera un crimen de odio por razón de género.

Durante su visita a la estación de Sindang, Kim comentó a los periodistas que no creía que la misoginia hubiera sido un factor. “No estoy de acuerdo con que este caso sea catalogado como de hombres contra mujeres”, señaló. Los activistas por los derechos de las mujeres señalaron que casi el 80% de las víctimas de acoso en Corea del Sur son mujeres.

En su discurso ante la Asamblea Nacional esta semana, Kim suscitó un mayor enojo cuando sugirió que el delito se podría haber evitado si la víctima hubiera buscado asesoría en una línea de ayuda del ministerio y hubiera tomado otras medidas preventivas.

La ley contra el acoso, aprobada el pasado mes de octubre y que contempla una pena máxima de tres años de prisión, ha sido calificada como irregular, ya que permite que la policía actúe solo con el consentimiento de la víctima. Esta laguna, según dicen los críticos, les da a los acosadores la oportunidad de presionar a sus víctimas para que retiren la denuncia.

Desde que la ley entró en vigor, la policía ha realizado 7 mil 152 arrestos por acoso, pero solo se ha detenido al 5% de los sospechosos.

Según se informa, el Ministerio de Justicia está estudiando la posibilidad de eliminar el requisito del consentimiento, no obstante, los críticos han señalado que una medida similar lleva más de un año estancada en la Asamblea Nacional, debido en parte a la oposición del Ministerio de Justicia, que argumentó que la nueva ley contra el acoso sería suficiente.

Antes de que se aprobara la nueva ley, el acoso era considerado un delito menor en Corea del Sur, que se castigaba únicamente con una modesta multa, según informó el periódico Korea Herald.

Sin embargo, ahora está aumentando la presión sobre el presidente, Yoon Suk-yeol, para que refuerce la ley ante la evidencia de que el acoso suele preceder a delitos más graves.

Un informe reciente de la Universidad de la Policía Nacional de Corea reveló que casi cuatro de cada diez asesinatos cometidos contra parejas cercanas estuvieron precedidos por incidentes de acoso.

El caso del asesinato ha evidenciado la continua lucha de Corea del Sur contra los delitos de género. El país se ha situado a la vanguardia del movimiento #MeToo en Asia, en parte como respuesta a una epidemia de molka –filmaciones invasivas grabadas con cámaras espía que casi siempre tienen como objetivo a las mujeres– y a la indignación por el hecho de que las autoridades no estaban haciendo lo suficiente para castigar a los agresores.

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