Estoy en una relación con alguien que admiro, pero no amo. ¿Debo terminarla?

Llevo tres años de relación íntima con mi novia. Durante todo este tiempo, sabía que ella me quería mucho más de lo que yo la quería a ella. Sin embargo, ella es amable, honesta e inteligente, por eso no quería perderla y pensé en darle más tiempo a la relación, con la esperanza de que mis sentimientos cambiaran con el paso del tiempo. Ahora creo que me equivoqué. Ella no tiene muchos amigos y tampoco ha podido identificarse con los míos.

Es muy vulnerable y vive lejos de su familia. Repetidamente dice que soy lo único que le importa. Hace unos meses nos convertimos en compañeros de departamento y eso ha complicado aún más las cosas. Siento que si rompo con ella quedará destrozada. Pero a pesar de todo lo que admiro de ella, no estoy enamorado de ella.

¿Cómo debería terminar la relación? Actualmente me estoy mudando para trabajar en otro país, así que pensé en decirle gradualmente que la relación no funciona. Pero, ¿debería incluso hacer eso, dada su vulnerabilidad y soledad?

Eleanor comenta: Pareces tener claro qué es lo que quieres hacer: quieres dejarla. Pero también sabemos que el hecho de querer dejarla no siempre es suficiente para que realmente la dejemos. Muchas personas han caído en el espacio en el que te encuentras en este momento; conscientes de que la conversación sobre la ruptura causará dolor, la posponemos, una y otra vez, y mientras estamos engañando funcionalmente a la otra persona respecto a si la queremos, nos decimos a nosotros mismos que estamos actuando por su bien. Nos convencemos de nuestro propio carácter indispensable. Simplemente no sé cómo se las arreglaría ella.

La verdad es que la forma de herir de verdad a alguien –de realmente hacerle daño– es quedarse cuando uno no quiere.

Tú no amas a esta mujer. Lo tienes claro conmigo y contigo mismo. Y la cuestión es que ella probablemente ya lo sabe. No resulta difícil darse cuenta cuando alguien se siente realmente emocionado por ti, cuando te extraña y te desea y se siente ilusionado por su futuro juntos. La verdadera calidez de una persona hacia la otra brilla a través del espacio entre ellas. Las personas se dan cuenta cuando no existe esa calidez. Es una ausencia evidente. Si lo máximo que sientes por ella es “admiración”, es probable que ella ya haya percibido un vacío en su relación.

Tienes razón en que terminar la relación le haría daño. Pero también lo haría la acumulación constante de las noches que pasa preguntándose si está imaginando cosas. También lo haría cada vez que le pidieras que siguiera creyendo que la amas cuando es tan evidente y claro para ti que no es así.

Además, aunque ella nunca haya percibido nada malo, intenta pensar en el tipo de vida que ella podría tener. En este momento, dices que lo único que le importa es una persona que no le corresponde. No le haces ningún favor al ayudarla a permanecer atrapada ahí. Escribes sobre ella con respeto y estima, esos sentimientos deberían significar que no quieres impedir que ella esté con otra persona que la ame de verdad, o que por lo menos sepa la verdad.

Puede que incluso descubras que el hecho de terminar la relación es una forma de hacerle un favor. A veces, un golpe contra la vida que tenemos es exactamente lo que necesitamos para reconstruir una mejor. Es posible que ella los sorprenda a ambos con lo mucho que puede aguantar.

Por supuesto, es posible que, en cambio, se desmorone y te diga que hiciste algo horrible. Pero independientemente de lo que pase, intenta no confundir una comprensible renuencia a tener una conversación difícil con una auténtica preocupación por su bienestar. Si te preocupa agravar su vulnerabilidad y soledad, quedarte no es la opción menos dañina.

Tomar grandes decisiones en la vida como esta requiere valor, optimismo y una buena dosis de esperanza: solo somos capaces de dejar las cosas que conocemos porque podemos tener la esperanza de que el futuro puede ser mejor. Intenta tener esa esperanza para tu novia, así como para ti mismo.