Sacheen Littlefeather, actriz y activista que rechazó el Oscar de Marlon Brando, murió a los 75 años
Sacheen Littlefeather falleció a los 75 años de edad: Matt Baron/BEI/REX/Shutterstock

Sacheen Littlefeather, activista nativa americana que rechazó el premio Oscar de Marlon Brando por El Padrino, falleció a los 75 años de edad, anunció la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas el domingo.

Littlefeather padecía cáncer de mama.

La Academia anunció su muerte en un tuit en la noche del domingo. The Hollywood Reporter citó un comunicado de su cuidador en el que se indicaba que había fallecido al mediodía del domingo en su casa en la ciudad de Novato, al norte de California, rodeada de sus seres queridos.

Brando ganó el Oscar a mejor actor en 1973 por su papel en El Padrino, pero no asistió a la ceremonia, en protesta por los derechos de los nativos americanos. Littlefeather asistió al evento en nombre de Brando. Se negó a aceptar el premio y pronunció un breve discurso en el que explicó que la negativa del actor se debía, en parte, al “trato que reciben los indios americanos en la actualidad por parte de la industria cinematográfica… y en la televisión, en los refritos de las películas”.

Littlefeather, que en aquel momento tenía 26 años, fue abucheada; posteriormente alegó que los guardias de seguridad de los bastidores tuvieron que retener al actor John Wayne para que no la agrediera. Al parecer, otras personas entre bastidores le hicieron gestos ofensivos. Hollywood la incluyó en su lista negra después de la ceremonia.

En agosto, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas ofreció una disculpa formal a Littlefeather por el trato que recibió.
El organismo que supervisa los premios Oscar describió su aparición como “una poderosa declaración que nos sigue recordando la necesidad del respeto y la importancia de la dignidad humana”.

“El maltrato que usted soportó a causa de esta declaración era injustificado e injustificable. La carga emocional que usted ha vivido y el costo de su propia carrera en nuestra industria son irreparables. Durante mucho tiempo, la valentía que demostró no ha sido reconocida. Por ello, le ofrecemos nuestras más profundas disculpas y nuestra sincera admiración”, indicó el comunicado.

Littlefeather respondió diciendo: “En cuanto a la disculpa de la Academia conmigo, nosotros los indios somos personas muy pacientes, ¡solo han pasado 50 años! Tenemos que mantener nuestro sentido del humor en todo momento. Es nuestro método de supervivencia”.

En una entrevista con The Guardian en 2021, Littlefeather contó su difícil infancia. Nació en 1946, hija de un padre apache y yaqui y de una madre blanca, quienes padecían enfermedades mentales y no podían criarla. Se la llevaron a los tres años y la criaron sus abuelos maternos; recordaba que, de pequeña, golpeaba a su padre con una escoba para que dejara de pegarle a su madre. “Creo que fue entonces cuando me convertí realmente en activista”.

Littlefeather comenzó a visitar reservas situadas en Arizona cuando tenía 17 años, tras la muerte de su padre. “Realmente experimenté un gran avance, con otras personas indias urbanas, volviendo a nuestras tradiciones, a nuestra herencia. Los ancianos que venían de diferentes reservas nos enseñaron a los jóvenes cómo volver a ser indios. Fue maravilloso”.

A principios de sus 20 años, Littlefeather trabajaba en una estación de radio con sede en San Francisco, dirigía un comité local de acción afirmativa para los nativos americanos y estudiaba la representación en la pantalla y en los deportes. Cuando escuchó a Marlon Brando hablando sobre los derechos de los nativos americanos, le escribió una carta; meses después, él la llamó y se volvieron buenos amigos.

En la misma entrevista, Littlefeather –quien como persona mayor enseñaba conocimientos culturales a los nativos americanos más jóvenes– comentó que estaba “muy, muy enferma” de cáncer de mama.

“Desde hace tiempo he estado recibiendo quimioterapia y antibióticos diariamente. Como resultado, mi memoria no es tan buena como solía serlo”, explicó. “Me siento muy cansada todo el tiempo porque el cáncer es un trabajo de tiempo completo: las tomografías, las resonancias magnéticas, los análisis de sangre del laboratorio, las consultas médicas, la quimioterapia, los doctores de control de enfermedades infecciosas, etc, etc. Si eres flojo, no tienes por qué solicitar el cáncer”.

Hablando sobre la muerte, comentó: “Me voy a otro lugar. Me voy al mundo de mis antepasados. Me despido de ustedes… He ganado el derecho a ser mi verdadero yo”.

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