Agentes de la patrulla fronteriza acusan a mexicano que asesinaron de amenazarlos con unas tijeras

Los agentes federales estadounidenses aseguraron que el hombre mexicano al que mataron con arma de fuego en una estación de la patrulla fronteriza en Texas esta semana se acercó a ellos mientras blandía un “arma blanca”, que al parecer un par de tijeras.

Los agentes de la patrulla fronteriza dispararon contra Manuel González Morán, de 33 años, en El Paso, Texas, el martes. Lo habían detenido por presuntamente reingresar a Estados Unidos sin autorización. Murió tras ser trasladado al hospital.

En un comunicado del FBI se indicó que los agentes intentaron detener a González aplicándole una descarga eléctrica con una pistola paralizante, después de que saliera corriendo de una celda de detención. El FBI señaló que los agentes finalmente abatieron a González luego de que este agarrara “un arma blanca” y se acercara a ellos.

El FBI no especificó cuántos agentes dispararon contra González, si alguno de ellos fue retirado de sus funciones habituales mientras se investigaba el caso o qué tipo de “arma blanca” supuestamente poseía el hombre asesinado.

Citando documentos que indicó haber obtenido y verificado, el medio Vice World News informó que González –oriundo de la cercana Ciudad Juárez– agarró un par de tijeras y amenazó a los agentes.

Vice también informó que González estaba detenido en una celda junto con otros 20 migrantes cuando un agente abrió la puerta para procesarlo y salió corriendo, dirigiéndose a una zona de oficinas donde se encontraban las tijeras.

Según Vice, los agentes dispararon contra González “a quemarropa” cuando la pistola paralizante no lo detuvo. Una bala rozó el brazo izquierdo y una segunda impactó en la sien, hiriéndolo fatalmente.

El FBI señaló que González fue asesinado meses después de salir en libertad condicional de una condena de 11 años de prisión en Colorado, un castigo que también requería su deportación a México. González fue condenado en 2011 en Pueblo, Colorado, por asalto a mano armada que causó lesiones corporales graves, añadió el FBI.

A pesar de la declaración del FBI, los comentaristas de algunos sectores expresaron su preocupación respecto al nivel de fuerza que se está utilizando contra algunos de los cientos de miles de migrantes que, según dicen las autoridades, han estado ingresando a Estados Unidos desde la frontera sur.

Una semana antes del asesinato de González, un par de hermanos gemelos estadounidenses –uno de ellos director de una cárcel privada que anteriormente albergaba a migrantes detenidos– dispararon contra dos mexicanos cerca de la frontera en el condado rural de Hudspeth, ubicado a aproximadamente 144 kilómetros de El Paso.

Jesús Iván Sepúlveda Martínez, de 22 años, fue herido en la cabeza y murió. Una mujer que lo acompañaba recibió un disparo en el estómago y resultó herida.

Las autoridades acusaron a Michael Sheppard –que fue despedido de su trabajo como director del centro de reclusión del oeste de Texas– y a su hermano, Mark Sheppard, de homicidio culposo.

Al parecer, los hermanos afirmaron a los investigadores que estaban cazando y que confundieron a los migrantes con animales.

Los testigos alegaron que los hermanos Sheppard profirieron palabras despectivas a los migrantes antes de abrir fuego.

La cárcel que Michael Sheppard dirigió antes de su despido fue objeto de múltiples denuncias de abusos –físicos y verbales– contra los migrantes africanos detenidos. Las autoridades tuvieron dificultades para dar seguimiento a dichas denuncias debido a que muchas de las personas entrevistadas fueron deportadas, comentó un coautor de un informe de 2018 que detalla las denuncias de abuso.

La agencia federal estadounidense que gestiona a los migrantes detenidos dejó de enviar a los detenidos al centro de reclusión del oeste de Texas en 2019, después de que se abriera un centro de reclusión más grande relativamente cerca del lugar, dijeron las autoridades.

Associated Press contribuyó con información.