Los escándalos de trampas en el deporte
Lance Armstrong, Diego Maradona y Tonya Harding. Foto compuesta: Getty Images

Desde que Gambito de dama, de Netflix, cautivó a 62 millones de espectadores, el ajedrez no había acaparado tanto la atención de los medios de comunicación.

El mes pasado, el gran maestro noruego Magnus Carlsen, número 1 del mundo y ya la “estrella del rock” del ajedrez –véase los perfiles de GQ y las colaboraciones multimillonarias en ropa– acusó al estadounidense Hans Niemann de hacer trampa después de que el joven de 19 años pusiera fin a la racha de 53 victorias de Carlsen.

Niemann admite que su victoria fue algo inesperado, sobre todo porque Carlsen jugaba con las piezas blancas, pero sostiene que preparó una jugada de apertura y que “por algún ridículo milagro” Carlsen la jugó. Carlsen no lo creyó y –por primera vez– se retiró del torneo. En un delicioso giro, ambos estaban destinados a encontrarse de nuevo dos semanas después, en esta ocasión a través de internet. Después de realizar una sola jugada, Carlsen volvió a renunciar dramáticamente en señal de protesta.

Otras figuras destacadas del mundo del ajedrez han opinado al respecto (así como Elon Musk, pero ¿cuándo no lo hace?). Niemann reconoció que ya había hecho trampas en dos ocasiones, hace años, pero lo atribuyó a una indiscreción juvenil. Incluso ha declarado que está dispuesto a jugar desnudo para demostrar su inocencia actual, lo cual podría no ser suficiente si se toma en cuenta que algunos detractores han sugerido que usó cuentas anales vibratorias para recibir señales.

Además, la semana pasada Chess.com publicó un informe revelador de 72 páginas en el que se sugería que Niemann había hecho trampa más de 100 veces. Mientras el drama continúa, repasemos algunos de los mejores escándalos de trampas en el deporte.

Maratón de San Luis, Juegos Olímpicos de 1904

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Una fotografía grupal de los competidores del maratón de 1904. Foto: PPP

Resulta realmente difícil saber por dónde empezar en este caso. Aunque el tramposo en cuestión era el estadounidense Fred Lorz, que de manera bastante brillante tuvo la osadía de recorrer 17 kilómetros de la carrera en un auto, en general ocurrieron muchas cosas. Lorz, que solo entrenaba de noche debido a su trabajo de albañil, ya había posado triunfalmente con la hija del presidente Roosevelt y estaba a punto de aceptar su medalla de oro cuando un espectador lo desenmascaró y lo abucheó rotundamente. La excusa de Lorz fue que se trataba de una broma pesada y que siempre iba a decir la verdad.

En su lugar, otro estadounidense, Thomas Hicks, quien terminó la carrera sin auto, pero con la ayuda del brandy, las claras de huevo y la estricnina –y perdió un total de ocho libras durante el recorrido– fue declarado ganador. Entre los demás competidores se encontraban: el cubano Félix Carbajal, que vestía una boina y unos pantalones largos cortados a la altura de las rodillas y que en un momento determinado se detuvo para echar una siesta; un atleta sudafricano, Len Tau, que fue perseguido por perros salvajes durante el recorrido; y un californiano llamado William García que empezó a tener una hemorragia y estuvo a punto de morir desangrado. Esto pone en perspectiva a Paula Radcliffe cuando hace sus necesidades a un lado de la carretera.

La mano de Dios, Mundial de futbol de 1986

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Diego Maradona salta por encima de Peter Shilton para anotar gol con Argentina en 1986. Foto: Bongarts/Getty Images

Uno de los incidentes más famosos –y consecuentes– de infracción de reglas en la historia del deporte. Argentina ganó un partido de cuartos de final del Mundial de 1986 por 2-1 contra Inglaterra, con el primer gol de Argentina anotado por Diego Maradona de una manera más apropiada para el voleibol. (En la mitigación, el segundo gol de Maradona fue uno de los mejores de la historia).

El sobrenombre del gol ilegal proviene de la afirmación de Maradona de que se anotó el gol “un poco con la cabeza de Maradona, y un poco con la mano de Dios“. Posteriormente le dijo al cineasta Asif Kapadia que el gol fue una venganza por la invasión británica de las Malvinas. Así que elijo culpar a Margaret Thatcher.

Un ejemplo más reciente de manipulación indignante fue el que protagonizó el, por otra parte, simpático Thierry Henry cuando utilizó su mano izquierda (dos veces) para enviar a Francia al Mundial en el tiempo extra del playoff de clasificación contra la República de Irlanda. Henry lo admitió después. Otros infractores descarados son Luis Suárez (naturalmente) y Lionel Messi.

Mover literalmente los postes de la portería

Esto es precisamente lo que hizo el portero danés Kim Christensen cuando jugaba en el Goteborg de la primera división sueca. El portero fue captado por la cámara levantando un poste y moviéndolo unos centímetros. Cuando el árbitro se dio cuenta, se acercó trotando y regresó el poste a su lugar natural. Se desconoce lo que Christensen pensó que conseguiría moviendo el poste, dado que el gol… sería del mismo tamaño. A menos que los postes fueran extremadamente maleables. Pero mantuvo la portería intacta.

Al parecer, no fue la primera infracción de Christensen, ya que después comentó a un periódico: “Un amigo portero me dio el consejo hace unos años y desde entonces lo he hecho de vez en cuando”.

Chicago White Sox, Serie Mundial de 1919

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‘Shoeless’ Joe Jackson estuvo implicado en el escándalo de los Black Sox. Foto: Sporting News Archive/Sporting News/Getty Images

Si alguna vez te has preguntado de dónde surgió la frase “say it ain’t so, Joe“, fue una frase de un periodista del periódico Chicago Daily News sobre la superestrella del béisbol “Shoeless” Joe Jackson tras las acusaciones de que su equipo, los Chicago White Sox, había manipulado la Serie Mundial de 1919 contra los Cincinnati Reds. Por desgracia, así fue. (Desde entonces, la frase se atribuye de manera falsa a un joven aficionado).

A pesar de que en un juicio público llevado a cabo en 1921 el jurado absolvió a ocho jugadores del equipo y de que el jefe criminal y jugador Arnold Rothstein –sospechoso de ofrecer sobornos después de obtener importantes ganancias por las pérdidas del equipo– nunca fue procesado, el Comisionado de Béisbol (un título oficial real) no quedó convencido y expulsó permanentemente a los jugadores implicados. Este oscuro episodio se conoce desde entonces como el escándalo de los Medias Negras.

Los jugadores mantuvieron su inocencia, incluso Jackson. A pesar de que había firmado una confesión, que desapareció misteriosamente del juzgado antes del juicio.

Equipo de basquetbol de España, Juegos Paralímpicos 2000

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Los jugadores y el cuerpo técnico del equipo español de basquetbol de discapacitados intelectuales celebran su victoria contra Rusia en la final de los Juegos Paralímpicos de 2000. Foto: Rick Rycroft/AP

Durante los Juegos Paralímpicos de 2000 celebrados en Sídney, ocho equipos de atletas con discapacidad intelectual o problemas de aprendizaje compitieron en la prueba de basquetbol, adaptada para los competidores. El equipo español ganó fácilmente la medalla de oro. Solo había un problema: 10 de los 12 competidores no tenían discapacidades. Cuando el equipo se estaba imponiendo en el primer partido, su entrenador les dijo que jugaran de forma menos eficaz. Y cuando surgieron sospechas por parte de las personas que los reconocieron, se instruyó a los jugadores que usaran lentes oscuros y barbas falsas cuando regresaran al aeropuerto de Madrid para disminuir la atención.

El miembro del equipo y periodista encubierto Carlos Ribagorda denunció entonces la artimaña y regresó su medalla. El director español responsable en última instancia del engaño fue condenado por fraude. Sin embargo, las consecuencias fueron duraderas. Gracias al escándalo, el Comité Paralímpico Internacional suspendió las pruebas para personas con discapacidad intelectual, y no las restableció hasta 2012.

Equipo ruso de lanzamiento de jabalina, Juegos Olímpicos de 1980

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El Estadio Lenin, utilizado para los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980. Foto: Action Images/Reuters

Uno de mis favoritos, por lo absurdo, y un escándalo que me gusta llamar Gategate. En la final de lanzamiento de jabalina de los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980 hubo múltiples sospechas de que los árbitros soviéticos estaban favoreciendo a sus propios atletas. La mejor acusación fue que los funcionarios abrían las puertas del estadio cada vez que los competidores soviéticos lanzaban. No estoy segura de qué beneficio podría suponer esto en un estadio al aire libre, pero la historia es mucho mejor por eso. El incidente indignó sobre todo a los finlandeses, un país muy aficionado al lanzamiento de jabalina. Los atletas soviéticos fueron objeto de burlas durante años con coros de: “¡Abran las puertas!”.

La carrera de Lance Armstrong

Quizás el más famoso de todos los tramposos, Lance Armstrong era el niño mimado del deporte mundial, guapo, con una novia que era una estrella del pop, amigos famosos y un filántropo que había recaudado miles de libras para organizaciones benéficas de lucha contra el cáncer después de que a él mismo le hubieran diagnosticado la enfermedad. Entonces todo se derrumbó, como dos ciclistas cuyo manubrio chocó en el pelotón.

Armstrong había sido objeto de rumores de dopaje durante muchos años, pero fue en 2012 cuando finalmente lo acusaron. Le quitaron todos los honores, entre ellos sus siete títulos del Tour de Francia y su medalla olímpica. Las personas abandonaron sus pulseras amarillas de Livestrong en el fondo de los cajones. Tras una confesión parcial en una entrevista con Oprah, no se ganó precisamente el cariño de la gente al afirmar posteriormente que lo volvería a hacer si pudiera, y también por facilitar el dopaje de –y presionar a– otros. La caída en desgracia de Armstrong ha inspirado numerosos documentales.

Otros deportistas que se han dopado y han caído en desgracia son el velocista canadiense Ben Johnson y la atleta estadounidense Marion Jones.

Las payasadas de Rivaldo en las esquinas, Mundial de 2002

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Nunca deja de asombrarme hasta qué punto llegan los futbolistas que se tiran al suelo y actúan, a pesar de que los ven literalmente decenas de miles de espectadores presenciales, y con frecuencia millones más por televisión. Es como desnudarse, caminar por una calle concurrida y esperar que nadie se dé cuenta. Y, sin embargo, cuando Turquía jugó contra Brasil en el Mundial de 2002, y Rivaldo recibió un balonazo en el muslo y cayó dramáticamente agarrándose la cabeza, de alguna manera –incomprensiblemente– se salió con la suya. Esto resulta aún más sorprendente si se considera que el árbitro asistente estaba literalmente ahí. Hakan Unsal, el jugador que pateó el balón en dirección a Rivaldo, recibió la tarjeta roja. Brasil ganó el partido y el torneo.

No obstante, quizá el mayor clavado al piso fue la sarcástica imitación que hizo el entonces entrenador del Manchester United, Louis van Gaal, de una caída de Alexis Sánchez en un partido contra el Arsenal. Hermosas escenas.

Tonya Harding y los golpes de rodilla

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Tonya Harding y Nancy Kerrigan durante una sesión de entrenamiento de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1994. Foto: Dimitri Iundt/Corbis/VCG/Getty Images

Terminemos con un exitoso incidente –literalmente, ya que se convirtió en una película de Hollywood– de trampas. En 1994, un día antes de que comenzara el Campeonato de Patinaje Artístico de Estados Unidos, la rival de Tonya Harding, Nancy Kerrigan, fue atacada con una barra de metal en un pasillo. El culpable fue Shane Stant, a quien le habían pagado para que rompiera la pierna derecha de Kerrigan (no lo logró, pero sí la lesionó lo suficiente como para que no pudiera competir, lo cual era el objetivo). Harding ganó la competencia.

Stant, que confesó al FBI, fue contratado por el exesposo y guardaespaldas de Harding. Hasta la fecha se debate cuál fue el grado de implicación de Harding. Harding confesó que se enteró del complot a posteriori, no lo denunció y se declaró culpable de obstrucción a la justicia. Evitó ir a la cárcel, pero le impusieron una cuantiosa multa y realizó trabajos comunitarios. Fue el fin de su carrera. Se dedicó por un tiempo al boxeo, pero los problemas continuaron persiguiéndola.

En los últimos años, la opinión pública se ha ablandado con respecto a Harding, que creció en la pobreza y trabajó arduamente para alcanzar el éxito en un deporte privilegiado y acomodado. También existe un mayor grado de conocimiento de los abusos y las presiones que sufrió en su vida. Por su parte, Kerrigan, magnánima, ha perdonado a Harding. En 2017, la película I, Tonya ganó una gran cantidad de premios, con Margot Robbie en el papel protagonista.

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