Aumenta el temor por los cataríes en caso de que apoyen los derechos del colectivo LGBTQ+ durante el Mundial

Los residentes de Qatar se enfrentan al riesgo de ser perseguidos en caso de que defiendan los derechos de las personas homosexuales durante el Mundial, advirtió la organización Human Rights Watch (HRW).

El hecho de enarbolar la bandera del arco iris, participar en los cantos o incluso dar like a los contenidos proLGBTQ+ en las redes sociales puede dejar un rastro de evidencia que podría ser utilizado para perseguir a las personas una vez que la Copa del Mundo haya terminado, según indicó Rasha Younes, del programa de derechos LGBT de HRW.

Rasha comentó: “A medida que Qatar avanza en su capacidad de vigilancia, incluso dentro de los estadios de futbol, la posibilidad de que los cataríes LGBT sean perseguidos por apoyar públicamente los derechos LGBT continuará mucho tiempo después de que los aficionados se hayan ido. Si una persona incluso retuiteara una publicación sobre los derechos LGBT afirmativos, esta persona podría ser objeto de persecución mucho después de que el Mundial haya terminado y de formas a las que quizás no podamos acceder”.

Desde hace tiempo se ha planteado la preocupación por la seguridad de las personas LGBTQ+ que visiten Qatar durante la Copa del Mundo. Esta semana, el activista Peter Tatchell afirmó que fue detenido en el país por protestar a favor de las libertades del colectivo LGBTQ+.

También ha habido mensajes contradictorios por parte del gobierno de Reino Unido en relación con la manera en que los aficionados deben actuar en su visita al país con motivo del torneo, ya que el secretario de Relaciones Exteriores, James Cleverly, sugirió el miércoles que debían modificar su comportamiento, con “un poco de flexibilidad y compromiso”. El jueves, el presidente del Partido Conservador, Nadhim Zahawi, pareció contradecir a Cleverly, diciendo: “Las políticas del gobierno de Qatar no son nuestras políticas, ni las aprobaríamos”.

Desde hace tiempo, los residentes se enfrentan a la discriminación del Estado. La homosexualidad es ilegal en Qatar, con penas de hasta siete años de cárcel. Esta semana, HRW publicó un informe que documentaba lo que, según indicó la organización, era una acción policial “arbitraria” contra los residentes LGBTQ+, incluyendo seis casos de palizas severas y repetidas y cinco casos de acoso sexual durante la detención policial entre 2019 y 2022.

Un funcionario de Qatar señaló que las acusaciones de HRW “contienen información que es categórica e inequívocamente falsa”, sin especificar.

Younes indicó que las personas que trabajan en el mundo del futbol deberían escuchar las preocupaciones de los grupos que apoyan al colectivo LGBTQ+, pero que el riesgo al que se enfrentan los locales era mayor. “Los residentes LGBT de Qatar son las personas que más nos preocupan”, comentó. “Es necesario que se respete la expresión durante el Mundial. Pero también sabemos que en cualquier posible represión contra individuos después de la Copa del Mundo, las personas más afectadas serán los residentes LGBT de Qatar”.

“Esto debe ser considerado en cualquier política, en cualquier intervención concreta que la FIFA emprenda, o el Comité Supremo (el organismo encargado de organizar el Mundial) o cualquier coalición, en términos de ofrecer protección a los residentes LGBT de Qatar que pueden enfrentarse a cualquier agravio”.

El Comité Supremo indicó: “La Copa Mundial de la FIFA será un torneo para todos, al igual que las ediciones anteriores del torneo”.

“Todos serán bienvenidos en Qatar en 2022, independientemente de su raza, procedencia, religión, género, orientación sexual o nacionalidad”.

“Somos una sociedad relativamente conservadora, por ejemplo, las muestras de afecto en público no forman parte de nuestra cultura. Creemos en el respeto mutuo y, aunque todos son bienvenidos, lo que esperamos a cambio es que todos respeten nuestra cultura y nuestras tradiciones”.