La viceprimera ministra china indica un cambio en política de cero Covid-19
Trabajadores vestidos con equipos de protección personal rociando desinfectante a lo largo de una calle en Beijing. Foto: Noel Celis/AFP/Getty Images

Una de los máximos responsables de la respuesta a la pandemia en China anunció que el país está entrando en una “nueva etapa y misión”, en lo que constituye el último indicio del cambio de enfoque del gobierno tras las protestas masivas realizadas en contra de su política de cero Covid.

Sun Chunlan, viceprimera ministra de China, formuló estos comentarios ante los funcionarios nacionales de salud el miércoles, según informó el medio de comunicación estatal Xinhau. Se produjo en un momento en el que varias regiones, incluida Shanghái, empezaron a levantar los confinamientos a pesar de que el número de casos seguía siendo elevado.

“Con la disminución del grado patógeno de la variante ómicron, el aumento del índice de vacunación y el cúmulo de experiencia en el control y la prevención de brotes, la contención de la pandemia en China se enfrenta a una nueva etapa y una nueva misión”, presuntamente dijo Sun.

Sun asistió a una mesa redonda de expertos en salud, que, según indicó Xinhua, elogió los esfuerzos de China antes de ofrecer propuestas para “mejorar” las medidas actuales. Sun señaló que China estaba adoptando un “enfoque más humano” en sus respuestas a los brotes. Al igual que los funcionarios de salud que se dirigieron al país el martes, no mencionó por su nombre la política de “dinámica cero Covid”, sino que en su lugar hizo hincapié en la vacunación y otras medidas.

Solo en los últimos días los funcionarios chinos han comenzado a hacer hincapié en que la variante ómicron del Covid-19 es menos grave. Los medios de comunicación estatales también han empezado a publicar garantías de que la población no debe entrar en pánico con respecto a ómicron. El cambio de discurso es paralelo a una nueva campaña de vacunación dirigida a las personas mayores que fue anunciada el martes. Más del 90% de la población de China ha recibido al menos dos dosis de una vacuna, sin embargo, el índice disminuye drásticamente entre los grupos demográficos de la tercera edad, especialmente las personas mayores de 80 años.

En el marco de una posible relajación de las restricciones, China podría permitir próximamente que algunas personas que den positivo en la prueba de Covid-19 se queden en casa en cuarentena, según informó el jueves la agencia de noticias Reuters. No todos los casos positivos podrán permanecer en cuarentena en casa de forma incondicional, pero las mujeres embarazadas, las personas mayores y las personas con enfermedades subyacentes serán elegibles para aislarse en casa, indicó la agencia de noticias, citando fuentes no identificadas. Los contactos cercanos de los casos también podrán aislarse en casa si su entorno doméstico cumple ciertas condiciones, señaló Reuters. Las autoridades también aumentarán las pruebas de antígenos para la nueva variante y reducirán la frecuencia de las pruebas masivas y de las pruebas periódicas de ácido nucleico, según indica el artículo.

China registró 36 mil 61 casos de Covid-19 el miércoles, una ligera disminución con respecto a los 37 mil 828 del martes.

El jueves, 24 distritos de Shanghái designados como de “alto riesgo” fueron liberados de las medidas de confinamiento, indicaron los medios de comunicación estatales. Esto se produjo después de que el miércoles se relajaran las medidas de confinamiento en 11 distritos de Guangzhou, a pesar de que en ambas ciudades se registró un aumento del número de casos. El levantamiento de los confinamientos sugirió la relajación de las estrictas medidas contra las que se manifestaron los protestantes. No obstante, aunque puede ser una señal de que las quejas han sido escuchadas, las autoridades no muestran ninguna tolerancia respecto a las protestas y siguen buscando y en ocasiones deteniendo a las personas que se manifestaron.

Los manifestantes se enfrentan a la policía antidisturbios vestida con trajes de protección contra materiales peligrosos en Guangzhou, China, video

Zhengzhou, ciudad en la que los empleados de una fábrica proveedora de Apple organizaron huelgas extraordinarias para evitar las restricciones de Covid-19 en las últimas semanas, también flexibilizó las normas. Y los medios de comunicación estatales informaron que Chongqing comenzará a levantar los confinamientos.

Hu Xijin, exdirector del periódico sensacionalista estatal Global Times, y que sigue siendo un comentarista público, escribió en Twitter el jueves: “China se apresura para deshacerse de los confinamientos a gran escala”.

Los analistas han señalado que los cambios constituyen una señal de que el gobierno está escuchando a los manifestantes, aunque no los reconozca públicamente y persiga a las personas que asistieron a las protestas.

Desde las hojas blancas hasta las alpacas: así expresan su ira los manifestantes en China, video

Durante la semana pasada se vivieron varios días de protestas a una escala que no se veía en China desde hace décadas, a medida que la creciente frustración por la política de cero Covid se fusionaba con la ira y el dolor tras la muerte de 10 personas en el incendio de un edificio en Urumqi, Sinkiang.

China sigue siendo el último gran país comprometido con una estrategia de eliminación del Covid-19. Al principio de la pandemia mantuvo controlado el virus en gran medida y el número de muertes fue mínimo en comparación con otros países. No obstante, la aparición de variantes más transmisibles ha desafiado y a veces superado el sistema, dando lugar a frecuentes y repentinos confinamientos, restricciones de viaje y privaciones asociadas, entre ellas la escasez de alimentos, muertes secundarias y daños económicos.

En algunas manifestaciones se gritaron peticiones de democracia y Estado de derecho, y –en Shanghái– de que el líder chino, Xi Jinping, renunciara a su cargo. Los observadores señalan que es probable que las personas que protestaron contra Xi y el gobierno se enfrenten a un severo castigo.

Las protestas también coincidieron con la muerte del exdirigente chino Jiang Zemin. Este hombre de 96 años, que fue ascendido a la jefatura del Partido Comunista durante las protestas de Tiananmén y después presidió años de expansión económica, murió el miércoles, según informaron los medios de comunicación estatales. La coincidencia ha puesto en alerta a los observadores, ya que en China existe la tradición de utilizar los actos públicos de duelo por los exdirigentes para expresar el descontento con el régimen vigente.

El cambio de enfoque de China respecto al Covid-19 se produjo cuando Xi se reunió en Beijing con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Michel, que preside las reuniones de los 27 líderes nacionales de la Unión Europea, comentó que ambos conversaron durante tres horas, discutiendo la guerra en Ucrania, la relación entre la Unión Europea y China, la crisis climática y el coronavirus.
Michel comentó a los periodistas que planteó la cuestión de las medidas de Covid-19 de China: “Sobre las protestas, sí, discutimos también esa cuestión y la aceptación por parte de las sociedades de las medidas que se toman y la reacción de las autoridades”. No proporcionó detalles sobre la respuesta de Xi.

Michel señaló que hizo hincapié en que las empresas europeas están dispuestas a suministrar vacunas a China si las autoridades chinas las aprobaban. También explicó la forma en que Europa desarrolló las vacunas como medio para superar los confinamientos, explicó.

El canciller alemán, Olaf Scholz, se reunió con Xi en Beijing el mes pasado, donde también exaltó la experiencia de Europa en el uso de vacunas de ARNm, como la vacuna de Pfizer/BioNTech. Michel fue el primer jefe de una institución de la Unión Europea que mantuvo una reunión en persona con el máximo dirigente de China desde el inicio de la pandemia.

Información adicional de Jennifer Rankin en Bruselas.

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