COP15: Trudeau promete 800 millones de dólares canadienses para proyectos de conservación dirigidos por indígenas
Justin Trudeau anuncia 800 millones de dólares canadienses de financiamiento para proyectos de conservación liderados por indígenas en Canadá. Foto: Christinne Muschi/Reuters

Justin Trudeau instó a China, Rusia, Brasil y otros grandes países a ampliar masivamente las áreas protegidas destinadas a la naturaleza en la COP15, situando al mismo tiempo los derechos de los indígenas en el centro de las iniciativas de conservación, a medida que cobra impulso el controvertido objetivo de conservar el 30% de la Tierra.

El miércoles, el primer ministro canadiense se comprometió a destinar 800 millones de dólares canadienses en un plazo de siete años a proyectos de conservación dirigidos por indígenas en su país, en una superficie del tamaño de Egipto, iniciando así una “historia de reconciliación” con los pueblos indígenas.

El primer ministro realizó el anuncio en Montreal, donde los gobiernos comenzaron a negociar ayer los objetivos de la ONU para la protección de la biodiversidad de esta década. Canadá coorganiza la cumbre con China en medio de las tensiones entre ambos países.

En referencia a China, Rusia, Brasil y Estados Unidos, Trudeau señaló que era vital garantizar que los países más grandes ampliaran las áreas de conservación para que la COP15 llegara a un acuerdo satisfactorio, y los instó a apoyar un “nivel de ambición canadiense” para el texto final.

Tras las negociaciones previas del fin de semana, se publicó un nuevo borrador del acuerdo, en el que se discuten al menos 22 objetivos y cuatro metas. Se están analizando propuestas como las relativas a los conflictos entre seres humanos y fauna salvaje, la caza de trofeos, la reasignación de subvenciones, la restauración de la naturaleza y la ampliación de las zonas protegidas.

“Estamos proponiendo un nuevo modelo en materia de conservación que incluye protecciones dirigidas por los indígenas con la participación del gobierno, e incluso recurriendo al sector privado y a iniciativas filantrópicas porque es poderoso”, comentó Trudeau en una mesa redonda con los medios de comunicación a la que asistió The Guardian tras el anuncio del financiamiento dirigido por los indígenas.

“El liderazgo de las comunidades indígenas en este asunto es algo realmente bueno. Lo que podemos hacer aquí no es únicamente mostrar una historia de conservación, sino una historia de reconciliación, de reconocimiento de que son estas asociaciones las que van a ser esenciales en el futuro”, señaló.

En repetidas ocasiones se ha demostrado que los pueblos indígenas son los mejores guardianes de la biodiversidad, y los proyectos de conservación dirigidos por pueblos indígenas han tenido éxito en la recuperación de poblaciones enfermas a nivel mundial, incluyendo una iniciativa reciente para salvar al reno en peligro de extinción en el oeste de Canadá.

“Para un país pequeño es relativamente más fácil firmar (la ampliación de las zonas protegidas a un 30% de la superficie terrestre y marina). Pero lograr que los países grandes se sumen es realmente importante”, señaló Trudeau. “Uno de los puntos centrales que quería que tuviéramos en esta COP era asegurar que estamos involucrando y convocando en la medida de lo posible a aquellos países con grandes extensiones de tierra y zonas costeras para que marquen la diferencia”.

La cumbre COP15 se celebra semanas después de que el presidente chino, Xi Jinping, reprendiera públicamente a Trudeau en la reunión del G20 y de que se produjera un escándalo por las acusaciones de que China interfirió en las elecciones federales canadienses de 2019.

Trudeau señaló que Canadá estaba dispuesta a trabajar con Beijing en cuestiones climáticas y de biodiversidad, pero comentó que su país había aceptado ser coanfitrión de la COP15 después de que se trasladaran las negociaciones fuera de China este año, en el entendimiento de que aumentarían la ambición del documento final.

“Siempre hemos dicho que vamos a cuestionar a China en materia de derechos humanos y Estado de derecho”, señaló. “Pero hay áreas en las que vamos a tener que cooperar con China y trabajar de forma conjunta. El clima siempre es un ejemplo de ello. Y si podemos hacerlo en materia de biodiversidad… entonces esto es bueno para el mundo”.

“Creo que podemos fijarnos en los objetivos de la primera parte de la COP15 celebrada en Kunming para darnos cuenta de que había ambición, pero creo que el nivel de ambición de Canadá es más fuerte, más alto y más grande”, indicó.

La iniciativa 30×30 –para proteger el 30% de la tierra y los océanos para el año 2030– cuenta con el respaldo de una coalición de más de 100 países, liderada por el Reino Unido, Francia y Costa Rica, aunque ha recibido un fuerte rechazo por parte de algunos grupos indígenas y organizaciones de derechos humanos, que señalan que la iniciativa plantea la posibilidad de apropiación de tierras y más violencia contra las comunidades que, según se ha demostrado científicamente, son las que mejor protegen la naturaleza.

El primer día de negociaciones formales, la idea de lo que constituye una “zona protegida” se enfrentó a un importante escrutinio. Se acusó a la Unión Europea de intentar atenuar el objetivo argumentando que las industrias de extracción, como la minería y la perforación, deberían estar permitidas en las zonas protegidas, siempre y cuando no afectaran de forma negativa a la biodiversidad.
An Lambrechts, jefe de la delegación de Greenpeace International en la COP15, comentó: “Si la Unión Europea logra atenuar el 30×30, sentará las bases para que las zonas protegidas en virtud de la iniciativa 30×30 se conviertan en zonas protegidas en teoría, pero no en la realidad”.

Dentro del acuerdo 30×30, la Unión Europea desea que el 10% de las zonas estén estrictamente protegidas, pero en el 20% restante permitiría la actividad de industrias de extracción, como la minería y la perforación, siempre y cuando no tuvieran un impacto negativo en la biodiversidad.

Ladislav Miko, de la Comisión Europea y enviado especial para la biodiversidad de la República Checa, indicó que la prohibición de cualquier industria de extracción inferior al 30×30 era “poco realista”. Dijo que se realizaría una evaluación de impacto ambiental para determinar si la actividad en cuestión dañaría la biodiversidad. “En términos generales, queda excluida, pero depende del estado de la zona protegida”, indicó.

Está previsto que las negociaciones de la COP15 se prolonguen hasta el 19 de diciembre.

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