Irán es expulsado del organismo de la ONU encargado de empoderar a las mujeres
Imagen obtenida por Associated Press que supuestamente corresponde a una protesta en Irán. Foto: AP

Irán ha sido expulsado de un organismo de la ONU encargado de empoderar a las mujeres después de que las potencias mundiales votaran a favor de una moción presentada por Estados Unidos, que señalaba que el estatus de miembro de la República Islámica era una “fea mancha” para la credibilidad del grupo.

Activistas y grupos de defensa de los derechos señalaron que el papel de Teherán en la comisión compuesta por 45 miembros sobre la condición jurídica y social de la mujer era una farsa, considerando que las fuerzas del régimen han golpeado y asesinado a mujeres que pedían pacíficamente la igualdad de género.

El representante de Estados Unidos ante la ONU comentó que las activistas iraníes –algunas de las cuales se encontraban presentes en la sala en Nueva York durante la votación del miércoles– habían apelado a Washington para que presentara una resolución que expulsaría a Irán del organismo.

“La Comisión es el principal órgano de la ONU para promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres”, expresó la embajadora Linda Thomas-Greenfield. “No puede llevar a cabo su importante labor si está siendo socavada desde dentro. La afiliación de Irán en este momento es una fea mancha en la credibilidad de la comisión”.

Veintinueve de los 54 miembros del Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC), que supervisa la comisión, votaron a favor de la propuesta. Teherán no se incorporó al organismo hasta este año, meses antes de que estallara una revuelta popular en septiembre, que las fuerzas de seguridad han intentado reprimir con fuerza letal.

Irán se esforzó por recabar apoyos internacionales antes de la votación. Sus aliados, entre ellos Rusia y China, votaron en contra de la resolución, mientras que 16 países se abstuvieron, señal de la falta de unidad mundial en este asunto.
Antes de la votación, Amir Saied Iravani, representante de Irán en la ONU, desestimó la resolución como parte de la “política hostil de Washington hacia el pueblo iraní”.

El mes pasado, otro órgano de la ONU, el Consejo de Derechos Humanos, votó por abrumadora mayoría a favor de iniciar una investigación de determinación de los hechos sobre las violaciones de los derechos humanos cometidas en Irán, una medida que podría aumentar las probabilidades de enjuiciamiento en tribunales internacionales.

La ONU indica que más de 300 personas han muerto en la represión, entre ellas al menos 40 menores. Los médicos han comentado a The Guardian que se está señalando a las mujeres en las protestas, y que las fuerzas de seguridad les disparan con escopetas a la cara, el pecho y los genitales.

El régimen de Teherán ha encarcelado a cientos de personas e inició lo que se espera que sea una campaña de ejecuciones públicas. El lunes, las autoridades colgaron de una grúa a un hombre por presuntamente haber matado a dos miembros de una milicia pro-régimen, lo que supuso la segunda ejecución en menos de una semana de personas implicadas en protestas contra la teocracia gobernante en Irán.

El miércoles, en una rara excepción, se suspendió la ejecución de un joven iraní que había sido condenado a pena de muerte por presuntamente sacar un cuchillo durante una protesta, según informó su abogado. Sin embargo, Amnistía Internacional cree que otras 20 personas todavía corren peligro de ser ejecutadas por presuntos delitos relacionados con las protestas.

Los disturbios nacionales estallaron hace casi tres meses tras la muerte de Mahsa Amini, una mujer kurda iraní de 22 años que fue detenida por la policía de la moral, que se encarga de hacer cumplir las leyes iraníes sobre el código de vestimenta obligatorio. Presuntamente, Amini fue golpeada hasta quedar en coma y murió en el hospital.

Las manifestaciones se han convertido en una revuelta popular que supone uno de los mayores desafíos para la élite clerical chiita desde que tomaron el poder en una revolución en 1979.
Irán culpa a enemigos extranjeros y a los medios de comunicación de los disturbios, e indica que decenas de miembros de las fuerzas de seguridad han muerto a manos de “terroristas”.

En un ambiente de tensión diplomática, Teherán ha sido acusado de utilizar a detenidos extranjeros como rehenes para ganar influencia. El miércoles, el ministro de Justicia belga informó que un ciudadano belga, el voluntario Olivier Vandecasteele, había sido condenado a 28 años de cárcel en Irán por una “serie de delitos inventados”. Vandecasteele había sido condenado como represalia por una pena de cárcel que Bélgica impuso a un diplomático iraní el año pasado, según explicó Vincent Van Quickenborne al parlamento.

Reuters y Agence France-Presse contribuyeron a este artículo.

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