La Organización Trump es sancionada con la máxima multa por fraude fiscal cometido durante años
El propio Donald Trump no fue juzgado y negó tener conocimiento de que sus ejecutivos evadían impuestos de forma ilícita. Foto: Brandon Bell/Getty Images

El imperio empresarial de Donald Trump, la Organización Trump, fue condenada el viernes en un tribunal de Nueva York a la multa máxima permitida de 1.6 millones de dólares por un plan de fraude fiscal que se remonta al menos a 10 años atrás.

A pesar de que la multa en sí misma es relativamente pequeña para una empresa enorme, el simbolismo de imponer una condena penal a una entidad tan cercana al expresidente es significativo.

Dos entidades de su extenso grupo inmobiliario fueron condenadas el mes pasado por 17 cargos, tales como fraude fiscal y falsificación de registros empresariales, la empresa principal Trump Corp y Trump Payroll Corp.

Conforme a la legislación neoyorquina, la multa máxima que podrían haber recibido las empresas era de aproximadamente 1.6 millones de dólares, una cantidad insignificante para el longevo imperio empresarial de Trump y su familia.

El propio Trump no fue juzgado y negó tener conocimiento de que sus ejecutivos evadían impuestos de forma ilícita.

Aunque no es probable que una multa de esa cuantía afecte las operaciones o el futuro de la empresa, la condena es una mancha negra en la reputación del republicano como hábil hombre de negocios mientras prepara una campaña para recuperar la Casa Blanca.

Además de la empresa, solo un ejecutivo fue acusado en el caso: el exdirector financiero de la Organización Trump, Allen Weisselberg, quien se declaró culpable el verano pasado de evadir impuestos sobre una indemnización de 1.7 millones de dólares.
Fue condenado el martes a cinco meses de cárcel.

El fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, emitió un comunicado señalando: “Hoy, las empresas del expresidente Trump fueron sentenciadas a pagar las multas máximas permitidas por la ley tras sus históricas condenas por un total de 17 delitos graves”.

Y añadió: “El director financiero Allen Weisselberg, Trump Corporation y Trump Payroll Corp llevaron a cabo y se beneficiaron de un fraude generalizado durante más de una década”.

“Aunque las corporaciones no pueden cumplir penas de prisión, esta condena y sentencia consiguientes sirven como recordatorio a las corporaciones y ejecutivos de que no se puede estafar a las autoridades fiscales y salirse con la suya.”

La sentencia de la Organización Trump no pone fin a la batalla de Trump con Bragg, quien indicó que la sentencia “cierra este importante capítulo de nuestra investigación en curso sobre el expresidente y sus empresas. Ahora pasamos al siguiente capítulo”.
Bragg, que lleva poco más de un año en el cargo, heredó el caso de la Organización Trump y la investigación sobre el expresidente de su predecesor, Cyrus Vance Jr.

Al mismo tiempo, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, demandó a Trump y a la Organización Trump, alegando que engañaron a bancos y otras entidades respecto al valor de sus numerosos activos, entre ellos campos de golf y rascacielos.

James, demócrata, pide al tribunal que les prohíba a Trump y a sus tres hijos mayores dirigir cualquier empresa con sede en Nueva York y solicita que se les imponga una multa de al menos 250 millones de dólares. Un juez fijó la fecha del juicio para octubre y nombró a un supervisor encargado de vigilar la empresa mientras el caso esté pendiente.

Trump se enfrenta a otros desafíos legales mientras intensifica su campaña presidencial.

Asimismo, el viernes, un juez de lo civil de Nueva York rechazó la petición de Trump de desestimar la demanda que la escritora E. Jean Carroll interpuso contra él en un tribunal federal de Manhattan.

Carroll alega que Trump la agredió sexualmente en un vestidor de la tienda departamental de lujo Bergdorf Goodman en Manhattan a mediados de 1992 y que la difamó.

Y un gran jurado especial de Atlanta investigó si Trump y sus aliados cometieron algún delito cuando intentaron anular su derrota en las elecciones de 2020 en Georgia.

El mes pasado, el comité del 6 de enero de la Cámara de Representantes votó a favor de remitir un caso penal al Departamento de Justicia por el papel que desempeñó Trump en el desencadenamiento de la insurrección violenta en el Capitolio de Estados Unidos.

El FBI también está investigando el almacenamiento de documentos clasificados por parte de Trump.

Durante el juicio de la Organización Trump que se llevó a cabo el año pasado, el asistente del fiscal de distrito Joshua Steinglass comentó a los jurados que el propio Trump desempeñó un papel en el plan de fraude, mostrándoles un contrato de arrendamiento que el propio republicano firmó para el departamento de beneficios del ahora condenado jefe financiero Allen Weisselberg que no figuraba en los libros de impuestos.

“El señor Trump está aprobando explícitamente el fraude fiscal”, argumentó Steinglass.

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