Manifestantes iraníes sentenciados a pena de muerte fueron torturados, indica un informe de Amnistía Internacional
Los tres hombres fueron condenados en relación con las protestas realizadas en respuesta a la muerte bajo custodia policial de Mahsa Amini. Foto: Jonathan Brady/PA

Las presuntas torturas infligidas a tres hombres jóvenes iraníes condenados a la pena de muerte aparecen detalladas en un informe de Amnistía Internacional que suscita una profunda preocupación acerca del sistema judicial del país.

Uno de ellos, Mehdi Mohammadifard, fue violado por guardias de la prisión y gravemente golpeado, señaló el grupo de defensa de los derechos humanos. Amnistía indicó que tuvo conocimiento de que Mohammadifard sufrió lesiones anales y hemorragias rectales que requirieron tratamiento en un hospital externo a la prisión donde se encontraba recluido.

El joven de 19 años se ocultó después de que los guardias revolucionarios lo citaran para interrogarlo antes de detenerlo en la madrugada del 2 de octubre. Durante su detención lo arrojaron al piso y sufrió fractura de nariz, indicó Amnistía.

Mohammadifard fue sentenciado a la pena de muerte junto con Arshia Takdastan, de 18 años, y Javad Rouhi, de 31, en relación con las protestas que se produjeron en Noshahr, provincia de Mazandaran, el 21 de septiembre, en respuesta a la muerte bajo custodia policial, cinco días antes, de Mahsa Amini.

Sus condenas por cargos que incluyen “corrupción en la Tierra” y “enemistad con Dios” pueden ser objeto de apelación ante el Tribunal Supremo.

Amnistía indicó que obtuvo información según la cual Rouhi fue sometido a severas palizas y azotes, incluso en las plantas de sus pies y mientras se encontraba atado a un poste, además de que le colocaron hielo en los testículos. Takdastan también fue sometido repetidamente a palizas, señaló Amnistía.

Amnistía indicó que a los acusados se les negó el derecho a contar con un abogado de su elección en una audiencia que duró menos de una hora. La organización solicitó la anulación de las penas de muerte.

Diana Eltahawy, directora adjunta de Amnistía Internacional para Medio Oriente y el Norte de África, comentó: “El hecho de que Arshia Takdastan, Mehdi Mohammadifard y Javad Rouhi y sus angustiados familiares viven bajo la sombra de la ejecución mientras agentes de la Guardia Revolucionaria y funcionarios de la fiscalía razonablemente sospechosos de responsabilidad o complicidad en sus abusos sexuales y otras formas de tortura gozan de absoluta impunidad revela la pura crueldad e inhumanidad del sistema judicial de Irán”.

“Las autoridades iraníes deben anular inmediatamente las condenas y penas de muerte dictadas contra estos jóvenes y retirar todos los cargos relacionados con su participación pacífica en las protestas. También deben ordenar que se lleve a cabo una investigación rápida, transparente e imparcial para llevar ante la justicia, en juicios justos, a todas las personas razonablemente sospechosas de ser responsables de la tortura de estos jóvenes”.

Se prevé que los nombres de los sospechosos de ser responsables del trato dispensado a los tres hombres serán entregados a las autoridades occidentales.

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