¿Qué sabemos de los cuatro objetos voladores derribados por Estados Unidos?
El Pentágono informó que el primer objeto era un globo chino equipado con capacidades de vigilancia. Foto: Patrick Semansky/AP

El derribo de un globo chino sospechoso de espiar a Estados Unidos parecía que iba a ser un incidente aislado. Sin embargo, con las agencias de seguridad en alerta máxima, pronto salieron a la luz más incursiones. El viernes y el sábado, dos objetos más pequeños fueron derribados sobre Alaska y Canadá. Un cuarto objeto fue destruido el domingo sobre Michigan. La serie de incidentes ha llevado a las autoridades a hablar de una flota que opera en varios continentes.

¿Qué eran los cuatro objetos?

Estados Unidos detectó el globo chino de 60 metros de altura a finales de enero, cuando entró en el espacio aéreo estadounidense cerca de las islas Aleutianas. Descrito como un globo de vigilancia, sobrevoló Alaska y entró a Canadá antes de volver a entrar en el espacio aéreo estadounidense sobre Idaho. En medio de la preocupación de que estuviera vigilando instalaciones militares sensibles, las autoridades esperaron a que el globo se alejara de tierra antes de derribarlo frente a la costa de Carolina del Sur.

Mientras China insistía en que se trataba de una “aeronave civil utilizada para investigación”, las autoridades estadounidenses indicaron que los restos confirmaban que estaba diseñado para tareas de vigilancia.

Según el Pentágono, el globo volaba a unos 60 mil pies y tenía una barquilla del tamaño de tres autobuses que pesaba más de una tonelada. Estaba equipado con múltiples antenas y paneles solares lo suficientemente grandes como para alimentar varios sensores de recopilación de información.

El siguiente incidente se produjo el viernes 10 de febrero, cuando aviones de combate estadounidenses derribaron otro objeto sobre el hielo marino cerca del área de Deadhorse, en el norte de Alaska. El objeto era muy diferente al globo, del tamaño de un Volkswagen Beetle, y volaba a 40 mil pies sin ningún sistema obvio de propulsión o control, indicaron las autoridades.

Un tercer objeto misterioso fue derribado del cielo el sábado después de que fuera rastreado sobre el territorio central canadiense de Yukón, a unos 160 kilómetros de la frontera con Estados Unidos. Las autoridades describieron el objeto como más pequeño que el primer globo y de forma cilíndrica. También volaba a unos 40 mil pies cuando fue derribado.

El domingo se produjo una nueva incursión cuando el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó a los aviones de combate estadounidenses que destruyeran un cuarto objeto sobre el Lago Hurón, en Michigan. Fue derribado sobre el lago “por un exceso de precaución”, indicó un funcionario del gobierno. El objeto era una estructura octogonal de la que colgaban cuerdas, pero no contenía ninguna carga útil evidente. No se consideró que supusiera una amenaza militar para nada en tierra, pero podría haber supuesto un peligro para la aviación civil debido a que volaba a unos 6 mil metros de altura, señalaron las autoridades.

El domingo, el líder de la mayoría del Senado de Estados Unidos, Charles Schumer, que recibió información del gobierno de Biden antes del incidente del Lago Hurón, señaló que era muy probable que el segundo y el tercer objeto fueran pequeños globos.

No obstante, al hablar con los periodistas ese mismo día, el general Glen VanHerck, jefe del NORAD (Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial), indicó: “No voy a clasificarlos como globos. Los llamamos objetos por una razón”. Dijo que no era capaz de precisar cómo se mantenían en el aire, pero especuló con la posibilidad de que hubiera un globo en su interior o algún tipo de mecanismo de propulsión. Hasta el momento, solo el primer objeto ha sido atribuido a China.

Objetos sospechosos derribados en febrero de 2023

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Gráfica de The Guardian. Fuente: The Guardian, USA Today, The Washington Post

¿Qué se ha recuperado?

Equipos que trabajan desde aviones, barcos y minisubmarinos están registrando las aguas de 15 metros de profundidad de Carolina del Sur en busca de restos del globo gigante y su carga útil. Como fue derribado a gran altura, los restos se esparcieron por varios kilómetros cuadrados, pero ya se han recuperado piezas para su análisis. El globo tenía hélices y podía cambiar de altitud, según indicaron las autoridades, lo cual le permitía ser transportado por el viento en distintas direcciones. Aunque estaba equipado con un mecanismo de autodestrucción, este no se activó.

Se están llevando a cabo operaciones para recuperar el segundo objeto en el hielo marino cerca del área de Deadhorse, Alaska, sin embargo, las labores se están viendo obstaculizadas por la sensación térmica, la nieve y la escasa luz diurna. Otros equipos de recuperación están buscando restos del tercer objeto en el Yukón, mientras que está previsto que personal militar estadounidense con equipo de buceo especializado se adentre en las gélidas aguas del Lago Hurón en busca de restos pertenecientes al cuarto objeto.

¿Por qué aparecen ahora tantos objetos?

Las autoridades estadounidenses señalan que los objetos pertenecían a una “flota” que operaba en los cinco continentes. Y aunque algunos analistas sospechan que se trata de una intensificación de la vigilancia por parte de China en previsión de posibles tensiones futuras respecto a Taiwán, otros tienen explicaciones diferentes.

Hablando con el periódico The New York Times, Luis Elizondo, exjefe del programa OVNI del Pentágono, comentó que la serie de incursiones constituían “tecnología de bajo costo” utilizada para “acosar” a Estados Unidos. “Se trata de una forma de alto impacto y bajo coste para China, y cuantas más mires al cielo, más verás”, indicó.

Durante años, los pilotos de la Marina estadounidense han documentado docenas de objetos misteriosos que atravesaban el espacio aéreo militar restringido. Un informe de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos de 2021 analizó 144 casos de este tipo. Solo fue posible dar explicación confiable de uno de ellos, un objeto descrito como un “globo grande que se desinfla”.

La repentina avalancha de objetos se debe, al menos en parte, a una mayor actividad de vigilancia. Los sistemas de radar normalmente escanean los cielos en busca de misiles, no de objetos que se mueven con lentitud. No obstante, desde el descubrimiento del globo gigante, el Pentágono examina con mayor atención las grandes altitudes. Mientras tanto, el NORAD perfeccionó su sistema de radar para hacerlo más sensible. Esto ha producido un aumento del número de detecciones que normalmente pasarían desapercibidas.

No se trata de la primera vez. Tres globos –no detectados en su momento– sobrevolaron durante un breve periodo de tiempo el territorio estadounidense durante el gobierno de Donald Trump, y uno a principios del mandato de Biden.

Los ejércitos de todo el mundo invierten cada vez más en globos y otros sistemas de vigilancia de gran altitud. Es posible esquivar los costosos satélites espía en tierra si se sabe cuándo pasan por encima, pero los globos, mucho más económicos, pueden introducirse en el espacio aéreo extranjero sin ser detectados y permanecer sobre los objetivos durante días para tomar imágenes y espiar las comunicaciones móviles. Se sabe que el ejército chino está trabajando en el desarrollo de globos más duraderos, maniobrables y difíciles de detectar, no obstante, Estados Unidos y el Reino Unido también están invirtiendo en esta tecnología.

En noviembre se completó la primera demostración del globo de gran altitud del ejército británico. El globo está concebido para operaciones de comunicaciones estratosféricas y misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento.

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