La conclusión de las 'empresas privadas' avivará las críticas de que los derribos fueron una reacción exagerada en medio de la presión generada por el descubrimiento inicial de los globos de espionaje.
Joe Biden: es probable que los objetos derribados no estén relacionados con el programa de globos espía de China.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, rompió su silencio respecto a los objetos aéreos desconocidos derribados sobre Norteamérica durante la semana pasada, al considerar que “lo más probable” era que fueran operados por empresas privadas o instituciones de investigación y no por China.
Es probable que la conclusión provisional del presidente estadounidense avive las críticas de que sus órdenes de derribar los objetos fueron una reacción exagerada en medio de la presión política generada por el descubrimiento de un presunto globo espía chino que sobrevoló gran parte del país.
Biden habló durante ocho minutos en el edificio de oficinas ejecutivas Eisenhower el jueves, después de que los republicanos y algunos demócratas expresaran su inquietud por el hecho de que su falta de voluntad para comentar el asunto podría permitir que prosperaran las teorías conspirativas.
“Aún no sabemos con exactitud qué eran estos tres objetos, pero nada en este momento sugiere que estuvieran relacionados con el programa de globos espía de China o que fueran instrumentos de vigilancia de algún otro país”, dijo el presidente a los periodistas, con un fondo de banderas y el sello presidencial.
“La valoración actual de la comunidad de inteligencia es que lo más probable es que estos tres objetos eran globos vinculados a empresas privadas, instituciones recreativas o de investigación que estudiaban las condiciones meteorológicas o realizaban otras investigaciones científicas”.
A principios de este mes, un avión de combate estadounidense derribó un globo que había enviado el gobierno chino frente a las costas de Carolina del Sur. El incidente provocó acusaciones por parte de los republicanos de que Biden tardó demasiado en reaccionar y que debería haberlo derribado antes de que pasara sobre el territorio continental estadounidense.
Cuando se detectaron otros tres objetos no identificados el viernes frente a la costa de Alaska, el sábado sobre Canadá y el domingo sobre el Lago Hurón, Biden rápidamente ordenó que fueran derribados.
Sin embargo, el jueves, cuando los intentos de trasladar los restos del artefacto se vieron obstaculizados por las condiciones meteorológicas, reconoció que países, empresas y organizaciones de investigación envían muchos objetos por motivos que “no son viles”, entre ellos la investigación científica legítima.
“Quiero ser claro”, señaló Biden. “No tenemos ninguna evidencia de que se haya producido un aumento repentino del número de objetos en el cielo. Simplemente ahora estamos observando más de ellos en parte debido a las medidas que hemos tomado para aumentar nuestros radares”.
El presidente, que encargó al asesor de seguridad nacional Jake Sullivan que dirigiera un “equipo interinstitucional” para que revisara los procedimientos, indicó que Estados Unidos está desarrollando “normas más precisas” para rastrear, monitorear y potencialmente derribar objetos aéreos desconocidos.
Estas normas ayudarían a “distinguir entre aquellos que probablemente representan riesgos para la seguridad y la seguridad que requieren medidas y los que no”, añadió. “No se equivoquen, si algún objeto representa una amenaza para la integridad y la seguridad del pueblo estadounidense, lo derribaré”.
El derribo del artefacto de vigilancia chino es el primero registrado en tiempos de paz de un objeto no autorizado en el espacio aéreo estadounidense y sigue causando conmoción diplomática.
El Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca señaló que el globo tenía capacidad para recopilar comunicaciones y que China ya había enviado globos de vigilancia similares a decenas de países de varios continentes, entre ellos algunos de los aliados más cercanos de Estados Unidos.
Estados Unidos incluyó en su lista negra a seis entidades chinas que, según indicó, estaban vinculadas a los programas aeroespaciales de Beijing.
China negó que el globo fuera una aeronave de vigilancia. Wang Wenbin, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, indicó en una conferencia de prensa que la entrada del globo en el espacio aéreo estadounidense fue “un hecho involuntario, inesperado y aislado”, y añadió: “China se lo ha comunicado en repetidas ocasiones a la parte estadounidense, sin embargo, Estados Unidos reaccionó de forma exagerada abusando del uso de la fuerza y agravando la situación”.
“También utilizó el incidente como una excusa para imponer sanciones ilegales a empresas e instituciones chinas. China se opone firmemente a esto y tomará contramedidas de conformidad con la ley contra las entidades estadounidenses pertinentes que socavaron la soberanía y la seguridad de China a fin de salvaguardar firmemente la soberanía y los derechos e intereses legítimos de China”.
Las relaciones de Estados Unidos con China estuvieron a prueba el año pasado debido a las tensiones en torno a la ciberseguridad, la competencia en el sector tecnológico, la inminente amenaza contra Taiwán y el hecho de que China no condenó la invasión de Rusia contra Ucrania.
El jueves, Biden criticó el programa de vigilancia de China, señalando que la “violación de nuestra soberanía es inaceptable”, pero indicó que busca mantener abiertas las líneas de comunicación con Beijing. “No estamos buscando una nueva guerra fría”.
El secretario de Estado, Antony Blinken, pospuso su primer viaje previsto a China en el momento en que el globo sobrevolaba Estados Unidos, y aún no se ha programado una nueva reunión con su homólogo chino.
“Espero poder hablar con el presidente Xi y espero que podamos llegar al fondo de este asunto”, comentó Biden. “Pero no me disculpo por haber derribado ese globo”.
Senadores de ambos partidos se han quejado de que se les negó información detallada. John Cornyn, senador republicano por Texas, comentó al portal web Politico que la Casa Blanca estaba “creando un problema mayor para sí misma con su falta de transparencia, porque las mentes de las personas, sus imaginaciones, empiezan a desbocarse. Creo que se están quedando atrás en este asunto y realmente necesitan ser más transparentes”.
El lunes, para mayor seguridad, la Casa Blanca se sintió obligada a anunciar que no había indicios de “alienígenas o actividad extraterrestre”.
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