Tripulación intentó detener el tren de Ohio tras recibir alerta, informe
Imagen aérea de los vagones destruidos mientras continúan los trabajos de limpieza en East Palestine, Ohio. Foto: Tannen Maury/EPA

La tripulación del tren de carga que transportaba sustancias químicas peligrosas y que se descarriló en Ohio a principios de este mes recibió un aviso sobre el sobrecalentamiento del rodamiento de una rueda e intentó frenar el tren antes de que se saliera de las vías, según indica un informe provisional publicado el jueves por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB).

El rodamiento se calentó durante varios kilómetros antes de alcanzar una temperatura superior a la del aire (253°F), descubrieron los investigadores, es decir, un nivel peligroso que obliga al tren a detenerse para evitar una catástrofe.

El maquinista aplicó los frenos y se activó el sistema de frenado automático, indicó el informe. No obstante, el tren se descarriló y quedó envuelto en una enorme bola de fuego, cerca de la ciudad de East Palestine, el 3 de febrero.

De los 149 vagones del tren, 50 se descarrilaron y 11 transportaban grandes cantidades de sustancias químicas tóxicas, lo que provocó una orden de evacuación y la declaración del estado de emergencia en la ciudad del estado de Ohio, que se ha visto invadida por el temor a que el agua y el aire sean tóxicos, a pesar de que las autoridades estatales y federales aseguran que la zona es en gran medida segura.

Algunos residentes regresaron posteriormente a la ciudad entre temores por los riesgos inmediatos y a largo plazo para la salud. A principios de esta semana, el departamento de salud de Ohio habilitó una clínica gratuita en una iglesia situada en el centro de la ciudad, mientras aumenta el miedo y la frustración entre los residentes que siguen sufriendo síntomas que incluyen dolor de cabeza, náuseas, tos, sensación de quemazón en la garganta y la nariz y ataques de pánico.

Los jubilados Ron Caratelli, de 63 años, y su esposa Peggy, de 64, viven a menos de dos kilómetros del lugar donde se produjo el vertido tóxico, y acudieron para realizarse un chequeo, ya que no han podido regresar a casa debido a los efectos adversos sobre su salud. “Cada vez que intentamos regresar a la casa, me arden los ojos y la garganta, y siento un sabor químico en la parte de atrás de mi boca. No es nada bueno. Ayer tuve una sensación extraña en los pulmones”, explicó Ron Caratelli a The Guardian el jueves, bajo un cielo soleado y con el estruendo del paso de los trenes de carga.

“¿Qué me estará haciendo esto a mí y a los demás a largo plazo? En realidad, nadie tiene respuestas. ¿Es siquiera seguro plantar un jardín este año? Somos mayores. Para cuando veas en la tele los anuncios de abogados para las personas que vivían en East Palestine durante el descarrilamiento del tren, ya estaremos muertos. Pero, ¿qué pasará con los niños pequeños de esta ciudad? ¿Qué tipo de secuelas tendrán?”, añadió.

En total, el tren transportaba 115 mil 580 galones de cloruro de vinilo, un agente cancerígeno altamente inflamable utilizado para producir cloruro de polivinilo (PVC) para materiales de envasado, tuberías y otros productos. Durante la liberación controlada, los equipos de respuesta cavaron zanjas para contener el líquido mientras este se evaporaba y quemaba. Esta medida fue la razón por la que la zona de evacuación designada se amplió a un área de 2 por 3 kilómetros, indicó el informe.

El informe fue publicado mientras el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, visitaba la zona el jueves y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos asumía a principios de semana el control de las labores de limpieza, ordenando a la compañía ferroviaria estadounidense, Norfolk Southern, que asumiera los costos. Buttigieg, que ha sido objeto de críticas por no haber visitado antes el lugar del accidente, comentó que el gobierno de Joe Biden “nunca olvidará a la población de East Palestine”, pero reconoció que deseaba visitar la ciudad y que “podría haberlo expresado antes”.

Tripulación intentó detener el tren de Ohio tras recibir alerta, informe - Foto-Ohio-The-Guardian
Ben Terwilliger, residente local de 52 años, en el lugar del descarrilamiento, a unos 300 metros de su casa. Foto: Nina Lakhani

La NTSB señaló que la tripulación no recibió una advertencia crítica sobre un eje sobrecalentado, pero que un maquinista detuvo el tren tras recibir un “mensaje de alarma audible crítico” y que la tripulación vio entonces fuego y humo, y alertó a la central sobre un posible descarrilamiento, indicó el informe.

El eje en el que se centran los investigadores se calentó a medida que el tren descendía por las vías, pero no alcanzó el nivel necesario para detener el tren y proceder a su inspección hasta momentos antes de que se produjera el descarrilamiento, señaló el informe. El tren circulaba a unos 75 km/h en ese momento, es decir, poco menos de 80 km/h, según indicaron los investigadores de seguridad.

El gobierno estadounidense se enfrenta a crecientes críticas por la respuesta federal al descarrilamiento. La Casa Blanca de Biden defendió su respuesta, señalando que funcionarios de la EPA, la NTSB y otras agencias estuvieron en el lugar rural a las pocas horas de que se produjera el descarrilamiento. Washington señala que también ofreció ayuda federal y que la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) se coordinó con el centro estatal de operaciones de emergencia y otros socios.

Buttigieg se enfrentó a las críticas por no haber visitado antes el lugar, entre ellas las del expresidente estadounidense Donald Trump, que acudió a Ohio el miércoles pero que tiene un historial de reversión de las protecciones medioambientales que fue destacado por los críticos. Trump ganó casi el 72% de los votos en esta región fuertemente republicana en las elecciones de 2020.

El Departamento de Transporte indicó que Buttigieg visita el lugar ahora que la EPA declaró terminada la fase de emergencia del accidente y que el inicio de los esfuerzos de limpieza a largo plazo está en curso.

Heather Bable, que vive a dos cuadras del lugar del descarrilamiento, comentó que se siente aliviada de que por fin acudan los altos mandos del gobierno. “Necesitamos esa atención porque no la estábamos recibiendo. Deberían haber estado aquí todo el tiempo”, dijo Bable.

Mientras continuaba el proceso de rehabilitación del lugar, Norfolk Southern anunció a última hora del miércoles que había accedido a excavar el suelo debajo de dos vías. El gobernador de Ohio, Mike DeWine, denunció que la compañía ferroviaria no había abordado la cuestión del suelo contaminado que había bajo sus vías antes de repararlas y volver a transportar mercancías.

El congresista demócrata Chris Deluzio, cuyo distrito de Pensilvania colinda con el lugar de la catástrofe de East Palestine, pidió a Norfolk Southern que ampliara los límites de la zona geográfica en la que está prestando ayuda financiera y realizando pruebas. Deluzio afirmó que la zona actual excluye a muchos residentes y empresas afectados de Pensilvania, y señaló que la empresa debería comprometerse a limpiar el suelo y el agua hasta 50 km más allá de ella. Además, acusó a la empresa de “no mostrar ningún compromiso con la restauración de la confianza perdida en nuestra comunidad”.

Por su parte, el presidente del Senado de Ohio anunció que se llevará a cabo una audiencia pública sobre el descarrilamiento la próxima semana para escuchar el testimonio de funcionarios estatales.

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