¿Por qué tan pocas mujeres son teloneras en los festivales de música?
Billie Eilish, una de las pocas artistas principales femeninas del festival de Glastonbury. Foto: Matthew Baker/Redferns

Glastonbury causó consternación cuando anunció tres artistas principales hombres este año, pero dista mucho de ser el único evento que carece por completo de igualdad de género en sus actos principales. El festival Latitude, End of the Road, All Points East y TRNSMT son solo algunos ejemplos de grandes eventos que no contarán con ninguna mujer como artista pricipal en 2023, y el año pasado, un reportaje de la cadena BBC reveló que solo el 13% de los artistas principales de los 50 festivales más importantes del Reino Unido eran mujeres.

La investigadora Vick Bain, creadora de The F-List –un directorio en internet de músicas y músicos de minorías de género disponibles para tocar en festivales–, comenta que el problema abarca todo el ecosistema musical; desde la desigualdad en la educación hasta los obstáculos en el negocio de la música.

“Todavía hay mucho sexismo, y puede ser abierto o encubierto, y muchos estereotipos, que son restrictivos para las mujeres”, explica. “En la educación musical se animará a las mujeres a dedicarse a la enseñanza musical en lugar de a la interpretación, o se les recompensará por ser cantantes en lugar de instrumentistas”.

“Además, las mujeres tienen muchas menos probabilidades de ser seleccionadas por un representante de A&R, muchas menos probabilidades de que inviertan en ellas, muchas menos probabilidades de conseguir un manager o un agente, y todos estos aspectos significan que tienes menos probabilidades de ser elegida para tocar en los escenarios de los festivales”.

Los comentarios de Bain coinciden con los de Emily Eavis, coorganizadora del festival de Glastonbury, quien afirmó que la falta de artistas principales femeninas este año se debe a un “problema de canalización”. “Esto empieza desde mucho antes, con las compañías discográficas, la radio”, comentó a The Guardian. Un informe de Bain publicado en 2019 reveló que las artistas y compositoras representaban solo el 14% de los artistas contratados por 106 editoriales musicales británicas, y que las mujeres representaban menos del 20% de los artistas contratados por 219 sellos discográficos británicos.

¿Por qué tan pocas mujeres son teloneras en los festivales de música? - 3000-2
Self Esteem, una d elas pocas bandas femeninas que se convierten en artistas principales este año. Foto: Jason Sheldon/Rex/Shutterstock

Simon Taffe, cofundador del festival End of the Road, señala que parte del problema se debe a que, históricamente, pocos organizadores prestaban atención a la diversidad de género, por lo que las artistas no ascendían en el cartel. “Hace ocho años, los carteles no daban cabida (a las presentaciones femeninas) para empezar”, señala. “Al crecer, veías esos festivales indie en los que el 85% del cartel estaba compuesto por hombres y no se había pensado en ello. Por eso nos encontramos en la posición en la que ahora estamos”.

Este año, End of the Road estará encabezado por King Gizzard & the Lizard Wizard, Future Islands, Wilco y Unknown Mortal Orchestra. Taffe comenta que intentó incluir a Angel Olsen como artista principal, pero que ella prefirió tocar en el escenario más pequeño del jardín porque encajaba mejor con el estilo de su último álbum.

“Intentamos conseguir el mayor equilibrio posible, pero depende de la disponibilidad”, explica. “En nuestro mundo de nicho, ¿cuántas (artistas femeninas) pueden encabezar un Green Man o un End of the Road? No hay muchas”. Se podría decir que hay muchas, pero las cláusulas de exclusividad, que impiden que las artistas se presenten en otros festivales y espectáculos del Reino Unido en la misma temporada, reducen la oferta de talentos. Taffe señala que este año perdió a “una gran banda femenina” por ese motivo.

Desde el punto de vista empresarial, en los últimos años se ha producido un esfuerzo conjunto por parte de las compañías discográficas para elevar el número de mujeres que ocupan puestos directivos y de toma de decisiones, sin embargo, la agente musical Hannah Shogbola, que representa a artistas que incluyen a Katy B y Jaguar, comentó que todavía existe una falta de diversidad: “Hay gente en puestos directivos que está bastante desligada de la realidad (de la desigualdad de género)”.

Para contrarrestar todas estas fuerzas, Taffe señala que los festivales tienen la responsabilidad de intentar alcanzar un equilibrio de género del 50%/50% en las actuaciones más bajas del cartel, de modo que más artistas femeninas tengan la oportunidad de ascender en la alineación. Este año, explica, el cartel de End of the Road está compuesto por un 40% de artistas hombres, un 50% de mujeres y un 10% de artistas mixtos.

La situación es similar en Standon Calling, que tiene a Self Esteem, Bloc Party y Human League como artistas principales, y un cartel general que actualmente cuenta con un 55% de mujeres.

Rob Lee, director del festival y organizador del mismo, señala que también es importante asumir riesgos y ofrecer a las mujeres sus primeras oportunidades como artistas principales. “En 2019, fichamos a Wolf Alice para su primer espacio como artistas principales en un festival y, a partir de ahí, han pasado a encabezar otros festivales, como Latitude y Reading”. Comenta que Self Esteem son las primeras artistas en los 17 años de historia del festival que pasan de encabezar el segundo escenario (en 2022) a encabezar el escenario principal un año después.

¿Por qué tan pocas mujeres son teloneras en los festivales de música? - 3000-3
Ellie Rowsell de Wolf Alice tocando en España en noviembre. Foto: Javier Bragado/Redferns

Standon Calling es uno de los 72 festivales del Reino Unido que se adhirieron al compromiso Keychange, el cual instaba a los eventos a alcanzar la paridad de género antes de 2022 (aunque en todo su cartel, en lugar de garantizar la presencia de artistas principales femeninas). Hasta la fecha, dos tercios de los festivales alcanzaron el objetivo.

Aunque los festivales independientes “actuaron con rapidez” en materia de representación de género, según señala Francine Gorman, directora de proyectos de Keychange en el Reino Unido, los grandes festivales están notablemente ausentes de la lista. “Mantenemos un diálogo continuo con los grandes eventos, algunos firmaron el compromiso, otros pusieron en marcha sus propias iniciativas y otros necesitan hacer mucho más para abordar este tema urgente”, señala.

Taffe elige artistas principales que ofrezcan un “espectáculo emocionante” y que normalmente se presenten en un recinto del tamaño de la Brixton Academy, con capacidad para 5 mil personas, en sus propias giras.

No obstante, eso no es imprescindible: “Me gusta correr riesgos”, señala. “Amyl and the Sniffers probablemente llegarán a las 2 mil entradas, pero si hubiera podido conseguirlas este año, habrían sido perfectas”.

El asumir riesgos es algo que a Bain le gustaría ver más: como señala, algunos festivales agotan sus entradas antes de anunciar el cartel, por lo que no hay motivos para no arriesgarse con artistas que no han actuado antes como artistas principales. Para otros, el hecho de contar con artistas principales experimentados junto a otros más nuevos puede garantizar que se vendan entradas a un grupo demográfico más amplio.

Con sus clientes, Shogbola utiliza una “cláusula de inclusividad” cuando negocia las contrataciones para los eventos, que estipula que se ofrezca a otro artista de un grupo marginado la misma oportunidad en el cartel. “Significa que cuando estoy negociando un contrato, no participaremos en el cartel a menos que haya un compañero afroamericano o latino, un compañero no binario o un compañero homosexual”.

Así pues, los artistas podrían estipular en sus contratos que no se presentarán en festivales donde no haya una mujer como artista principal (como lo hizo The 1975 al prometer que solo se presentarían en festivales que tuvieran un cartel equilibrado).

No obstante, se necesitarán artistas de primera categoría para presionar realmente a los promotores, que pueden mostrarse fácilmente apáticos ante esta cuestión, es poco probable que la mayoría de los asistentes boicoteen un evento por no tener artistas principales femeninas, y las entradas suelen agotarse a pesar de todo.

Shogbola comenta que la cláusula de inclusividad “está logrando un verdadero cambio en las alineaciones de festivales, discotecas y giras, pero nuestro mayor reto es presionar a los artistas de primer nivel”.

En última instancia, cada parte del ecosistema de la industria musical tiene una responsabilidad”. Bain concluye: “Necesitamos cientos de festivales que hagan el trabajo, que sean más comprometidos y proactivos, que empiecen con los escenarios más pequeños y después trabajen activamente con los agentes para seleccionar los talentos, desarrollarlos y darles oportunidades. Los agentes de talento pedirán a las compañías discográficas más mujeres músicas y las discográficas saldrán a buscar ese talento e invertirán en ellas”.

Síguenos en

Google News
Flipboard