¿Qué ocurre en los mercados financieros y producirá una crisis mundial?
Operadores en la bolsa de Nueva York. En la última semana se hicieron evidentes las graves presiones que sufre el sistema financiero mundial. Foto: Justin Lane/EPA

El sistema bancario mundial se tambalea tras la serie de perturbaciones registradas la semana pasada, provocadas por la quiebra del banco Silicon Valley Bank de California. Esto aviva los temores de que se trate del inicio de otra crisis bancaria, lo cual suscita importantes interrogantes para los bancos centrales, mientras intentan luchar contra la inflación garantizando al mismo tiempo la estabilidad financiera.

¿Qué está ocurriendo en los mercados financieros?

En la última semana se hicieron evidentes las graves presiones que sufre el sistema financiero mundial. En Estados Unidos, la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) el pasado viernes fue la primera ficha de dominó en caer, seguida por la del Signature Bank de Nueva York el domingo. Los principales prestamistas de Wall Street se aliaron para rescatar al First Republic Bank después de que se desplomaran sus acciones, inyectándole 30 mil millones de dólares (unos 560 mil millones de pesos). En Europa, el Banco Nacional Suizo se vio obligado a ofrecer un salvavidas de 44.5 millones de libras al banco Credit Suisse.

Aunque existían problemas específicos en el Silicon Valley Bank y el Credit Suisse, hay indicios de dificultades más generales.

Cada semana, la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, proporciona detalles de la ayuda de emergencia que prestó a los bancos estadounidenses en los últimos siete días. En la última semana, esta cifra aumentó de 15 mil millones de dólares a 318 mil millones, una cantidad muy superior a los 130 mil millones de dólares concedidos al inicio de la pandemia de Covid-19 y no muy lejos de los 437 mil millones de dólares concedidos en el punto más crítico de la crisis bancaria tras la quiebra de Lehman Brothers en 2008. Entonces, ¿nos espera una repetición de la crisis financiera mundial de 2008?

Es demasiado pronto para saberlo en este momento, pero hay razones para albergar esperanzas de que se pueda evitar una repetición. En primer lugar, la situación financiera de los bancos es mejor que la de 2008, cuando muchos operaban con escasas reservas de capital para cubrir las pérdidas derivadas del hundimiento del mercado estadounidense de hipotecas de alto riesgo.
En segundo lugar, en 2008 se paralizó todo el sistema financiero mundial porque nadie sabía cuál era la magnitud de las pérdidas ni qué bancos estaban más expuestos.

Hasta ahora no hay indicios de que eso ocurra, y los bancos están obligados a informar periódicamente sobre la calidad de sus carteras de activos, además de ser sometidos a severas pruebas de resistencia.

Por último, bancos centrales como la Reserva Federal y el Banco Central Europeo crearon líneas de crédito destinadas a ayudar a los bancos que tienen problemas de liquidez. Dicho todo esto, la crisis financiera global, o CFG, empezó a pequeña escala y empeoró rápidamente. Además, es evidente que los bancos –y otras instituciones financieras– están soportando graves pérdidas. Una lección de 2008 es que la confianza se puede esfumar con rapidez.

¿Por qué están registrando pérdidas los bancos?

Los bancos centrales reaccionaron a la CFG de dos maneras: redujeron drásticamente las tasas de interés e inyectaron dinero en el sistema bancario a través del proceso conocido como flexibilización cuantitativa (QE, por sus siglas en inglés). De hecho, los bancos centrales compraron bonos –en su mayoría emitidos por los gobiernos– y los cambiaron por dinero en efectivo que se introdujo finalmente a la economía. Al comienzo de la pandemia de Covid-19 se produjeron nuevos recortes de las tasas de interés y de flexibilización cuantitativa.

Los bancos centrales invirtieron su estrategia ante el aumento de la inflación. Subieron las tasas de interés y empezaron a vender bonos. Los precios de los bonos subieron como consecuencia de los programas de flexibilización cuantitativa, pero cayeron bruscamente el año pasado a medida que se revertía la flexibilización cuantitativa. Las agresivas medidas de los bancos centrales provocaron que los bancos comerciales experimentaran grandes e inesperadas pérdidas.

Silicon Valley Bank había invertido grandes sumas en bonos del Estado de Estados Unidos a largo plazo, pero el fuerte aumento de las tasas hizo caer el valor de los precios de sus bonos. Cuando los clientes empezaron a reclamar la devolución de su efectivo, el Silicon Valley Bank se vio obligado a vender bonos con grandes pérdidas, lo cual provocó un vacío en su hoja de balance.

¿Qué pasará después?

Los bancos centrales se encuentran en un aprieto porque existe un conflicto entre sus dos funciones principales: mantener baja la inflación y mantener la estabilidad financiera. El aumento de las tasas de interés y la reversión de la flexibilización cuantitativa están diseñados para frenar el crecimiento y de este modo reducir la inflación, no obstante, a pesar de que el Banco Central Europeo siguió adelante con el aumento previsto de las tasas de interés el jueves, el costo de hacerlo es que algunos bancos tienen dificultades para hacer frente a las condiciones más difíciles.

Los mercados financieros ahora asumen que las tasas de interés alcanzarán su pico más pronto y a un nivel más bajo que antes de que estallara la crisis de Silicon Valley Bank, y esperarán a ver cómo reaccionan la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra con sus decisiones relativas a las tasas de interés previstas para la próxima semana.

El argumento a favor de no aumentar más los costos de los préstamos es que hasta ahora solo se ha percibido una fracción del efecto del aumento de las tasas de interés del año pasado, y que los bancos comerciales ya están reaccionando a los problemas de Silicon Valley Bank y de otros lugares reduciendo sus préstamos. Los riesgos de recesión aumentaron notablemente la semana pasada.

Síguenos en

Google News
Flipboard