El desaire a las Kardashian en la Met Gala
Kim Kardashian y Pete Davidson asisten a la Met Gala de 2022. Foto: Noam Galai/GC Images

Según el medio Page Six, el clan de celebridades de las Kardashian fue excluido de la lista de invitados de la editora de la revista Vogue, Anna Wintour, para la próxima Met Gala que se celebrará en mayo.

Esto suena a rumores frívolos de moda, ¿a quién le importa realmente si van o no? ¿No fue Kim Kardashian quien supuestamente dañó el año pasado un vestido que una vez lució Marilyn Monroe? Otro año Kim se vistió de sofá. (Técnicamente era un vestido de Givenchy, y suscitó una tendencia de estampados florales de pies a cabeza). El desaire hacia las Kardashians, sin embargo, insinúa un cambio cultural más amplio en el mundo de la moda.

Apodada el Super Bowl de la moda, la Met Gala se inauguró en 1948 con el fin de recaudar fondos para el nuevo Costume Institute del museo, cuyo archivo de prendas asciende actualmente a 33 mil piezas. Desde 1995, Wintour preside el evento. Bajo su dirección, se ha convertido en uno de los mayores eventos de recaudación de fondos de Nueva York (el año pasado recaudó 17.4 millones de dólares), y ha constituido una campaña publicitaria mundial no oficial para la industria de la moda.

Y lo que es más importante, consolida la posición de Wintour como una de las personas más poderosas –si no es que la más poderosa– del mundo de la moda. Ella controla la lista de invitados, la distribución de los asientos y, con frecuencia, quién viste qué.

En el libro Anna: The Biography, la escritora Amy Odell explica que Wintour hace alarde de su dominio sobre una industria que se fundamenta en la idea de que hay algo “de moda” y “fuera” de moda. El hecho de que Wintour supuestamente haya decidido que las Kardashian están fuera dice mucho sobre el cambio de rumbo que ella quiere que tome el mundo de la moda.

Wintour puso por primera vez a Kim Kardashian, junto a su entonces esposo Kanye West, en la portada de Vogue en abril de 2014. Kim también apareció en solitario en las portadas de 2019 y 2022, y ha asistido a todas las Met Gala de esta década. El año pasado, toda la familia estuvo invitada.

En 2014, la portada de Vogue de Kim y Kanye recibió muchas críticas. Wintour la defendió posteriormente, afirmando que “Kim y Kanye formaban parte de la conversación del momento. Y si Vogue no lo hubiera reconocido, habría sido un gran error”. Entonces, ¿por qué cambió la conversación?

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Notas sobre lo exagerado … de izquierda a derecha, Kylie Jenner, Kim Kardashian y Kendall Jenner en la Met Gala de 2019. Foto: Kevin Tachman/MG19/Getty Images for The Met Museum/Vogue Foto: Kevin Tachman/MG19/Getty Images para The Met Museum/Vogue

La exclusión de las Kardashian por parte de Wintour sucede después de un mes de desfiles de moda en los que lo más destacado fue el cambio de tendencia hacia una indumentaria más sutil. “Lo anodino es lo nuevo grandioso”, declaró Jess Cartner-Morley, de The Guardian, mientras que British Vogue calificó la nueva estética como un “lujo discreto”.

Aunque en la gala se suele esperar una “vestimenta estrafalaria” estilo Kardashian, el vestido de Marilyn Monroe del año pasado dominó la agenda de las noticias de moda, suscitando críticas tanto de los conservadores de la industria como de los nutriólogos preocupados por el régimen de adelgazamiento que afirmó haber adoptado para poder entrar en la prenda.

Kim también fue criticada a finales del año pasado por no pronunciarse lo suficientemente rápido después de la polémica campaña publicitaria de Balenciaga en la que aparecieron niños sujetando osos de peluche con accesorios bondage (anteriormente trabajó estrechamente con el diseñador de la marca, Demna, protagonizando campañas e incluso asistiendo a la gala con él en 2021). Finalmente comentó que estaba “reevaluando” su relación con la casa de moda. En enero, causó más drama por vender artículos de Balenciaga en el sitio de reventa de la familia, Kardashian Kloset.

Este aparente acaparamiento es lo que más parece molestar a las personas. Cuando las Kardashian se unieron a Instagram en 2010, adoptaron la estética brillante y aspiracional que promovía la aplicación. Más de una década después, tras la llegada de TikTok, existe una demanda de contenidos más auténticos.

Los jets privados, las selfies refinadas y la publicidad de todo tipo, desde tés para adelgazar hasta entrenadores de cintura, no encajan con la predilección de la Generación Z por la reverción de la influencia. Incluso los usuarios rechazan el filtro Bold Glamour de TikTok, que proporciona a los usuarios una piel libre de poros y unos labios carnosos. Esta rebelión contra la “kardashianización” del rostro quizás indica que su popularidad ya alcanzó su punto máximo.

Consciente de la reacción negativa, parece que Kim no tardó en actuar. La semana pasada publicó una selfie sin maquillaje desde la silla del dentista. Para atraer a un público más auténtico, ya se está entrenando a la próxima generación de Kardashians. Mientras que TikTok exige que los usuarios tengan al menos 13 años, Kim gestiona una cuenta independiente de su hija North West, de nueve años, que publica videos virales de baile. No obstante, como toda una Kardashian, también publicó su rutina de cuidado de la piel con productos de SKKN, la marca de su madre.

Y, aunque Wintour tenga el poder de decidir quién está “de moda” en la Met Gala, las Kardashian siguen ejerciendo más poder en internet. En 2019, se informó que Kim tenía casi tres veces más seguidores en Instagram que todas las publicaciones impresas estadounidenses de Condé Nast juntas, y –casi un año después de la Met Gala– todavía se discute el momento Marilyn de Kim. No obstante, más concretamente, ¿alguien puede recordar qué lució alguien más?

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