Parisinos votan a favor de prohibir e-scooters de alquiler
Un hombre conduce un scooter eléctrico Lime frente a la pirámide del Louvre y el Museo del Louvre. Foto: Chesnot/Getty Images

Los parisinos votaron a favor de eliminar de las calles de la capital francesa los scooters eléctricos de alquiler, tras una abrumadora mayoría del 90% de los votos emitidos a favor de la prohibición, muestran los resultados oficiales.

París fue pionera en la introducción de los scooters eléctricos, o trottinettes, en 2018, cuando las autoridades de la ciudad intentaron promover formas no contaminantes de transporte urbano.

Sin embargo, a medida que aumentaba la popularidad de estos vehículos de dos ruedas, en especial entre los jóvenes, también lo hacía el número de accidentes: en 2022, tres personas murieron y 459 resultaron heridas en accidentes relacionados con los scooters eléctricos en París.

En lo que se anunció como una “consulta pública” se preguntó lo siguiente a los votantes: “¿A favor o en contra de los e-scooters de autoservicio?”.

Se instalaron 21 puntos de votación en toda la ciudad, que permanecieron abiertos hasta las 19:00pm (hora local). Aunque 1.6 millones de personas son elegibles para votar, se espera que la participación sea baja.

La prohibición obtuvo entre el 85.77% y el 91.77% de los votos emitidos en los 20 distritos parisinos que publicaron sus resultados, según la página web del Ayuntamiento de París, en lo que se anunció como una inusual “consulta pública” y provocó largas filas en las urnas de toda la ciudad. La votación no era vinculante, no obstante, las autoridades municipales se comprometieron a respetar los resultados.

La alcaldesa socialista de París, Anne Hidalgo, promueve el uso de la bicicleta y las bicicletas compartidas, pero apoyó la prohibición de los scooters eléctricos.

En una entrevista concedida a la agencia de noticias Agence France-Press la semana pasada, Hidalgo comentó que “los scooters de autoservicio son fuente de tensión y preocupación” para los parisinos y que la prohibición “reduciría las molestias” que ocasionan en los espacios públicos.

París dispone de casi 15 mil scooters eléctricos en sus calles, operados por empresas como Lime, Dott y Tier. Los opositores argumentan que los usuarios de scooters eléctricos no respetan las reglas de circulación e incumplen regularmente la prohibición de circular por las banquetas. Además, los vehículos suelen estar estacionados de manera desordenada o son arrojados al río Sena.

En junio de 2021, una mujer italiana de 31 años murió después de ser atropellada por un scooter eléctrico en el que viajaban dos pasajeros mientras paseaba por el río Sena.

“Los scooters se han convertido en mi mayor enemigo. Me asustan”, comentó a AFP Suzon Lambert, una profesora parisina de 50 años. “París se ha convertido en una especie de anarquía. Ya no hay espacio para los peatones”.

Otro parisino comentó a la cadena BFMTV: “Es peligroso, y la gente los utiliza mal. Estoy harto”. Julian Sezgin, de 15 años, explicó que con frecuencia veía grupos de dos o tres adolescentes en scooters eléctricos rebasando a los automóviles en calles muy transitadas. “Yo evito los scooters eléctricos y prefiero las e-bikes porque, en mi opinión, son más seguras y eficientes”, comentó a The Guardian.

Bianca Sclavi, italiana que vive en París desde hace varios años, señaló que los scooters circulan “demasiado rápido” y que deberían estar limitados mecánicamente para que circulen más despacio. “Son peligrosos porque entran y salen del tránsito a toda velocidad”, explicó. “Sin embargo, no es tan malo como cuando llegaron… ¡los más peligrosos son los turistas borrachos!”.

Sclavi no tiene previsto votar. “Ahora mismo hay asuntos más serios: (¿qué pasa con) la basura? ¿La reforma de las pensiones? ¿La inmigración? No creo que fuera buena idea que Hidalgo le diera demasiada importancia. Realmente me gusta lo que está haciendo con los carriles para bicicletas, pero no debería gastar tanta energía en los scooters”.

Sin embargo, Linda Joèlle, de 35 años, se opone a la prohibición. “Ahora que encontré un medio excelente para ir a trabajar, y que es mejor para el medio ambiente, intentan prohibirlo”, comentó. “No dejan de cambiar las normas”.

Un estudiante anónimo partidario de los scooters eléctricos comentó a BFMTV: “No vivo tan cerca del metro, por eso es mejor ir a la escuela en scooter eléctrico”. Otro señaló: “Donde yo vivo, es mejor que ir caminando”.

El ministro francés de Transportes, Clement Beaune, comentó la semana pasada a la emisora de radio Europe 1 que esperaba que la votación desembocara en la prohibición, y añadió que “muchas otras ciudades de Francia y del extranjero estarán al pendiente de esta importante consulta”.

“Me parece una vergüenza que caricaturamos y simplificamos el debate”, señaló, argumentando que los scooters eléctricos son una valiosa solución de transporte que han sustituido hasta uno de cada cinco viajes realizados en París que antes se realizaban en vehículos contaminantes.

Mientras tanto, los operadores de scooters eléctricos temen que la prohibición impulse a otras ciudades a seguir su ejemplo.

“París va contracorriente”, comentó a AFP Hadi Karam, director general para Francia de la empresa Lime, con sede en California, citando las decisiones de aumentar el número de scooters eléctricos o ampliar los contratos en Washington, Madrid y Londres.

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