Secretismo y opacidad en los regalos de la familia real

¿Cuáles son las reglas relativas a los regalos para la familia real?

La política sobre la recepción de regalos por parte de la familia real se estableció en 1995 y se actualizó por última vez en 2003. No se trata tanto de un conjunto de reglas sino de una política o conjunto de directrices sobre cómo debería comportarse la familia.

A grandes rasgos, divide los regalos en dos categorías: oficiales y personales.

¿Qué son los regalos oficiales?

Los regalos oficiales son aquellos que recibe la familia en relación con sus funciones oficiales, o los que les envían empresas o particulares que no conocen personalmente. Entre ellos se incluyen los regalos que reciben de funcionarios o dignatarios, al igual que otros jefes de Estado o representantes electos, durante visitas de Estado u otros eventos oficiales. No son bienes privados de los miembros de la familia.

No es posible vender ni comerciar con los regalos oficiales. Los miembros de la familia real pueden lucirlos o utilizarlos, o pueden ser expuestos al público en los palacios. Los objetos que otro jefe de Estado o de gobierno le regala al monarca automáticamente se incorporan a la colección real, una institución creada con el objetivo de gestionar el patrimonio real del país. En caso contrario, son almacenados.

¿Qué son los regalos personales?

Los regalos personales son aquellos que proceden de personas a las que los miembros de la familia real conocen a título privado y que no se entregan en relación con algún compromiso o deber oficial. Pueden ser de cualquier valor. Estos regalos son propiedad privada del miembro de la familia.

Los regalos recibidos de personas con las que se tiene algún tipo de relación formal, como los titulares de órdenes reales, también son considerados personales, pero solo si su valor es inferior a 150 libras (unos 3 mil pesos). Todo aquello cuyo valor sea superior será considerado un regalo oficial.

¿Qué información está disponible acerca de los regalos oficiales recibidos?

Muy poca. Cada año, el palacio publica una lista de los regalos que se recibieron el año anterior, pero al mismo tiempo borra la información anterior. No existe una base de datos pública de regalos oficiales, lo cual hace que sea casi imposible rastrearlos sin la colaboración del palacio.

¿Qué ocurre con los objetos recibidos antes de la creación de la política?

La política no hace referencia a los objetos recibidos antes de 1995. Esto ha creado cierta incertidumbre y ambigüedad respecto al estatus de los objetos que recibió Isabel, incluidos los valiosos regalos de joyas procedentes de jefes de Estado extranjeros con motivo de su boda en 1947, su coronación en 1953 y en eventos oficiales, como visitas de Estado, durante todo su reinado. En la actualidad, los objetos recibidos en circunstancias similares serían considerados inequívocamente como regalos oficiales.

¿Qué ocurrió antes de que se redactara la política?

Se produjeron varios incidentes vergonzosos, entre ellos uno a finales de la década de 1980, cuando el palacio de Buckingham afirmó que el príncipe Carlos y la princesa Diana solo recibieron como regalo del sultán de Omán una pintura y un palomar. Posteriormente se supo que también recibieron un automóvil deportivo de 80 mil libras y joyas de zafiros y diamantes.

El príncipe Carlos ordenó que se realizara una revisión formal, entre otros asuntos, de la política de regalos oficiales a raíz del asunto de Paul Burrell en 2003. Burrell, mayordomo de Diana, fue acusado de robo después de que la policía encontrara cientos de las pertenencias de la princesa en su departamento. El juicio no prosperó después de que la reina afirmara que Burrell le había dicho que guardaba los objetos por motivos de seguridad.

¿Se puede hacer cumplir esta política?

No, porque se trata únicamente de un conjunto de directrices, y no contiene instrucciones sobre las medidas que se deberían tomar en caso de que se descubriera que el monarca o cualquier otro miembro de la familia ha infringido la política.

En 2006, el hijo de la princesa Margarita, David Armstrong-Jones, conde de Snowdon, pudo subastar las posesiones de la princesa, entre ellas 47 regalos oficiales, a pesar de que esto contravenía claramente la filosofía de la política. La reina le ordenó que donara las ganancias procedentes de los regalos oficiales a obras de caridad.

¿La familia real está sujeta a reglas diferentes a las de otras figuras públicas?

Sí. Mientras que los miembros de la familia actúan con frecuencia como embajadores en reuniones con funcionarios extranjeros y jefes de Estado, el personal del servicio diplomático del Reino Unido está sujeto a requisitos mucho más estrictos en cuanto a lo que se debe rechazar o registrar como regalo.

Resulta especialmente inusual el grado de secretismo que existe en torno a los regalos y las relaciones privadas que se establecen como resultado de los encuentros oficiales. Los ministros y miembros del parlamento deben hacer extensas declaraciones de sus intereses financieros y de otro tipo para evitar la corrupción pública.

“Cuando la familia real interactúa con gobiernos extranjeros, lo hace de forma muy clara en el marco del servicio público, muchas veces por consejo o a petición del gobierno”, señaló Susan Hawley, directora de la organización benéfica Spotlight on Corruption.

“Las reglas sobre no aceptar regalos, y revelar los que se aceptan, existen para un propósito: proteger la reputación del Reino Unido y de sus instituciones públicas de las acusaciones de prestarse a la influencia del mejor postor”.